El avance de las mujeres en diferentes esferas de la sociedad es un fenómeno innegable y positivo. Desde el ámbito corporativo hasta el gobierno, la presencia y el liderazgo femenino están ganando terreno, marcando una diferencia significativa en las estructuras de poder y toma de decisiones. Este cambio no solo es un paso hacia la equidad de género, sino que también refleja el potencial transformador que la inclusión de mujeres en altos puestos puede ofrecer.
Uno de los logros más destacados en este sentido es la reciente elección de Claudia Sheinbaum como la primera presidenta de México. Este hito no solo simboliza la ruptura de un techo de cristal en uno de los países con mayores retos en términos de igualdad de género, sino que también sirve de inspiración para mujeres en todo el mundo que aspiran a ocupar cargos de liderazgo. La elección de Sheinbaum no es un simple acto simbólico, sino un testimonio de la creciente capacidad y reconocimiento de las mujeres en la política y la administración pública.
En el ámbito empresarial, la presencia femenina también es notable. Cada vez más mujeres están ocupando cargos de alta dirección y liderando grandes corporaciones. Este cambio es respaldado por investigaciones que demuestran que las empresas con mayor representación femenina en sus juntas directivas tienden a mostrar un mejor desempeño financiero y una mayor innovación. No solo se trata de justicia social, sino de un imperativo económico que las organizaciones no pueden ignorar.
Recuerdo cuando inicié mi actividad profesional, hace 35 años, y acudía a las empresas a realizar alguna entrevista. A medida que los ascensores subían de piso, la presencia de las mujeres iba desapareciendo (por lo general, los altos mandos tenían sus oficinas en los niveles superiores de los grandes edificios corporativos).
Hoy, mucho de eso ha cambiado. Si bien los hombres aún predominan en la dirección general o en la presidencia de muchas organizaciones, las mujeres han acelerado su velocidad hacia la pirámide de las empresas en todo tipo de industria, de una forma increíble y por demás justa.
Sobre el papel que juegan las mujeres en las empresas y en la toma de decisiones, te presentamos las entrevistas que realizamos a 10 directivas que, en México, ocupan el más alto nivel de sus organizaciones. Además de hablar sobre sus retos y logros personales y profesionales, ponen énfasis en temas en los cuales la presidenta electa y su gabinete podrían intervenir para que sus industrias incrementen su valor durante el sexenio que está por comenzar.
El Gobierno de una mujer representa una oportunidad única para impulsar políticas públicas que promuevan la equidad de género de manera más efectiva, pero también el desarrollo integral país. Porque las mujeres en posiciones de liderazgo aportan perspectivas diversas que enriquecen la toma de decisiones y promueven una mayor empatía en la formulación de políticas. Esto es esencial para abordar los problemas que nos afectan a todos, desde la economía hasta el bienestar social.