La luz al final del túnel aún está lejos para la industria automotriz en México. El 2022 será otro año complicado para el sector en materia de ventas, producción y exportación. Y es que, si bien el impacto de la pandemia de la COVID-19 será mucho menor que en 2020 y 2021, las armadoras y los distribuidores tendrán que enfrentar cuatro grandes retos que frenarán la recuperación del sector: la persistencia y profundidad de la crisis en materia de producción de semiconductores que está afectando al sector a nivel global; la carencia de inventario; el contrabando de autos usados, que se espera aumente por la regularización que pretende hacer el gobierno federal; y una baja demanda en el mercado interno.
Ante dicho escenario, la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) ha reducido nuevamente su pronóstico de crecimiento para el 2021 y 2022 en materia de ventas. Ahora, el organismo empresarial estima un avance de 8.4% (1’091,266 unidades comercializadas) y 5.9% (1’091,266 unidades), respectivamente, muy lejos de los 1.3 millones de unidades vendidas en 2019, cifra que no se espera alcanzar sino hasta 2024.
“La venta de vehículos ligeros, en octubre pasado, sufrió un retroceso de 9.1% respecto al mismo mes de 2020; todos los segmentos, excepto camiones pesados y usos múltiples, cayeron. Estamos enfrentando la cuarta tasa negativa en el año, lo que ha afectado los resultados del periodo enero-octubre. Se ha perdido dinamismo de manera significativa: en el periodo enero-septiembre llevábamos un incremento en ventas de 14.1%, que ahora se ubica en 11.5%.”, comentó Guillermo Rosales, director de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).
Esto, explicó el ejecutivo durante una videoconferencia, como consecuencia de que ha venido incrementándose el efecto negativo por la carencia de inventario disponible para comercializarse en la red de distribuidores del país, derivado de la persistencia y profundidad de la crisis en materia de producción de semiconductores, que está afectando la industria automotriz global.
“Esta problemática está teniendo un impacto muy importante dentro de lo que es la operación del negocio de la distribución de automotores en México, pues muchos de los integrantes de la asociación tuvieron número rojos por los escasos automóviles disponibles para la venta. No alcanzaron a compensar los gastos de operación”, subrayó.