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Canacintra: México es un país suborganizado

El nuevo presidente nacional de Canacintra, reconoce que México no es una economía subdesarrollada, sino suborganizada, que exige el trabajo de iniciativas conjuntas entre empresarios y gobierno para desarrollar el gran potencial industrial del país en los próximos 30 años.

Por: Ulises Navarro Swipe

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José Antonio Centeno

Presidente nacional de la Canacintra

| Nuevas inversiones son viables, pero…

El nuevo presidente nacional de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), José Antonio Centeno Reyes, quiere sentar las bases que la cámara necesita para lograr que la industria opere en un entorno de negocios que incentive la inversión y en el que reinen la seguridad y el estado de derecho. ¿Cómo lo hará? Alto Nivel platicó con el líder empresarial, quien también es director general de Biomédica Mexicana, empresa 100% mexicana que fabrica dispositivos médicos implantables y oftalmología, y exporta a varios países de Centro y Sudamérica.

AN ¿Qué necesita la Canacintra para que pueda haber mayores inversiones?

Tenemos tres demandas fundamentales. Primero, garantizar la seguridad física y la seguridad pública. Hoy, el país enfrenta una crisis en materia de seguridad, que no solo afecta la integridad física de los trabajadores y sus familias, sino también la seguridad de las empresas.

De acuerdo con la encuesta de victimización de empresas más reciente, publicada por el INEGI, el costo de la inseguridad y el delito para las empresas fue de 226,000 millones de pesos (mdp) en 2019, que son los últimos datos que se tienen. Esta cifra equivale al 1.2 % del PIB de 2019.

Nuestra segunda demanda es la seguridad jurídica. Todos los inversionistas: micro, pequeños, medianos, grandes, nacionales y extranjeros, siempre van a demandar reglas claras y constantes, que puedan seguirse de manera transparente para que las inversiones continúen de la manera como se pacten.

Por último, la tercera demanda es un ecosistema propicio para generar energía eléctrica y gas natural con costos competitivos. Para muchas industrias, este es un tema fundamental.

AN ¿La falta de talento para trabajar en la industria también es un desafío?

Sin duda. Hay un creciente desajuste de talento; es decir, una brecha entre las habilidades que los trabajadores pueden ofrecer y las que están buscando las empresas, pero también una amplia brecha regional, debido al desarrollo desequilibrado de las distintas regiones del país.

En el norte, por ejemplo, cada vez es más difícil hacerse de recurso humano capacitado para satisfacer la demanda de trabajo, y eso está generando altas tasas de desempleo. En esta región hay mucha industria, mucha inversión y mucha oferta de trabajo, pero no hay talento disponible, sobre todo para ocupar los puestos operativos.

Por otro lado, la mayoría de la gente del centro y sur del país no tiene trabajo porque no hay fuentes de empleo. Además de que en estas regiones hay menos empresas que en el norte, su extensión territorial es más amplia, por lo que ahí habita más gente que necesita trabajar. El problema es que no hay industria para satisfacer la demanda de empleos, y esa gente ya se está desplazando hacia el norte, donde están los puestos.

Creo que el problema del talento y la falta de equilibrio en el desarrollo regional del país están generando una distorsión importante del mercado laboral.

AN ¿La falta de acceso a soluciones de financiamiento competitivas es un obstáculo para el crecimiento?

Sin duda. Es indispensable que las empresas mexicanas tengan fácil acceso a financiamientos competitivos. Todos hemos entendido que las empresas mexicanas no están compitiendo a nivel local, sino global; sin embargo, las condiciones financieras de nuestras compañías no son las mismas que las que tienen las empresas del extranjero. Por esta razón, el gobierno federal debe apoyar la industria mexicana, sobre todo a las pequeñas y medianas empresas, a través de la banca de desarrollo y de programas específicos que impulsen la actividad industrial. No olvidemos que las micro, pequeñas y medianas empresas son la columna vertebral de nuestra economía, pues generan el 80% de los empleos en México y están agrupadas en nuestra organización. [Hoy Canacintra tiene 50,000 empresas afiliadas a nivel nacional, de todos los tamaños.]

Creo que la banca de desarrollo aún no está bien aprovechada. Su propósito es financiar e impulsar desarrollos productivos, no generar ingresos, como lo hace la banca comercial, que sí tiene fines de lucro. El país tiene que trabajar mucho en materia de financiamientos accesibles.

Seguridad pública y jurídica, y energéticos competitivos es un reclamo de los industriales.

AN La alta inflación y la falta de insumos. ¿Cuál es tu punto de vista sobre ambos temas?

Desafortunadamente, el panorama para lo que resta de este año no es positivo. Estimo que el país tendrá un crecimiento de 1.7%. En cuanto a la inflación, aunque es la más alta en los últimos 20 años, la mayoría de los factores que han influido en esta alza son importados y poco podemos hacer. Lo que podría ayudar es que el Banco de México “juegue” con la tasa de interés. Las tasas altas encarecen el crédito al consumo y esto disminuye la demanda de crédito, el consumo y el crecimiento económico.

El gobierno federal también podría tomar medidas orientadas a reducir el costo de producción de los bienes. Si disminuyera la inseguridad, disminuiría lo que las empresas gastan en ella y entonces se reducirían de inmediato los precios de los productos y servicios.

Las cuestiones regulatorias también son una carga muy pesada y costosa en este país. La inseguridad, la logística, los materiales, el costo financiero… todo esto determina el costo final. Las materias primas ya traen un costo inflacionario que no podemos controlar y sobre el cual no podemos hacer nada. La industria y el gobierno podemos trabajar en la creación de políticas públicas para mejorar el acceso al financiamiento y la seguridad.

En cuanto a la falta de suministros, hay una gran área de oportunidad para convertirnos en un socio importante para Estados Unidos. Este país trasladó mucha de su proveeduría a Asia, pero hoy existen las condiciones necesarias para que esa proveeduría pueda regresar a México.

También hay una gran oportunidad de maquila de exportación para las empresas que ya están en México. Hay muchas maquiladoras que consumen poco del mercado interno. El país debería seguir el modelo de Nuevo León, que además de maquilar consume un porcentaje importante de proveeduría del mercado interno. Esto generan más empleos formales y parte del beneficio se queda en el país.

Como presidente de Canacintra ya estoy en pláticas con mi homólogo de INDEX para impulsar programas y modelos de este tipo, en coordinación con el Programa de la Industria Manufacturera, Maquiladora y de Servicios de Exportación (IMMEX). Tenemos que trabajar en iniciativas conjuntas.

AN ¿Cómo es la relación entre industriales y gobierno? 

La relación es buena y cordial; es una relación de respeto. El sector privado tiene la responsabilidad de impulsar el desarrollo de las empresas y, de esta forma, apoyar el bienestar social. El gobierno también tiene esa finalidad, pero da prioridad a otras actividades. Creo que la relación entre ambos actores debe ser abierta y permanente. Esto es importante, porque como representante de las empresas no debemos dejar de ser un articulador, estemos de acuerdo o no con el gobierno. Tenemos la responsabilidad de dialogar, entendiendo que la labor del empresariado no está sujeta a cuestiones políticas ni a tiempos electorales, y la representación debe ser igual.

La iniciativa privada tiene la disposición de construir con los tres niveles de gobierno y con los tres poderes de la Unión, para tener un mejor país. Hemos tratado de llevar propuestas a las mesas de todos los funcionarios y eso ha sido bien visto por distintos actores políticos.

Después de la crisis inicial originada por la pandemia, hoy es fundamental el trabajo conjunto para lograr una recuperación y un mejor desempeño económico. La riqueza y el empleo son generados por las empresas, pero el gobierno debe generar las condiciones propicias para que los empresarios decidamos invertir. Son objetivos complementarios y la responsabilidad debe ser compartida.

AN ¿Qué legado pretendes dejar como presidente de Canacintra?

Mi visión es reinstitucionalizar la Cámara. Hace 80 años que fue fundada y ha sido ejemplo de la representación industrial y gran liderazgo. Es una institución que genera mucha confianza por parte de los industriales, los cuales apoyan las acciones emprendidas por la Cámara, como la implementación de organismos de control de cuentas, para la transparencia en la rendición de cuentas. Quiero trabajar para que el futuro de la organización no recaiga en una sola persona, sino en un gobierno corporativo que garantice otros 80 años de representación de la industria.

Mi actitud de servicio me llamó a asumir la Presidencia de la Cámara a nivel nacional. Este cargo es honorífico, pues yo no percibo ninguna retribución económica. Sin embargo, quiero trabajar para que las empresas mexicanas impulsen el crecimiento industrial del país y generen fuentes de trabajo y de bienestar para nuestras comunidades. Quiero impulsar el crecimiento de las empresas y mejorar la tasa de supervivencia de las empresas nuevas. Por eso estoy aquí.

AN Por último, ¿cuáles son los objetivos que quieres alcanzar a corto plazo?

Lograr una mejor articulación entre las distintas áreas de la Cámara, las delegaciones, los sectores y las ramas industriales, y generar un ecosistema que les permita hacer nuevos negocios a las empresas afiliadas. Quiero que los empresarios afiliados perciban, de manera tangible, mayor valor por su afiliación durante mi administración. Quiero que perciban una Cámara más solidaria, empática y servicial con las empresas; que los empresarios se sientan acompañados, respaldados y que tienen el apoyo de una organización y un presidente que está para servirles y que no tiene aspiraciones personales. AN

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