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Hay que mantenernos moderadamente positivos

Por: Omar Taboada Swipe

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Sí, 2020 fue atípico y complicado, pero el 2021 las economías del mundo irán recuperándose. ¿Qué tan rápida será esta recuperación? Dependerá de los apoyos que hayan dado los gobiernos. Los expertos vislumbran que este año la economía china regresará al mismo tamaño que tenía antes de la crisis sanitaria (el Fondo Monetario Internacional pronostica que el crecimiento del gigante asiático llegue a 8.2% en 2021). La economía de Estados Unidos podría llegar a sus niveles anteriores a finales del año, pero México tardará entre tres y cinco años en regresar al mismo nivel que tenía antes de la pandemia.

Comparado con el gobierno de China, que entregó fondos para ayudar a los consumidores y a las empresas –tan solo su paquete de estímulos fiscales para las compañías correspondió al 7% del PIB–, nuestro gobierno se quedó muy atrás en materia de estímulos que ayuden a hacer frente a las pérdidas económicas.

Para el cierre del 2020, la caída de nuestro PIB podría ser de -9.5%. La recuperación de Estados Unidos nos ayudará a que la caída sea menos drástica (estimábamos una disminución de -11%). Para el próximo año esperamos una recuperación de 3.5%, siempre y cuando la economía estadounidense crezca entre 4.5 y 5%.

En cuanto al tipo de cambio, el dólar seguirá débil durante los próximos 12 o 18 meses, pues como las tasas de interés están en 0% en Estados Unidos, no hay demanda de dólares. Esta debilidad del dólar mantendrá el tipo de cambio entre los 20 y 21 pesos por dólar.

Sin embargo, hay que considerar dos eventos importantes para el próximo año: las elecciones intermedias que se llevarán a cabo el 6 de junio y por medio de las cuales se renovará la Cámara de Diputados, y la posible pérdida del grado de inversión de México, que podría ocurrir en noviembre. Estos eventos podrían llevar el tipo de cambio a los 23 o 24 pesos.

| Rendimientos negativos

Para la tasa de interés, el pronóstico es que llegue a 4% y se mantenga en ese nivel. Sin embargo, con este tipo de tasa, los inversionistas estarán obteniendo rendimientos negativos, porque la inflación está en 4% y, además, hay que considerar la retención de impuestos, cercana al 1%. En términos reales, el patrimonio de los inversionistas que solo invierten en renta fija no está creciendo, por lo que se recomienda la diversificación.

Para los próximos 12 o 18 meses, si no se incluye dentro del portafolio un producto de renta variable –fuera de México–, el rendimiento real será negativo.

Los fondos multiactivos, adecuados al perfil de inversión, otorgan agilidad al portafolio y entregan mejores rendimientos que la renta fija.

Para los próximos 12 o 18 meses, si no se incluye dentro del portafolio un producto de renta variable –fuera de México–, el rendimiento real será negativo.

| Riesgos por considerar

Entre los mayores riesgos para este año están el retraso de la vacuna de COVID-19 y la falta de atención del gobierno federal a proyectos distintos a los que siempre ha impulsado (Pemex, Tren Maya, refinería de Dos Bocas, corredor de Istmo de Tehuantepec y aeropuerto de Santa Lucía). Las elecciones serán muy relevantes para equilibrar la balanza del poder presidencial. Sería muy positivo para la economía lograr un contrapeso político en la Cámara y revisar el impacto en el grado de inversión del país.

El gobierno federal tendría que tomar medidas para evitar perder el grado de inversión. Por ejemplo, implementar una reforma que aumente los ingresos. Mucha de la inversión que abandonó China, resultado de las peleas del presidente Donald Trump con el país asiático, debió llegar a México. El gobierno tiene que garantizar que existen las condiciones, sostenibles en el tiempo, para la inversión.

Por fortuna, el nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, seguramente tratará de restablecer sus relaciones con sus aliados europeos y con China. Los conflictos volverán a resolverse de manera diplomática y eso generará certidumbre entre los inversionistas. México debería aprovechar esta diplomacia con nuestro vecino del norte para atraer proyectos de largo plazo.

En cuanto a la Bolsa Mexicana de Valores, seguirá débil, porque la bolsa es un indicador de la economía. Si la economía no va bien, las empresas no generarán ventas ni utilidades. Para los inversionistas, la bolsa podría ser solo una parte de su portafolio, porque la expectativa económica es muy baja. AN


Omar Taboada

Director de Análisis de Inversiones y Head del Investment Lab para Banca Privada y Patrimonial de Citibanamex

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