| Los platillos de alto nivel
Cantabria, Murcia, Cataluña, Valencia, Canarias, Aragón, Andalucía, Madrid, Castilla o País Vasco son solo algunas de las provincias, regiones y ciudades de la Península Ibérica, de donde los chefs han tomado las recetas tradicionales que se ofrecen en el menú. Estas vienen especificadas en la carta para ayudar al comensal a conocer mejor la gastronomía española.
De esta forma, desde Alto Nivel recomendamos emprender un viaje gastronómico por toda España: empezar con unas anchoas del Cantábrico con hogaza de leña; foie gras curado en sal de La Masía de Cataluña; una ensalada malagueña de bacalao y naranja; un pulpo a Feira de Galicia o un muy poco común y conocido en México cazón al adobo de Andalucía.
Desde luego, no pueden faltar los muy españoles pintxos y tapas: tablas de embutidos y quesos ibéricos; patatas bravas madrileñas; gilda de taberna del País Vasco; tosta de morcilla frita y cebolla caramelizada de Castilla; o una clásica tortilla de patatas, como se sirve en Extremadura desde el año de 1798.
Fideuas, paella y arroces, tanto melosos como con socarrat, con diferentes vegetales, mariscos y proteínas son sugeridos para compartir en la mesa como segundo plato después de las entradas. Son unas de las especialidades de la provincia de Valencia, que ofrece Vega y que se vuelven imperdibles.
Para los fuertes, Vega ofrece una original propuesta para el comensal, que puede elegir pescados, aves y carnes frescas, cocinadas con la técnica que elija: al fuego vivo, al horno de piedra, al carbón o al espeto (técnica andaluza consistente en atravesar con una espada la carne y asar directo al fuego).
Recomendamos, particularmente, las sardinas enteras al espeto, como lo hacen en la Ribera del Duero; también la lobina a la Koskera o el salmón en madera de cedro al horno, como en el País Vasco.
Cachopo asturiano de res con jamón serrano, como en Asturias; lechón crujiente segoviano cortado al plato; chamorro a la asturiana o una costilla cargada y braseada a la leña de la región de Castilla La Mancha son algunas de las carnes insignia del restaurante.
En la parte dulce, la tarta de queso manchego con frutos rojos de ambas Castillas (la Vieja y la Nueva) es, sin duda, una de las mejores de la ciudad. También lo es su socarrat de arroz con leche de Asturias y sus muy bien logrados churros con chocolate de la Puerta de Alcalá de Madrid.