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CÓMO AYUDAR A QUE LOS NIÑOS SEAN LÍDERES DEL FUTURO

Una de las claves para cerrar la brecha tech está en la educación digital a temprana edad, para que niños, niñas y jóvenes se preparen no sólo para consumir tecnología, sino también para crearla.

Por: María Vélez Swipe

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El pasado fin de semana fui al cumpleaños de una querida excompañera de la universidad. En medio de una celebración llena de personas que rondaban los treinta años, llamó poderosamente mi atención la presencia de un par de niños de entre los 10 y 13 años. Durante el almuerzo, ambos se mantenían absortos y alejados de lo que acontecía a su alrededor, muy entretenidos con sus dispositivos digitales: un smartphone y una tablet respectivamente.

Esa escena me llevó a reflexionar sobre la importancia de la tecnología y su uso por parte de los niños de cara al futuro. En los dos últimos años vivimos un proceso de digitalización muy acelerado que impactó en cualquier ámbito de nuestras vidas: trabajo, comercio, entretenimiento, banca, viajes y educación. Esta última tuvo que replantear su funcionamiento tradicional para transitar hacia un nuevo modelo en el que las plataformas digitales juegan un rol preponderante de cara a un mercado cada vez más exigente, competitivo y necesitado de talento directamente relacionado con la tecnología.


Lamentablemente, así como la tecnología puede ser una poderosa herramienta que impulse el cambio y la inclusión de millones de personas hacia nuevas oportunidades de desarrollo, el mundo digital también puede generar nuevas brechas de exclusión entre quienes tienen acceso a ella y quienes no. Tan solo en América Latina, menos de la mitad de la población tiene conectividad de banda ancha fija y solo el 10% cuenta con fibra de alta calidad en sus hogares, según datos del Banco Mundial.

Son las herramientas digitales las que les darán el acceso a la información, a las oportunidades de educación, de trabajo futuro, de inclusión social y de una vida más plena dentro de su entorno social.

Volver esto una realidad sigue siendo un pendiente de los sistemas educativos de la región que, sin poner foco en este tema tan importante, continúan preparando a los alumnos para un mercado laboral tradicional en vez de hacerlo para el del futuro.


Necesitamos crear condiciones que permitan mejoras en la educación y respondan a las demandas del mercado laboral de hoy y del de los próximos años. Se debe comenzar a dar respuesta a las necesidades de la industria del mañana, implementando con la suficiente anticipación los programas y estrategias que encaminen a nuestros niños hacia ello.

Es innegable que, en algunos ámbitos de la sociedad, las herramientas tecnológicas ya forman una parte muy importante de la vida de muchos niños y niñas. Tablets, smartphones, laptops, consolas de videojuegos y demás dispositivos electrónicos se encuentran dentro de su rutina, pero debemos tener en cuenta que el internet y el mundo digital no solo sirven para el entretenimiento, sino también para descubrir y dominar herramientas, talentos y habilidades que pueden ayudar a los más pequeños a enfrentar con mayores ventajas su futura inclusión en una economía que será inevitablemente digital, tecnológica, dinámica, demandante y competitiva.


Algunas personas tienen aún la creencia de que ser un potencial creador de tecnología es algo reservado solo para las mentes más destacadas, pero esto es más accesible de lo que se cree. Actualmente existen muchas plataformas de edtech que plantean procesos de educación digital muy sencillos, didácticos y divertidos para cualquier niño. Por ejemplo, en Crack the Code tenemos alumnos que desde los 5 años ya están creando sus propios videojuegos mediante un nivel de programación entendible para ellos.

Sumado a lo anterior resulta importante subrayar que tanto padres como maestros promuevan y creen condiciones favorables para que los niños desarrollen su liderazgo.  ¡Los líderes del mañana necesitan comenzar desde ya! Tendrán que pensar de manera crítica y creativa, adaptarse de la manera más rápida a un mundo en constante cambio, conectarse con otras personas, saber colaborar entre equipos, generar confianza e inspirar a otros. Y no sólo se trata de que entiendan cómo funciona el mundo digital, sino de estimularlos a crear, inventar y cambiar la realidad con un sentido profundamente humano.


El liderazgo no se aprende en un curso, sino que se va desarrollando y fortaleciendo con las experiencias que los niños viven a diario. Entre más temprano acerquemos a los más jóvenes a dichas experiencias, más tiempo tendrán para asimilarlas y desarrollarlas. Porque los líderes del futuro deberán tener conocimientos básicos sobre sistemas digitales, funcionamiento de APIs, estructuras de microservicios, flujos de producto, etc.

Esto les permitirá contar con planes de trabajo, expectativas y decisiones muy claras que pueden ser enfocados fácilmente por sus equipos de trabajo. En ese sentido, un líder del futuro no debe tener miedo de manejar mucha data y métricas, por el contrario, usar las cifras a favor de su proyecto. ¡Vivimos en un mundo donde todo genera un rastro y, por ende, un data point!

Finalmente, la educación más conveniente es aquella que puedas darle a tu hija o hijo hoy, al margen de si es muy básica o muy profunda. Lo importante es relacionarlos y familiarizarlos con los conceptos tecnológicos. Es por ello que en Crack the Code tenemos la consigna de enseñar habilidades de vida como el pensamiento lógico y la resolución de problemas a través de conceptos de programación. No buscamos que todos nuestros alumnos sean programadores, pero sí que se acerquen a dichos conceptos para sumar nuevos enfoques a su manera de pensar y herramientas que les permitan alcanzar sus sueños.

María Vélez, CEO y cofundadora de Crack The Code

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