
VOLAR EN PRIMERA: ¿DE VERDAD VALE LA PENA?
Un líder que se enfoca en el estatus de hoy corre el riesgo de perder el impacto que podría dejar mañana.
Por: Mario ElsnerContinua en la historia

Imagínate esto: estás sentado en primera clase, el asiento se reclina casi por completo, tienes una copa de vino en la mano y una comida gourmet esperando en la bandeja. Estás volando a Brasil, uno de esos viajes que te hacen sentir importante. El asistente de vuelo te llama por tu nombre y te pregunta si necesitas algo más. Todo parece perfecto. Pero, ¿de verdad lo es?
Hace algunos años, estaba a punto de alcanzar mi millón de millas. Viajaba constantemente a lugares como Brasil, Europa, o Asia, y cada vez que me subía a un avión, me sentía más cerca de ese logro. Recuerdo haberlo mencionado en una reunión como si fuera la gran cosa. “Ya casi llego al millón de millas”, decía, con una sonrisa de orgullo. En ese momento, todo parecía parte de un sueño. Salones VIP, ascensos automáticos a primera clase, atención preferencial. Todo eso sonaba increíble.

Pero en medio de todo ese ir y venir, hubo un viaje en particular que me hizo parar en seco. Estaba de regreso de Brasil, en uno de esos vuelos largos de 10 horas, cuando recibí una llamada. Había una emergencia familiar, algo serio. Estaba a miles de kilómetros de distancia, y todo el lujo de primera clase no podía hacer que llegara a tiempo. En ese momento, sentí que todas esas millas que había acumulado no valían nada.
Ahí, en ese asiento cómodo, con mi copa de vino, me di cuenta de algo: estaba persiguiendo un estatus, una ilusión. Y aunque volar en primera era un privilegio, no podía comprarme lo más importante: estar presente cuando realmente lo necesitaba.
Viajar puede sonar emocionante, y no voy a mentir, el trato preferencial se siente bien. Pero el verdadero valor de los viajes no está en los privilegios que acumulas, sino en lo que haces con ellos. Cada vuelo que tomaba, cada ascenso que lograba, me estaba alejando poco a poco de lo que realmente importaba. Y fue en ese vuelo de vuelta desde Brasil cuando me di cuenta de que, en mi búsqueda por “volar alto”, había perdido de vista lo que más valoraba.

Así que quiero compartirte tres mensajes clave que me dejó aquella experiencia:
- El estatus no es sinónimo de éxito verdadero. Volar en primera clase o acumular millones de millas puede parecer un gran logro, pero eso no es lo que define quién eres. El verdadero éxito no está en el lujo, sino en cómo usas tus privilegios para algo más grande.
- No dejes que el estatus te nuble la visión. A veces, estamos tan enfocados en lo que logramos que olvidamos lo que dejamos atrás. No se trata solo de llegar más alto, sino de recordar qué es lo que estás sacrificando en el camino. El estatus puede cegarte si no eres consciente de lo que pierdes.
- No te acomodes: lo que sube, baja rápido. Disfrutar de los privilegios está bien, pero nunca pierdas de vista lo que realmente importa. El estatus puede cambiar de un día para otro, pero las conexiones y los momentos importantes son los que permanecen.

Esta es la frase me digo constantemente para no perderme en las alturas: “Estar en la cima es genial, pero no pierdas de vista el suelo.”
Esta historia no solo es sobre volar, es una analogía de la vida misma. Cuando las cosas van bien, es fácil acomodarse, disfrutar de los privilegios y pensar que hemos llegado a la cima. Pero el verdadero reto es no perder de vista lo que realmente importa mientras estamos ahí arriba.
Un líder que se enfoca en el estatus de hoy corre el riesgo de perder el impacto que podría dejar mañana. Así que, la próxima vez que te acomodes en ese asiento de primera clase, pregúntate: ¿Estoy aquí solo por el lujo, o estoy usando este lugar para marcar una diferencia? Porque lo que sube, baja, y lo que importa al final no es cuán alto llegaste, sino lo que hiciste mientras estuviste allí.
*Mario Elsner es experto en liderazgo y creación de equipos de alto impacto. Es CEO de Business Game Changers, escuela de formación de liderazgo, y director regional en una multinacional de productos de consumo. Síguelo en LinkedIn: Mario Elsner