Leyenda de Nicté-Ha
En Yucatán existen leyendas que pasan de generación en generación gracias a la oralidad. Nos contaron una historia de amor yucateco que da identidad a la región y que te robará más de un suspiro.
Por: Isaac Loeza
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❥ Un amor secreto
Cuenta la leyenda que, en lo más profundo de la selva maya, existía un reino impresiónate cuyo príncipe era conocido como Chacdziedzib (cardenal rojo). Él era un guerrero valiente, venerado y querido por todo su pueblo.
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El príncipe estaba comprometido con una princesa de otro reino con la que contraería matrimonio cuando se convirtiera en rey, pero Chacdziedzib estaba perdidamente enamorado de Nicté-Ha, una plebeya, hija de un guardia del cenote sagrado.
Nicté-Ha era una joven hermosa, como su nombre lo indica, tan hermosa como una blanca flor.
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Siempre vestía de blanco y su amor con Chacdziedzib era único y secreto, tanto que sus familiares no sabían que ambos se reunían todas las noches en el cenote, donde el príncipe cantaba canciones a su amada.
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Un día, el sacerdote del reino descubrió este amor y estando en contra de que una simple plebeya podría llegar a reinar el pueblo, decidió asesinarla.
Las acciones del sacerdote no tardaron en llegar a los oídos de Chacdziedzib por lo que mandó a su nana —una mujer que lo protegió y cuido durante toda su vida —a buscar a Nicté-Ha para que pudieran casarse en secreto, pero el sacerdote al enterarse de eso, siguió a la nana y la asesinó evitando que el mensaje llegará a tiempo a Nicté-Ha.
Al ver que su nana no regresaba, Chacdziedzib decidió ir por su amada al cenote. Al momento de verla, la abrazó con todas sus fuerzas hasta que sintió que una flecha atravesaba el cuerpo de Nicté-Ha quitándole la vida entre sus brazos.
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El sacerdote había cumplido su intención y Nicté-Ha se desvaneció rápidamente en las aguas del cenote.
Chacdziedzib lloró desconsolado y le suplicó a los dioses que lo llevaran con su amada, estos lo escucharon, y el Dios de las Aguas convirtió a Nicté-Ha en una hermosa flor de loto y el Dios de los Pájaros convirtió a Chacdziedzib en un Cardenal.
Desde entonces, el pájaro rojo
baja a las aguas del cenote
para cantarle a sus flores blancas
todos los días. ❥
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