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Reportaje

Cuidado con los ciberataques y el robo de identidad

El problema de salud que aún enfrenta la humanidad ha propiciado un incremento sustancial de ataques cibernéticos y de robo de identidad en miles de personas físicas y morales.

Por: Ulises Navarro Swipe

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| La pandemia, un detonador

Hasta mediados del año pasado, el proveedor de tecnología y conectividad, Cisco, había detectado 120,000 dominios relacionados con la enfermedad de COVID-19. El 75% de esos dominios eran maliciosos y buscaban robar la identidad de los usuarios, extraer datos bancarios y claves de acceso a redes sociales mediante virus troyanos. En Estados Unidos, Europa, Asia, Oriente Medio y África del Norte, una encuesta realizada por el proveedor de soluciones de acceso Fudo Security entre un amplio grupo de altos ejecutivos de ciberseguridad demostró que 42% de los responsables del área a nivel mundial estuvieron de acuerdo en que la pandemia ha cambiado sus prioridades de materia de seguridad. En gran medida, el culpable es el aumento de ataques celebrado por delincuentes, quienes utilizando la COVID como gancho llevan a cabo sus estafas. El FBI informó el año pasado sobre un aumento de 400% en las quejas de ciberseguridad durante la pandemia, y que más de medio millón de usuarios de videoconferencias sufrieron el robo y la venta de sus datos personales. Iván Campos, socio de la práctica de Cyber Risk en Deloitte Spanish Latin America, comenta que la pandemia y el confinamiento propiciaron que muchos ciberataques se dirigieran a industrias que tradicionalmente no habían tenido un enfoque tan robusto en términos de seguridad. Ahora, el riesgo se ha hecho inminente en empresas de logística, retail, manufactura, consumo y farmacéuticas. Incluso varias dependencias del gobierno han sufrido afectaciones.

| Farmacéuticas en el ojo de la delincuencia

Eduardo Zamora, director general de la empresa de software, dispositivos y servicios de ciberseguridad Fortinet, dice que el cibercrimen solo está por debajo de los desastres naturales y el cambio climático como uno de los principales riesgos para la humanidad, según se ha señalado en el Foro Económico Mundial y en la ONU. En poco tiempo, la pandemia de COVID-19 exacerbó los riesgos virtuales para todas las industrias. El desarrollo, distribución y aplicación de vacunas contra el COVID-19 son, sin duda, una necesidad creciente para proteger las vidas de millones de personas; pero, con la llegada de las vacunas, el cibercrimen se ha vuelto más peligroso en una industria fundamental para la recuperación de los países en cuanto a la crisis sanitaria, social y económica: la farmacéutica. Por otra parte, la situación de urgencia generada bajo la propuesta de recuperación sanitaria, social y económica crea la oportunidad perfecta para los criminales. Una intrusión exitosa en alguno de los procesos digitales podría resultar en medicamentos contaminados, robo de propiedad intelectual, necesidad de repetir ensayos clínicos, daño a la reputación, tiempo de inactividad, litigios y pérdida de ingresos. Este escenario no solo obliga a las farmacéuticas a fortalecer el blindaje de su información, sino también a establecer una estrategia integral de ciberseguridad para evitar ataques.

| Prevención en todos los ámbitos

Además de las farmacéuticas, empresas, comercios, manufacturas y, en general, todo el sector productivo del país ha llegado al límite y enfrenta una situación insostenible, debido a la pandemia y al aumento progresivo de la inseguridad, señala Alejandro Desfassiaux, presidente de Grupo Multisistemas de Seguridad Industrial. El directivo señala que este año podría ser el más difícil en la historia del país, por los estragos que está provocando la pandemia y la falta de empleo para millones de personas. Tanto personas físicas como morales deben poner mayor atención al tema de seguridad en todos los ámbitos, y no solo a los denominados ciberataques. Como señala Desfassiaux, existen motivos para reconocer a la Policía Cibernética de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la CDMX por haber identificado 13 páginas falsas de supuestas empresas dedicadas a la venta de la vacuna contra COVID-19, alertando así a la población a no proporcionar información y denunciar cualquier publicación relacionada con la venta ilícita de la vacuna. Sin importar que se trate de seguridad física o digital, las organizaciones oficiales requieren de la participación de las empresas de seguridad privada; aunque, dicho sea de paso, hay que tener cuidado, pues muchas de ellas carecen de la capacidad y calidad requeridas. Los usuarios también tienen una gran responsabilidad tanto en el cuidado de la tecnología, como en seleccionar a organizaciones, serias, confiables y con experiencia en todos los rubros que comprenden la seguridad. Irse por lo más barato podría resultar más caro.

| S.O.S: Robo de identidad al alza

El robo de identidad es un crimen en crecimiento en el mundo y México no es la excepción. De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros (Condusef), al cierre de 2020 las reclamaciones de los clientes por fraudes, robo de identidad y operaciones en banca electrónica sumaron más de 4.7 millones de casos y pérdidas cercanas a los 25,000 millones de pesos. “El creciente uso de la tecnología ha traído como consecuencia, además del incremento en ciberataques, delitos de robo de identidad. Prácticamente cualquier persona con un smartphone, computadora o tableta puede ser víctima de un robo de identidad. El riesgo aumenta si eres usuario de redes sociales y compartes detalles de tu vida personal”, asegura Ricardo Alvarado, director ejecutivo de riesgos de la corredora de seguros Lockton México. Existen diversas formas en que los criminales pueden obtener la información personal de un usuario. Por ejemplo, a través de estados de cuenta que llegan por correspondencia o cuando el usuario utiliza una red WiFi pública, permitiendo a los delincuentes el acceso a información personal. Hoy en día se debe poner mucha atención en la información que recibimos o gestionamos, ya sea digital o física. ¿Cuántas veces no hemos dejado nuestros estados de cuenta bancarios sobre el escritorio? ¿Cuántas veces no hemos destruido documentos importantes con las trituradoras que hay en las organizaciones? ¿Cuántas más confiamos nuestra información personal a nuestros compañeros de trabajo? Se necesitan organizaciones con protocolos de seguridad efectivos y personal de seguridad garantizado para ejecutar las acciones de cuidado de nuestra persona, patrimonio y operación. AN

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