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Opinión

El pacto contra la inflación y la carestía, ¿logrará su objetivo?

Por: Xavier Ginebra Serrabou Swipe

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El presidente López Obrador y los representantes de diversas compañías y cámaras empresariales presentaron el Paquete contra la Inflación y la Carestía (PACIC), una serie de medidas y compromisos que asumen gobierno e integrantes de la iniciativa privada en beneficio de las familias mexicanas.

La inflación de abril cerró en 7.72% y el Índice Nacional de Precios al Productor se encuentra por arriba del 10%. ¿De dónde viene este aumento de precios tan súbito, pese a que el gobierno no ha llevado a cabo medidas de emisión excesiva de circulante? En una economía globalizada en la que los países no deben aislarse, lo que sucede en unos países tiene efectos en otros.

En una economía globalizada en la que los países no deben aislarse, lo que sucede en unos países tiene efectos en otros.

Tal fue el caso de Estados Unidos, donde para recuperar la economía tras la pandemia, Biden incorporó trillones de dólares a su economía, lo que hizo que desde 1981 se disparasen los precios por encima del 7.0%, fenómeno que se contagió a México. A esto hay que añadir el incremento del precio del barril de petróleo, como consecuencia de la invasión de Rusia a Ucrania y los efectos sobre la oferta del reinicio de las actividades económicas en la mayor parte del mundo. Esta vez, el alza de precios no se debió a la impresión de billetes del banco central.

| Un acuerdo sin medidas coercitivas

El Pacto tiene el acierto de no utilizar el control de precios como mecanismo para disminuir el costo de la canasta básica; se hizo sobre 24 productos de mayor consumo, dejando al juego de la oferta y la demanda los demás.

Desde su anuncio, se señaló que son medidas para estabilizar 24 productos de la canasta básica a través de estabilizar el precio del gas y la gasolina; aumentar la producción de granos; entregar fertilizantes; mantener sin incremento las tarifas ferroviarias y establecer arancel 0 a la importación de estos productos (básicos e insumos).

El Pacto tiene el acierto de no utilizar el control de precios como mecanismo para disminuir el costo de la canasta básica; se hizo sobre 24 productos de mayor consumo, dejando al juego de la oferta y la demanda los demás.

Quedó claro que es un acuerdo sin medidas coercitivas, imposiciones ni acciones que vayan en detrimento de la actividad económica; no es un control (forzado) de precios; no es siquiera para disminuir precios, sino para estabilizarlos; no le quita dinero al presupuesto asignado a programas específicos; no se hizo siguiendo el proceso para el control de precios de la Ley Federal de Competencia Económica ni parece haber indicios de colusión a primera vista; no obliga a las empresas a sumarse al plan; no tiene medidas coercitivas ni es permanente.

| En la línea correcta, pero se queda corto

El PACIC incluye algunas medidas que no tienen nada que ver con la inflación, como exentar de la carta de porte a los transportistas, fortalecer la seguridad en carreteras y reducir costos y tiempo en el despacho aduanal. Esto se hizo para darle un toque más político al programa y hacer aparecer más completo el Plan, quizá como los Pactos de los ochenta y noventa, pero ya sabemos los nulos efectos que tienen este tipo de anuncios por parte del presidente.

El PACIC no ataca el problema de raíz: instrumentar una política de fomento a la oferta para disminuir los precios de los productos, por lo que sus efectos serán relativos.

La medida va en la línea correcta, aunque hubiera sido mejor pedir su opinión al Banco de México y a la Comisión Federal de Competencia para no vulnerar las normas del mercado. Sin embargo, no ataca el problema de raíz: instrumentar una política de fomento a la oferta para disminuir los precios de los productos (supply-side economy), por lo que sus efectos serán relativos. Esperemos que López Obrador no empiece a acostumbrarse a este tipo de decisiones, que deben ser excepcionales. AN

 

Xavier Ginebra Serrabou es Máster y Doctor en Derecho de la Competencia y Profesor Investigador de la Facultad  de Derecho de la Universidad Panamericana.

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