Edificios que ayudan al planeta
La pintura solar tiene el potencial de crear ciudades que sean energéticamente autosustentables, donde cada pared, casa y edificio se conviertan en fábricas de energía renovable.
Por: Juan Pablo Delgado y Fernanda Kuri
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Comencemos con un hecho irrefutable:
el futuro les pertenece
a las energías renovables.
Los datos hasta el momento son optimistas. De acuerdo con el think tank REN21, las energías renovables tuvieron un año récord en 2019, aumentando su capacidad de energía instalada a nivel global por más de 200 gigavatios (GW), su mayor incremento hasta la fecha.
Por su parte, la Agencia Internacional de Energía (IEA por sus siglas en inglés) indicó que a pesar de la pandemia causada por el SARS-CoV-2, las energías renovables fueron las fuentes de energía más resistente a los cierres económicos.
Mientras que el consumo de hidrocarburos se redujo drásticamente, se estima que el uso global de energías verdes en su conjunto aumentó aproximadamente 1% en 2020; en tanto, el uso de la energía solar, eólica e hidráulica se intensificó hasta en 5% durante el año pasado.
▗ Sin embargo, aun cuando la instalación y la inversión en energías verdes continúa al alza en todo el mundo —permitiendo a millones de personas acceder a energías de bajo costo y de pocas emisiones—, queda todavía mucho trabajo por hacer para lograr una economía y un estilo de vida realmente sustentables.
En su informe de 2020, la misma IEA indica que para 2040 se espera un incremento del 29% en la demanda mundial de gas natural, el cual suministrará el 25% de la energía total consumida en el mundo; por su parte, la demanda mundial de petróleo se acrecentará en 7% y será la fuente para el 28% de la energía total consumida.
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Esto quiere decir que, en 20 años,
los hidrocarburos seguirán siendo
el origen del 53 % de la energía
que consumimos como humanidad.
Pintura solar:
¿una solución viable?
| Los datos anteriores demuestran que aún requerimos de grandes ideas para acelerar la primacía de las energías renovables. Quizás uno de los espacios más fértiles para lograrlo es en el campo de la energía solar.
De acuerdo con la científica Madhumitha Jaganmohan, se espera que el mercado mundial de energía solar alcance los 422 mil millones de dólares en 2022, 390% más que el año 2015, cuando el mercado estaba valuado en 86 mil millones de dólares.
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Hasta ahora, la industria comercial
de energía solar ha dependido
de los tradicionales paneles fotovoltaicos.
Pero aun cuando su costo ha disminuido en el mercado, e incluso cuando ahorra grandes cantidades de dinero a los usuarios, para muchos la molestia y el costo de instalación de estos paneles sigue siendo un factor de disuasión.
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▗ Para remediar estos inconvenientes, un equipo de científicos de Melbourne, Australia, ha avanzado una solución que podría revolucionar nuestra relación entre la arquitectura, el urbanismo y el medio ambiente.
Su radical propuesta:
la pintura solar.
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La idea central de la pintura solar
es básicamente utilizar una sustancia
similar a la pintura convencional
que pueda generar electricidad.
Durante años se ha debatido la factibilidad de esta idea entre la comunidad científica; pero solo en los últimos años se han ido encontrando gradualmente nuevas maneras de llevar esta teoría a la práctica y lograr aplicaciones directas en el mundo real.
▗ A la vanguardia de este esfuerzo se encuentra un equipo de investigadores del Royal Melbourne Institute of Technology (RMIT), quienes crearon un material que funciona como cualquier pintura, pero que genera energía limpia a partir del vapor de agua.
En términos simples, la pintura solar absorbe la humedad que existe en el aire y después utiliza la energía del sol para romper estas moléculas de H2O y separar sus componentes esenciales: el hidrógeno y oxígeno. Posteriormente, se toma el hidrógeno para utilizarlo como combustible renovable.
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En pocas palabras:
estamos frente a una pintura
extractora de hidrógeno.
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▗ El secreto de este proyecto es el sulfuro de molibdeno sintético, un nuevo compuesto químico que absorbe la humedad de manera parecida al gel de sílice (el que viene empaquetado en pequeñas bolsas para mantener secos a diversos productos o alimentos).
Pero a diferencia del gel de sílice, el sulfuro de molibdeno también actúa como un semiconductor para deconstruir las moléculas de agua.
Otro de los ingredientes clave es el óxido de titanio, una sustancia ya presente en la pintura convencional que permite a esta pintura solar utilizar la energía del sol para romper la humedad absorbida en partículas de hidrógeno y oxígeno
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El investigador principal de este proyecto, el Dr. Torben Daeneke, comentó que una de las mayores ventajas es la posible ubicuidad en el uso de su pintura solar: “Cualquier lugar que tenga vapor de agua en el aire, incluso en áreas remotas alejadas del agua, puede producir combustible”.
▗ Su colega, el profesor Kourosh Kalantar-Zadeh, apuntó que el hidrógeno es la fuente de energía más limpia y se puede utilizar en baterías o en motores de combustión convencionales como alternativa a los combustibles fósiles.
| Este proyecto todavía continúa en desarrollo, pero de alcanzar su uso comercial masivo, estaríamos frente a una de las mayores revoluciones en el mundo de la arquitectura, donde será posible transformar las paredes de tu hogar, o incluso a edificios completos, en fábricas de energía renovable.
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Quizá este sea el futuro del urbanismo global: ciudades verdes energéticamente autosustentables, impulsadas por el hidrógeno extraído de propios muros cubiertos con pintura solar.
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