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Boda

La maldición de Bridezilla: si enloqueces todo lo que pueda salir mal, va a salir mal

Imagen: Vika Kirillova

Por: Mariel Otero Del Río Swipe

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El concepto de Bridezilla viene del juego de palabras en inglés bride (novia) y ‘Godzilla’, el monstruo de las películas.

Se dice que cuando una novia está bajo los efectos del estrés pre nupcial, con todos los preparativos y pendientes a realizar para materializar la boda de sus sueños, las cosas se pueden salir de control y pasa a convertirse en toda una bridezilla.

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No es algo que se desee cuando tienes el anillo de compromiso. La presión propia, de los familiares y amigos por una boda perfecta se incrementa y se puede volver insoportable.

Imagen de Leeloo The Firts

❱ ❱ ❱  Ser una novia que quiere una boda memorable no tiene nada de malo, sin embargo, volverse una bridezilla y estar obsesionada con ella, sí. Entre algunas de las señales para identificar este comportamiento están:

Querer controlar todo
Alejar a la gente que te rodea
Peleas constantes con el prometido
No pensar en otra cosa más que en la boda
Querer gastar todo en la fiesta
No tienes tiempo para nada más que no sea el enlace
Vivir comparando tu boda con las de otras personas
No dejar que nadie opine
Estar en una dieta peligrosamente estricta
No disfrutar de la planeación de la boda

Imagen de Depositphotos

La Ley de Murphy y las bridezillas

Con todo esto, y aunque se logre controlar a la fiera que surge con una boda en puerta, una de las cosas de las que nadie habla son las repercusiones de comportarse como una bridezilla.

Además de que todos deseen que la boda pase lo más rápido posible, puede que las cosas salgan justo al contrario de cómo fueron planeadas.

¿Has escuchado de la “Ley de Murphy”? El responsable que formuló esta ley en 1949 fue el ingeniero aeroespacial Edward Aloysius Murphy. Este optimista personaje presentó la idea de que “Si algo puede salir mal, saldrá mal”, ya que con los pensamientos y la actitud hacia la vida como que lo atraen.

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Por lo tanto, si tienes en la mente el pensamiento de que las cosas irán mal, definitivamente así saldrán porque ya lo pensaste de esa manera, según Murphy. Tener nervios es totalmente normal, pero llevarlo al extremo de la obsesión y la famosa ‘mala vibra’, es cuando se complica y la maldición de bridezilla cae sobre ti.

Imagen de Tracy Truhan, Unsplash

La maldición de bridezilla

Ahora, si usamos esta teoría en en una boda ¿qué pasa? Al ser una bridezilla y querer controlar todo, que nada salga mal, que no llueva, que no falte el padrino, no tropezarte, entre muchos ejemplos, según la Ley de Murphy, justo eso ocurrirá.

En el mundo de las nupcias, hay distintas historias que nos llegan a sorprender al respecto. En especial las coordinadoras de bodas o wedding planners tienen infinidades de ellas. Se dice que a las novias más difíciles (bridezillas) les pasa de todo en sus enlaces.

Una coordinadora nos contó la historia de una novia que tuvo sus nupcias en la Riviera Maya. A ella no le parecía nada, no estaba contenta, trataba mal al personal del hotel, se quejaba de cualquier nimiedad.

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Por lo tanto, las chicas que estaban organizando su enlace, trataban de llevar las cosas con calma y respirar profundo, no tomarse el asunto de forma personal y hacer su mejor esfuerzo para que la boda saliera tal y como fue planeada.

 

❱ ❱ ❱  Llegó el gran día y amaneció de lo más bonito el Mar Caribe, con buen clima y un sol estupendo. La ceremonia se iba a celebrar al medio día, entonces el carrito de golf pasó por la novia y de la nada todo el paisaje se nubló y empezó a llover.

Por ello, tuvieron que ocupar el plan B para el enlace, el cual originalmente iba a ser en la playa. Inmediatamente después de terminar con la boda, narra la coordinadora, se despeja el cielo, deja de llover y sale el sol, justo como inició el día.

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Evidentemente nadie lo podía creer, por más lógica que se le quisiera dar al fenómeno meteorológico, no daban razón de lo ocurrido. Por consiguiente, la única respuesta que le atribuyeron fue: “ella era una bridezilla y atrajo la mala suerte”.

Imagen de Kyle Roxas

❱ ❱ ❱  Más allá de las clásicas supersticiones de una boda y la Ley de Murphy, esta historia nos recuerda que un enlace es para disfrutarlo con tu ser amado, para sentirte feliz con la idea de que te vas a casar y unir tu vida a esa persona especial, no para andar gritándole a todo aquel que pase enfrente de ti.

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Así que, déjate fluir, no todo saldrá justo como estaba en tu mente, habrá cosas que estén fuera de tu control, pero no por ello va a ser menos especial. ¡Disfruta del proceso y de tu gran día al máximo!

Imagen Luke Middlemiss

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