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Vida en pareja

Los mitos del amor romántico, por qué esperamos lo imposible

¿Existe la media naranja? ¿El príncipe azul? Estas creencias sobre cómo debería ser amor, nos limitan a experimentar relaciones sanas y satisfactorias. Imagen: Agafonova

Por: Mariel Otero Del Río Swipe

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Tener amor en nuestra vida es importante, mágico, emocionante y claro, una de las metas de la vida. ¿Pero es la única? No. Esa es la idea fantasiosa de un amor imposible de alcanzar.

Por ello, romper con los mitos del amor romántico que nos enseñan los cuentos de princesas, nos permite construir verdaderas relaciones sanas, igualitarias y libres de violencia.

》》》》Lo primero es saber identificarlos para irlos desarticulando de nuestro pensamiento. No es un proceso sencillo, porque desde siglos atrás se nos ha inculcado esa idea del amor perfecto, nos bombardean a diario en la televisión, las redes sociales, las novelas románticas, las películas, la música incluso en los videos de TikTok.

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Sin embargo, es una idealización del amor perfecto, que seamos sinceros, no existe, pero eso no quiere decir que no podamos vivir el romance, la pasión y todas esas emociones bonitas, solo que hay que experimentarlo desde un lugar sano y consciente.

Imagen de Find Magic

¿De dónde viene el amor romántico?

De acuerdo con la autora Mercela Legarde, el amor romántico surgió desde el amor burgués en Europa en los siglos XIV, XV y XVI. Aquí el amor y el matrimonio debían ir de la mano, y las relaciones afectivas quedan marcadas dentro de la monogamia y la heterosexualidad.

Por lo tanto, a las mujeres se les dejaba claro que no eran dueñas de sus cuerpos y su sexualidad, lo cual las dejaba a merced de sus esposos. Ellas perdían su libertad y terminaban siendo dependientes de sus maridos, quienes las subordinan y las convierten en objetos en nombre del amor.

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El concepto gira en torno a una construcción social, al ideal romántico. ¿Cómo? Al encargarse de idealizar y crear la idea del soñado príncipe azul. De esta forma, las mujeres potencializadas por el amor dan una entrega incondicional, dependen de la figura de su pareja y se cree necesitada de su protección y afecto.

Además, estos anhelos hacen que surja el ideal del matrimonio como demostración de amor, en lugar de una elección de pareja, como lo conocemos hoy en día.

Esta forma de “amar”, dio lugar a una serie de mitos, los cuales son un conjunto de creencias socialmente compartidas sobre la supuesta “naturaleza” del amor.

Imagen de Alaska Adventure Photographer

Los mitos del amor romántico

Los mitos románticos suelen ser ficticios, absurdos, engañosos e irracionales de acuerdo con otra autora, Yela. Sin embargo, no por tener estas características no significa que dejemos de creer en ellos con todo lo aprendido.

1. La media naranja

Es la creencia que dice elegimos a la pareja que teníamos predestinada de algún modo y que además es la única. De allí se deriva la idea de las almas gemelas, esas personas con las que se guarda una química íntima, especial e irrepetible.

Un concepto cultivado a lo largo de la historia como el máximo a lo que aspirar en el amor romántico para un “felices para siempre”.

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Lo cierto es que, aunque esa persona sea totalmente diferente a las otras con las que has estado, no tiene por qué ser la definitiva. Existen muchos amores, solo hay que estar dispuesto a abrirse a las posibilidades. Es muy negativo pensar que solo un amor te puede hacer feliz y más durante toda la vida.

Imagen de Mateus Souza

2. Emparejamiento

Muy ligado al anterior, es la creencia en que la pareja es algo que se da de manera natural y universal, y que además la monogamia amorosa está presente en todas las épocas y culturas.

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Además, hace referencia a que el amor de pareja es el centro de tu existencia y solo puedes ser feliz si la tienes, dejando de lado otros aspectos de tu vida. En otras palabras, una entrega total. Recuerda que una relación se trabaja y no llega por arte de magia.

3. Exclusividad

Es la idea que no se puede estar enamorado de dos personas a la vez y está relacionado a la fidelidad. Por ello, este mito es asociado al miedo al abandono.

Esto no quiere decir que se tenga que llegar al otro extremo como una relación poliamorosa, sino que es natural sentir atracción por otros seres humanos y no debería haber culpa por ello.

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Cada pareja debe acordar qué tipo de relación quiere tener, es la libertad de elección, no darlo por hecho a la primera.

Imagen Depositphotos

4. La pasión eterna

Este dice que el amor romántico y pasional de los primeros meses de una pareja puede y debe perdurar al pasar de los años. De hecho, las relaciones pasan por varias fases en su desarrollo. Ese principio donde las hormonas juegan un papel muy importante no dura toda la vida por más hermosa y bien que se sienta.

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Pero, eso no es malo, solo es un cambio con más calma, tranquilidad y complicidad. Incluso, cuando llega esa fase, muchas parejas piensas que han perdido la pasión o ”chispa” y que no deberían seguir adelante.

Al igual que la relación se modifica con el paso del tiempo, las relaciones sexuales también lo hacen.

5. Fidelidad

La creencia de que todos los deseos pasionales, románticos y eróticos deben satisfacerse únicamente con una persona, la propia pareja, si es que se aman de verdad. No obstante, este mito ayuda a categorizar el amor como sinónimo de posesión y exclusividad.

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Además, al creer que las mujeres son más románticas, por lo tanto, también es más importante la fidelidad para ellas. Este es un claro ejemplo de los estereotipos de género.

6. Los celos

¿Los celos son un signo de amor? Hay quienes incluso los ven como un requisito de uno verdadero. Este mito fue introducido por la religión como una garantía de la exclusividad y la fidelidad que deben acompañar a la relación. Sin embargo, son una forma de violencia que busca justificar comportamientos egoístas, injustos y represivos.

Los celos son una representación de los miedos e inseguridades de cada persona. Si bien, sentirlos puede ser una emoción natural, el problema es cuando no se sabe manejar esa emoción y lleva a elaborar conductas destructivas.

Imagen de Vladlen Lysenko

7. La equivalencia

Es la creencia que el “amor” y el “enamoramiento” son equivalentes o iguales. Por lo tanto, si una persona deja de estar apasionadamente enamorada es que ya no ama a su pareja, y así lo mejor que podría hacer es abandonar la relación.

José José lo explicó de otra manera, “porque todos sabemos querer, pero pocos sabemos amar”.

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Quitando el factor tóxico de la canción, el estar enamorado es un estado emocional y químico cerebral que se caracteriza por la fuerte atracción hacia una persona, mientras que el amor es un sentimiento que se siente hacia otra persona a la que ya conoce de manera íntima y personal, ya sabe todo lo bueno y malo y lo acepta tal y como es. Y no, el amar no es sufrir ni darlo todo.

8. El amor lo puede todo

De esta forma, si el amor lo puede todo, los obstáculos que se presenten en la relación no deben influir sobre la pareja. Se cree que si hay suficiente amor se podrá enmendar o arreglar todos los problemas y hasta justificar las conductas. No obstante, el amor no es la solución a las dificultades.

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Los seres humanos tenemos procesos propios y un mundo interior muy basto que si se enriquece gracias al amor, pero no debido a él.

Las parejas pasan por fases difíciles y hay que aprender a afrontarlas. Solo por el hecho de querer a una persona no es razón suficiente para mantenerla a costa de todo.

Imagen de Dmitry Ganin

9. El libre albedrío

Este mito va más hacia lo social. Es decir, es la idea de que los sentimientos amorosos son absolutamente íntimos y pertenecen a la persona como individuo y no están influidos por los factores externos, es decir, son ajenos a la voluntad y conciencia.

Pero, aceptarlo tal cual sería no reconocer las presiones biológicas, sociales y culturales a las que las personas podemos estar sometidas.

En especial a las mujeres se les presiona para contraer matrimonio, tener hijos y una relación estable, sino es así muchas personas piensan (erróneamente) que no se ha realizado como mujer. ¿Te suena la frase “el reloj biológico corre”? O ¿”Ya te vas a quedar solterona”?

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Nos enseñan que no vamos a sentirnos completos si no tenemos una pareja a nuestro lado
,
o mejor aún, sino tenemos al amor de nuestra vida. Pero ¿por qué no puede ser más de uno? De hecho, hay miles de personas que contraen nupcias por segunda, tercera, cuarta vez.

El matrimonio y las uniones deberían ser libres de prejuicios, por decisión propia y no por cumplir un mandato social o cultural.

Imagen María Orlova

Con los pies en la tierra,
pero soñando bonito

El amor es el motor que mueve al mundo, de eso no hay duda alguna, pero depositarlo en solo una persona es algo que perpetúa el amor romántico.

El amor está también en los amigos, familia y hasta mascotas, está en las cosas desconsideradas que hacemos a diario, en las pequeñas acciones, en preocuparse por quienes quieres y traes en el corazón todos los días.

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Hay que buscar alternativas para vivir un amor sano y que nos dé felicidad.
Primero que nada, debes procurarte, cuidarte y darte mucho amor propio, luego la comunicación y la negociación en la relación es fundamental. Además de asumir la idea de la diversidad de pensamiento, el desarrollo personal, la equidad, y la libertad sexual y reproductiva.

Terminar con los mitos del amor romántico es complicado, ya que es necesario un cambio en la cultura donde se dé la apertura a que el amor es cuidado, afecto, respeto, compromiso, confianza y reconocimiento. Un cuento de hadas de la vida real.

Imagen de Leeloo The First

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