Días más, días menos, la mayoría de las empresas está cumpliendo un año desde que enviaron a sus empleados a trabajar en casa. Lo que hoy parece natural, tanto para quienes trabajamos en nuestros hogares como para las organizaciones que nos apoyaron para lograrlo, no fue así hace 365 días.
Casi de la noche a la mañana, las empresas se vieron en la necesidad de confiarnos nuestras responsabilidades a distancia y no como no habíamos hecho por décadas. La pandemia de COVID-19 y sus tremendas consecuencias en la salud no daban pie para una alternativa mejor.
De acuerdo con diversos estudios, dos de cada tres empresas en México no estaban preparadas para el trabajo remoto, pero ante los enormes riesgos en cuanto a pérdida de competitividad, clientes y participación de mercado, vulnerabilidad informativa y escasez de recursos tecnológicos, entre otros, tuvieron que implementarlo.
Pese al desafío, este fenómeno ha sido muy bien capitalizado por algunas organizaciones, como Teleperformance, cuya historia evidencia que cuando se actúa con prontitud y poniendo al centro de la estrategia al cliente, los resultados son extraordinarios. Sobre sus estrategias y la transformación que realizó platicamos en exclusiva con Juan Ignacio Sada, CEO para México, Centroamérica y el Caribe de la compañía.
También te presentamos un par de reportajes complementarios para hacer frente a las actuales y futuras modificaciones del mercado laboral. El primero de ellos se refiere al trabajo en casa y el segundo a las tendencias tecnológicas para los siguientes años, que no debemos perder de vista.
Lo cierto es que, una vez pasada la disrupción inicial, cada día veremos más empresas acomodándose y ofreciendo modelo de trabajo híbrido que combine el trabajo remoto y el in situ. El concepto de oficina, sin duda, se encuentra en una nueva etapa, en la que su conformación dejará de ser lineal y sectorial, con miras a rediseñarse y reorganizarse, eliminando los cubículos y oficinas individuales que conocíamos hasta abril de 2020, para constituirse en espacios de reunión colaborativos.
Si bien los cambios para la operación cotidiana de las organizaciones han dado frutos y han reducido costos, también las modificaciones obligadas por la pandemia han traído consecuencias irreparables en decenas de sectores. Uno de ellos es el turismo de negocios.
Sobre esta actividad económica de inmensas repercusiones para México, te presentamos un vasto reportaje, así como entrevistas a Braulio Arsuaga, presidente del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET), y Tere Solís, experta en la Industria de Turismo y Desarrollo Regional de Deloitte LATAM. Sus observaciones son fundamentales para quienes participan de manera activa en esta industria, sobre todo cuando la recuperación de las empresas que viven del turismo de negocios tardará muchos meses más.
La recuperación de la industria de reuniones será clave para el sector turístico, pues este segmento significa un gasto anual de 35,000 millones de dólares en nuestro país, equivalente al 1.8% del PIB nacional, genera alrededor de 900,000 empleos y ocupa 30 millones de cuartos-noche al año, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Turismo federal. AN