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Opinión

¿Por qué las empresas deciden ir a un arbitraje comercial en los litigios?

Antes de responder esta pregunta, debemos tener claro qué es el arbitraje comercial. Es un medio alternativo de solución de controversias en el cual los particulares deciden plantear su conflicto ante un particular (árbitro o tribunal arbitral) y no ante una autoridad judicial.

BC&B

Por: Raúl Herrera Swipe

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A continuación, algunas de las razones por las cuales las empresas acuden al arbitraje y no ante un juez para dirimir sus controversias.

| Celeridad 

En términos generales, una controversia de orden judicial plantea la posibilidad de pensar en diversas instancias judiciales que se podrían hacer valer tanto en fuero común como en fuero federal, por medio de la interposición de recursos (apelación) o de la promoción de un juicio de garantías (amparo), antes de arribar a una resolución final y definitiva del caso. Esto se traduce en mayor tiempo de litigio.

A diferencia de los litigios judiciales, el arbitraje se compone de una sola instancia en la que se plantea la controversia, se discute y se ofrecen los medios de prueba correspondientes que se desahogarán en las audiencias. Posteriormente se presentan alegatos y se llega al dictado del laudo que resolverá el debate, con lo cual se reducen sustancialmente los tiempos en beneficio de las partes.

Por regla general, el arbitraje presenta una mayor celeridad en la resolución de controversias que un litigio judicial, ya que se trata de una sola instancia. Esto beneficia a las partes en cuanto a la reducción de los tiempos.


El arbitraje ofrece una gran bondad a las partes que intervienen: la posibilidad de nombrar a un verdadero especialista o grupo de especialistas para resolver la controversia.


| Especialización y flexibilidad

Una segunda razón por la cual el arbitraje es preferido por las empresas sobre un litigio judicial es su especialización y flexibilidad. El arbitraje ofrece una gran bondad a las partes que intervienen: la posibilidad de nombrar a un verdadero especialista o grupo de especialistas para resolver la controversia.

En otras palabras, el juez es perito en derecho, pero eso no lo hace especialista en ingeniería, telecomunicaciones o secretos industriales (por mencionar algunos), temas sobre los cuales puede versar la controversia.

En conflictos que involucran temas especializados lo recomendable es contar con un especialista o grupo de especialistas que entiendan el lenguaje que se discutirá en el arbitraje y que tengan la sensibilidad para saber, en términos pragmáticos, cómo resolver la polémica.

En caso de que una controversia involucre la resolución de un tema especializado (por ejemplo, la construcción de un satélite de telecomunicaciones) y esta se llegase a discutir en un litigio judicial, la controversia será conocida y dirimida por un perito en derecho (juez), quien no necesariamente es especialista en la materia del conflicto. En el arbitraje, las partes pueden acordar que un verdadero especialista sea quien resuelva el asunto.

Para ser árbitro no se requiere ser licenciado en derecho (abogado), a diferencia de los jueces que necesariamente tienen que serlo para ejercer dicho cargo. Esta flexibilidad que brinda el arbitraje permite nombrar o designar a un especialista de una materia determinada para dirimir y resolver la controversia, sin que necesariamente ese especialista tenga que ser licenciado en derecho.


El arbitraje es un medio de solución de controversias confiable, lo que se demuestra con el crecimiento exponencial que ha tenido en los últimos años.


| Confiabilidad

Una tercera razón por la cual las empresas eligen el arbitraje es su confiabilidad: en la resolución de sus controversias quieren evitar cualquier tipo de riesgo relacionado con la corrupción.

El arbitraje es un medio de solución de controversias confiable, lo que se demuestra con el crecimiento exponencial que ha tenido en los últimos años. Existen instituciones, a nivel nacional e internacional, que se dedican a administrar arbitrajes, con lo cual su confiabilidad se robustece.

Así, a diferencia del arbitraje, la confiabilidad del sistema de impartición de justicia de nuestro país se ha visto afectada por casos aislados de corrupción que las empresas quieren evitar cuando se trata de resolver sus controversias.

Por tanto, el arbitraje es preferido por las empresas sobre un litigio judicial, pues es confiable, expedito, flexible y especializado, a diferencia de un juicio en el que los plazos procesales son largos. Además, se debe considerar el riesgo de corrupción y el hecho de que un proceso judicial es rígido (normas del proceso) y no necesariamente quien resuelve la controversia (juez) es un especialista en el tema. AN

Raúl Herrera

Socio de BC&B

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