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Estrategias

EL NUEVO LIDERAZGO GENERACIONAL

La llegada de la generación Z a la fuerza laboral y el que más millennials estén asumiendo roles con mayor peso jerárquico ha provocado que las organizaciones tengan que replantear a sus equipos de trabajo.

Por: Ricardo Triana Swipe

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Con la llegada de la pandemia, muchas empresas han tenido que adaptarse a nuevas formas de trabajar y de realizar las actividades cotidianas para poder subsistir. Asimismo, la llegada de la generación Z a la fuerza laboral y el que más millennials estén asumiendo roles con mayor peso jerárquico dentro de las empresas, ha provocado que las organizaciones tengan que reajustar y replantear equipos de trabajo, asignación de responsabilidades, herramientas digitales y formas o procesos para llevar a cabo las actividades laborales.

Entre ellas: el uso y manejo de la tecnología como su principal herramienta; una disposición más ágil para abordar el cambio; una mentalidad natural para la colaboración; un compromiso profundo con la inclusión y los problemas ambientales; y expectativas muy altas sobre lo que eso significa como parte de la cultura organizacional de la empresa en la que se colabore.


Es un hecho que las empresas y organizaciones necesitan hacer un cambio para restablecer procesos y poder colaborar de una manera más eficiente y efectiva con los más jóvenes. De acuerdo con, Project Management Institute, asociación líder a nivel mundial en gestión de proyectos, estas son las cinco reglas que toda empresa debe seguir para hacer sinergia con esta nueva generación de líderes.

Empresas que siguen señalando y culpando a sus empleados son cada vez menos aceptadas. Las nuevas generaciones traen consigo nuevas ideas, y el objetivo es adaptarse para capitalizar ese potencial joven y tener una mejor relación y ambiente organizacional para reducir el riesgo de perder talento joven y vanguardista.

Eso significa un cambio de aplaudir la perfección a aplaudir a aquellos que están dispuestos a innovar. Probar una nueva tecnología, tomar una clase, ofrecerse como voluntario para un proyecto en el límite exterior de su experiencia. Dejar que muestren sus habilidades e ideas, al mismo tiempo que se les brinda oportunidades para desempeñar un papel más importante en la organización o el proyecto.


Los jóvenes están acostumbrados a la velocidad. De acuerdo con una encuesta global de The Workforce Institute, grupo de expertos que ayudan a organizaciones a través de investigaciones sobre gestión del capital humano para subir el rendimiento, más de la mitad (57%) de los trabajadores de la Generación Z esperan ser promovidos al menos una vez al año.

En empresas como Ericsson, los nuevos aprendices pasan de tres a seis meses en un programa dirigido por un CEO en el que se mueven entre diferentes áreas de la empresa para ver cómo funciona cada equipo. Después de cada rotación, el CEO o director senior se reúne con los aprendices para conocer qué es lo que más les gustó y sugerir nuevos desafíos.


La inteligencia artificial y el aprendizaje automático pueden prometer impulsar el progreso de un proyecto, pero es el impulso de la inclusión con una variedad de habilidades y puntos de vista lo que facilitará esos avances tecnológicos. Los líderes de proyectos jóvenes no solo piden un mayor énfasis en la empatía, lo están exigiendo. Tan solo el 63% de esta generación de millennials, afirman que dejarían una organización que no comparte valores clave como la diversidad e inclusión, según datos de la empresa auditora, Deloitte.


Según una encuesta de Deloitte de 2019, el 46% de los millennials y el 47% de la Generación Z aspiran a tener un impacto positivo en la sociedad. El 32% de ellos piensan que las empresas deberían trabajar en lograr ese impacto. De hecho, casi 40% de los millennials estadounidenses afirmaron que habían elegido trabajar en una organización debido a sus medidas de sostenibilidad y alineamiento a sus valores personales.

Los jóvenes sienten pasión por el cambio social e instintivamente compran la idea de que todo el mundo debería ser un agente de cambio o changemaker. En PMI, nuestro compromiso de aumentar nuestro impacto en 10X refleja este deseo de tener un impacto en sus carreras, en sus vidas personales y, a un nivel humano fundamental, en sus propias comunidades.


Tanto a los millennials como a la generación Z les gusta la retroalimentación. A veces, tienden a impacientarse cuando no hay seguimiento después de una tarea completada, ya que ven cualquier ejemplo de retroalimentación como una oportunidad para corregir el rumbo y mejorar el trabajo en ese momento.

Ayudar a equipar a los más jóvenes con herramientas para que se enseñen por sí mismo es una clave para fortalecer la relación y crear fidelidad con la empresa. Una de las mejores formas de aprender es a través de sus propios errores. Las personas más jóvenes no tienen miedo de cometer un error, pero no quieren repetir el pasado, por lo que están especialmente interesadas en los datos de proyectos y el análisis de rendimiento.


La llegada de esta nueva generación de líderes es inminente. Agregando los tiempos extraordinarios que estamos viviendo, el mercado laboral está experimentando grandes cambios. Siguiendo estas reglas y consejos, las empresas y organizaciones pueden prepararse para tomar la ola juvenil que está llegando de una manera que beneficie a ambas partes.

La única forma en que podemos tener un futuro más brillante para toda la humanidad es cuando todas las generaciones trabajen juntas y colaboren de una madera sinérgica. En PMI, estamos comprometidos a ser los que ayuden a que esto suceda y así dar paso a mejores oportunidades a esta generación y las futuras.

 

*Ricardo Triana es Managing Director of Latin America de Project Management Institute.

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