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Ceboruco: ascenso al volcán vivo

Por: José Ángel Araujo Swipe

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Por Nayarit corre el Eje Neovolcánico Mexicano que aporta con el único volcán activo que tiene: el Ceboruco. Un gigante tesoro que puede visitarse hasta su cráter, una experiencia que debe vivirse en el Pueblo Mágico Jala. 

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▴▵▴▵▴ Antes de mi llegada al Pueblo Mágico Jala, en Nayarit, poco sabía de este lugar. Visitarlo fue un gran descubrimiento porque el pequeño pueblo ofrece encantadoras calles llenas de color y tranquilidad.

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Soy ese viajero que disfruta recorrer las calles para encontrarse con largos momentos de silencio y Jala resultó ideal para hacerlo.

Jala es un paraíso para explorar. Es un sitio lleno de bondades gastronómicas y culturales, con una belleza natural excepcional. Entre sus atractivos está el volcán Ceboruco, también conocido como “El Gigante Negro”.

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El volcán Ceboruco está clasificado
como uno de los volcanes activos de México.
Su última erupción ocurrió en 1870
y se prolongó por cinco años.

 

 

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El gigante activo

▴▵▴▵▴ La travesía hacia el volcán comenzó en el segundo día de mi visita a Jala. Después de un trayecto en auto desde el centro del Pueblo Mágico, aproximadamente 15 minutos después, llegamos a las faldas del volcán. Ahí se encuentra uno de los mejores lugares para comer en Jala.

El Rincón del Campesino es un restaurante abierto sábados y domingos para deleitar a todos en su paso al volcán. Aquí cosechan muchos de los ingredientes que comparten en sus almuerzos, incluyendo el maíz que en parte se nutre de las cenizas que el Ceboruco ha expulsado.

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Desde ahí es mejor continuar en auto porque el cráter aún está retirado y es mejor conservar la energía para explorar más arriba. Este es el único volcán en México donde se puede llegar hasta este punto en cualquier vehículo.

Un ecosistema para contemplar

▴▵▴▵▴ Todo el trayecto es posible admirar mucha de la vegetación que crece alrededor, que durante la temporada de lluvia se llena del verde de la espesa naturaleza que ha encontrado vida en el volcán. 

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Con paciencia y siendo respetuoso con el entorno, será posible divisar alguno de los animales que aquí habitan. En el camino hay rastros del paso de venados, coyotes y hasta jaguares y pumas. También una gran variedad de aves son parte de este ecosistema que cambia cada tanto mientras más arriba nos encontramos. El Ceboruco alcanza los 2280 m s. n. m.

El cráter del volcán

▴▵▴▵▴ Llegamos en vehículo hasta el cráter. Difícil es imaginar que este gigante de piedra está activo, aunque en 1870 tuvo su última erupción. Es posible ver rastros de este último fenómeno geológico que produjo más de un kilómetro cúbico de lava. 

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El guía que nos acompaña hasta el cráter señala que esa última actividad fue tan enérgica que se extendió seis kilómetros hacia el sur del volcán. Desde el mirador podemos apreciar las piedras volcánicas que también pueden admirarse al circular por la carretera libre Tepic–Guadalajara.

Las fumarolas

▴▵▴▵▴ Apenas llegamos al cráter bajamos de la camioneta para apreciar la muestra de la actividad dentro de este gigante. Las columnas de vapor se crean por el manto freático que al aumentar su temperatura exhala de las entrañas de la tierra de manera permanente en forma de vapor. 

Nos acercamos lo más que pudimos al lugar, no sin antes pedir permiso al Ceboruco a través de los guías. Jala es tierra de brujos, por eso aquí y en algunas calles del pueblo es común verlos en las calles haciendo limpias o como aquí, permitiendo que el Ceboruco hable a través de su cuerpo. 

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Las fumarolas, por supuesto, emanan calor. Es impresionante el poder de la naturaleza y sus formas de expresión. Los rastros de la última erupción están en todo el cráter, en el suelo que está lleno de piedras y arena negra.    

Aquí hay actividades para disfrutar este singular espacio, como los paseos en bicicleta o el senderismo para llegar al punto exacto donde ocurrió la expulsión de lava. La caminata tomará otros 40 minutos para encontrar esta zona, pero vale la pena recorrerla. En el trayecto es posible ver escenarios que te harán sentir en otro planeta.

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El volcán Ceboruco es un pretexto para conocer este Pueblo Mágico lleno de encanto y visitar este gigante que lo mismo es sede de eventos deportivos que un lugar de conexión con la naturaleza.

No dejes de llevar algunas de sus artesanías y recuerdos comestibles, mis favoritos: gorditas de horno, bizcotelas y rosquetes para disfrutar en casa y prolongar el viaje unos cuantos bocados más.

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