mexicodesconocido
Regresar a la edición
Pantalla completa Compartir Accesibilidad Tamaño de texto
A- A+
Animaciones
Iniciar sesión

Velada de difuntos en Tlaxcala

Por: / FOTOS: @ Fernando Camacho Swipe

Continua en la historia

Swipe Desliza a la izquierda para continuar

.

.


Hay lugares y partes de nuestro México que guardan tradiciones y costumbres íntimas que con el avance de la tecnología se vuelven visibles y creemos que tiene poco de realizarse, cuando la realidad es que llevan décadas o incluso siglos dándole sentido a la cultura de una comunidad, barrio o población.

Les platicaré de un lugar ubicado a 2,600 metros sobre el nivel del mar (msnm) en el estado de Tlaxcala, dentro de la cabecera municipal de San Pablo del Monte, un municipio colindante con Puebla y a faldas de la Matlatcuéyetl, mejor conocida como La Malinche.

La comunidad es muy reservada, son nahuas y, por desgracia, la discriminación por su lengua madre ha provocado que muchos se aíslen o dejen de enseñar tan hermoso idioma, incluso hasta algunas costumbres las han cambiado para no sentirse fuera de la actualizad y no vivir en el olvido.

Una de estas costumbres es la velación de los difuntos en los panteones la noche y madrugada del 1ro de noviembre, un día antes de Todo Santos, cuando las tumbas de sus familiares muertos se adornan de flores naranjas, rojas y blancas, se llenan de veladoras y olores a incienso y copal, para después compartir los alimentos y estar con ellos toda la noche.

.

.

Antes el camposanto se encontraba a un lado de la iglesia en el centro de la comunidad, pero el crecimiento poblacional obligó a trasladarlo a la periferia del pueblo.

Nuestros abuelitos (menciona una mujer oriunda de ahí) después de poner la ofrenda en casa, con mole, pan, atole de maíz y una cervecita o pulque (ríe), acudían al panteón, aquí en el centro, y adornaban el montón de tierra con flores que ellos cosechaban, les ponían maíces, velas, después traían un poco de pulque y un taquito para acompañarlos”.

.

.

“Se convive toda la noche en la tumba, rezando y platicando esos momentos en vida, recordando esas experiencias felices y tristes, contando las anécdotas de esos tiempos”.

Actualmente se sigue realizando esta velación y acompañamiento de los familiares en el panteón.

.

.

Se realiza en dos lugares, en el antiguo panteón (en el centro del pueblo) y en el camposanto de la comunidad; si eres observador, percibirás al anochecer las luces de las velas, un encuentro entre la vida y la muerte y un reencuentro ancestral donde el respeto, amor y recuerdo “a los que se nos adelantaron” perdura. Aquí la muerte se vuelve nuestra amiga por unas horas y convive con lo vivos, riendo, cantando, comiendo y bebiendo un pulquito.

Las imágenes corresponden al año 2019, antes de que la pandemia cerrara panteones para la celebración de Día de Muertos en 2020.

Pero este año las condiciones sanitarias nos permiten recontarnos nuevamente en este ritual íntimo que se vuelve fiesta, un convite que lleva siglos realizándose y que es colorido en todos los sentidos.

También en esta edición

Compartir