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Los diamantes: cortes, características y encanto

Los diamantes y las bodas van de la mano, así de simple. Ya sea para el anillo de compromiso o para los accesorios que complementarán el ajuar (o ambos), ellos deslumbran con su brillo eterno. Aquí, algunas cosas importantes que debes saber al respecto.

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De todos los lujos, se dice que los diamantes son la mejor inversión: son pequeños, bellos, muy cotizados. A lo largo de la historia, ha maravillado al ser humano por su belleza y misterio. Esta piedra, un recurso natural no renovable, es el material más duro que existe

Foto: Cartier

Algunos puntos a tomar en cuenta, cuando de diamantes hablamos:

Peso (carat): Se mide en quilates, y su abreviatura es ct.

Color (colour): Cuanto más blanco es un diamante tallado será más bonito, escaso y valioso.

Corte (cut): Se refiere a las proporciones del diamante, sea cual sea su forma. Dichas proporciones son: la profundidad de su pabellón, la altura de su corona y la uniformidad y simetría de todas sus facetas.

Pureza (clarity): Esta característica determina la ausencia o presencia de defectos, y el tamaño y número de inclusiones (marcas internas) en el interior o en la superficie de un diamante tallado. Cuanto más puro y limpio es un diamante tallado, más brillo y luz refleja y –en consecuencia– más escaso y valioso resulta.

Foto: Ada Diamonds

Las formas más populares de los diamantes que se usan en los anillos de compromiso son:

Redondo brillante: Este es uno de los cortes más populares. Perfectamente redondo, tiene un brillo intenso debido a sus 58 caras pulidas. Es el más brillante de todos, pero también uno de los más costosos.

Princesa: Fue creado en Francia en 1960 y ahora se ha convertido en el segundo corte más popular. Se caracteriza por ser sumamente brillante.

Foto: Tiffany

Oval: Es un corte sumamente elegante y único. Ya que es alargado, aparenta ser más grande que otros cortes. Es muy brillante y perfecto para manos pequeñas, pues alarga y adelgaza los dedos.

Pera: Este diamante cortado en forma de pera es perfecto para que las manos luzcan más femeninas. Para dar este efecto, la parte puntiaguda deberá apuntar al frente del cuerpo.

Foto: Chopard

Marquesa: Es un diseño muy similar al oval, pero con las puntas puntiagudas en lugar de redondas (algo así como un balón de futbol americano). Ya que son alargados y angostos, aparentan ser más grandes.

Corazón: ¡El más romántico de todos! Al elegir uno, es importante que revises que tenga una simetría perfecta. Asimismo, la punta debería ser puntiaguda y no redonda. Son una buena opción si planeas comprar un diamante de más de .50 k; de lo contrario, la forma no se percibirá tan bien.

Foto: Cartier

Esmeralda: Este corte, inspirado en el corte que se les da a las esmeraldas, es rectangular y tiene las esquinas recortadas. Es muy elegante y tiene un aire vintage inigualable.

Cojín: Es una mezcla entre el corte rectangular y el ovalado, y tiene, tal cual, la forma de un cojín. Es un corte clásico que ha adquirido una enorme popularidad en los últimos años. Suele acompañarse por un halo de diamantes más pequeños.

Foto: Tiffany

En cuanto a la limpieza casera, puedes usar un cepillo de dientes de bebé con bicarbonato para remover restos de crema, jabón y polvo. No obstante, lo ideal es ir con el joyero cada seis meses, en el caso del oro, y cada ocho, si se trata de platino. De esta manera, el anillo siempre estará pulido, ajustado y brillante.

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