▌Una manera de conocer México es desde la visión del respeto por sus pueblos originarios. En esta edición quisimos reunir cuatro proyectos ecoturísticos, que pertenecen al programa Paraísos Indígenas, que se caracterizan por ser manejados por comunidades rurales, campesinas e indígenas: nahuas de la Sierra Norte de Puebla, purépechas de Michoacán, mayas en Yucatán y zapotecas en Oaxaca se han organizado para convertirse en anfitriones y vigilantes de los tesoros que los rodean: cenotes, cascadas, lagos, sierra, grutas, danzas, telares, cosechas, aromas, lenguas.
Guardianas de lo más auténtico, de lo más profundo de México, estas comunidades son ventanas a otras maneras de mirar el entorno, el mundo, el Universo y a nosotros mismos. Aprender de estas culturas milenarias nos hará mucho bien. Paseos al aire libre y con la misión de ayudar a comunidades locales son dos de las tendencias de viaje que caracterizan la recuperación del turismo. Si acaso decides salir o no, échale un ojo a estos proyectos donde palpita una cosmovisión que busca autonomía y equilibrio ambiental.
Y sobre sustentabilidad te contamos también sobre San Pancho, el pueblo cosmopolita de la Riviera Nayarit. Una entrega de Blanca Dubón que resulta muy estimulante en el renglón de los rincones donde los proyectos ecológicos y la visión comunitaria se han vuelto la norma. Por otro lado, en Quintana Roo, Íñigo nos muestra la asombrosa experiencia de nadar con tiburones toro. Y para continuar con la defensa de las raíces mexicanas, Candelilla 16 se erige como un antirestaurante que promete historias, delicias y momentos entrañables.
La aventura en Tamaulipas seguramente sorprenderá a aquellos que han perdido de vista las bellezas naturales que ofrece este estado, donde está, ni más ni menos, el cenote más grande del mundo. Héctor Gómez de la Cortina nos comparte su viaje a Tequila y sus hallazgos en uno de los Pueblos Mágicos de Jalisco.
Ojalá que disfrutes cada clic, así como nuestros viajeros expertos y nosotros (editores y diseñadores) hemos disfrutado al ensamblar estas piezas de un México que es muchos Méxicos y que al mismo tiempo es uno solo: el nuestro.