Día de Muertos prehispánico, el origen de la fiesta actual para los difuntos
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Los ritos para despedir a los difuntos dieron origen al Día de Muertos prehispánico, el primer antecedente de la actual celebración. Te contamos la historia.
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Aunque la mayoría de los mexicanos tenemos conciencia de que el Día de Muertos tiene un origen prehispánico, pocos conocen detalladamente cómo eran las celebraciones mortuorias de nuestros ancestros y qué tanto éstas se parecen a las que realizamos en la actualidad.
Día de Muertos prehispánico: Los ritos para despedir a los recién fallecidos
Como todas las culturas, las mesoamericanas, tenían ritos para despedirse de sus difuntos a través de complejas ceremonias que tenían como fin separar definitivamente al difunto de la comunidad de los vivos, cumpliendo éstas con una función catártica para los dolidos familiares. Las culturas originarias de México tenían toda una cosmovisión, con la muerte como parte fundamental de la existencia y donde también despedían a sus difuntos con el Día de Muertos Prehispánico.
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Fueron estas ceremonias las que dieron origen después a las alegres celebraciones de los mexicas, entre otras poblaciones, pero eso lo explicaremos más adelante. Eduardo López Moctezuma, acaso uno de los arqueólogos más reputados en México, precisa que la sociedad azteca creía que la vida continuaba en el más allá, considerando para los difuntos cuatro destinos, cada uno para diferentes tipos de personas.
Día de Muertos prehispánico: Los 4 destinos para los difuntos
El primero de ellos era el Tonatiuhichan, o también llamada como “casa del sol”, un sitio para resguardar tras su muerte a tres tipos de difuntos: los guerreros muertos durante las batallas, los capturados para el sacrificio así como, por alguna razón, a las mujeres embarazadas
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Otro era el Chichihualcuauhco al que iban los bebés muertos para ser amamantados por un enorme árbol nodriza hasta que recobraran las fuerzas suficientes para volver a nacer. Luego estaba el Tlalocan, un paraíso al que llegaban todos los que morían por el agua.
El cuarto, tal vez el más conocido por todos en la actualidad, era el Mictlán, también llamado “el reino de los muertos” destinados para todos aquellos que no fallecían por causas de agua, guerra o parto.
Día de Muertos prehispánico: Rituales y ceremonias una vez al año
Cada uno de estos cuatro destinos requería que el difunto fuera lavado y vestido de formas diferentes, en ocasiones con tanto lujo que era común el comentario que se vestía mejor en la muerte que en la vida.
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Algunas de estos rituales se realizaban cada año, durante los cuatro años posteriores a la muerte, el Día de Muertos prehispánico. Estas fiestas rituales serían las que dieron pie a las celebraciones anuales de los difuntos en el mundo prehispánico, mismas que serían el primer antecedente del Día de Muertos actual.
La fusión de los rituales prehispánicos y españoles
Con el arribo de los españoles los evangelizadores descubrieron que había una coincidencia entre las celebraciones para los muertos llevadas a cabo por los naturales y las realizadas por el catolicismo, llamadas Día de Todos los Santos, dedicada a los santos que fallecieron en nombre de Cristo. Ambas se fusionaron, estableciendo oficialmente que las ceremonias para recordar a los difuntos se llevaran a cabo el 1 y 2 de noviembre.
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Hoy celebramos con flores de cempasúchil para adornar lo mismo tumbas que casas o vías públicas, también llenamos nuestros altares con tejocotes, mandarinas, panes, naranjas, cañas y calaveras de azúcar. Pero no debemos olvidar que todo este jolgorio empezó mucho antes de la llegada de Hernán Cortés a estas tierras.
