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Opinión

ELEGIR ENTRE RENTABILIDAD Y SOSTENIBILIDAD NO ES UNA OPCIÓN

La tecnología tiene el potencial de fortalecer los modelos de negocio y es una herramienta para aumentar la competitividad y contribuir en favor del impacto medioambiental.

Por: Cristina Palmaka Swipe

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Para nadie es un secreto que este año nos ha puesto a prueba a todos y ha replanteado nuestra manera de vivir y trabajar. Y esto aplica tanto para grandes como pequeñas y medianas empresas (Pymes), que deben seguir apelando a la tecnología y a la digitalización como las herramientas no sólo para la rentabilidad, sino la supervivencia en 2021.

La situación actual ha evidenciado aún más las brechas que ya existían y que hoy se amplifican, lo que dificulta que los grupos más vulnerables puedan acceder a oportunidades de crecimiento. De acuerdo con el informe Enfrentar los efectos cada vez mayores del COVID-19 para una reactivación con igualdad: nuevas proyecciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el número de pobres se incrementará en 45 millones, pasando de 185 en 2019 a 230 millones a finales de 2020.


En el ámbito de la recuperación económica, reforzar las iniciativas que nos permitan trazar caminos en la búsqueda de un desarrollo sostenible resulta imperativo y, como dijimos, la tecnología se convierte en una herramienta clave para lograr esta reactivación.

Pese a que sabemos que esta es la llave para la sustentabilidad, de acuerdo con el estudio “The decade to deliver: a call to business action”, 48% de los CEO integra la sostenibilidad en sus operaciones, pero según otra investigación realizada por Oxford Economics en conjunto con SAP denominada Leading With Purpose, solo 12% ha implementado realmente estos proyectos.


Con el surgimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) elaborados en 2015 por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se establecieron los parámetros con los que la comunidad internacional busca construir un mundo mejor para todos con miras hacia 2030.

La consecución de estas metas requiere de una estrecha colaboración entre actores como gobierno, sociedad civil y la iniciativa privada; especialmente de esta última si consideramos que 75% del PIB global depende de ella.


Tecnología, llave para el desarrollo sostenible

La pandemia del COVID-19 ha transformado el mundo en formas que no se habían visto desde la guerra. Para garantizar el desarrollo de los países, es fundamental realinear las prioridades y encontrar maneras de hacer negocios sostenibles. El Foro Económico Mundial (WEF) identifica cuatro pilares necesarios para lograr lo que llama el “gran reinicio”:

El WEF destaca  la importancia de encontrar novedosas maneras en que la tecnología armonice -y no polarice- y ayude a crear conexiones más profundas entre los seres humanos y con la naturaleza misma, para ver en “el otro” que existe un “nosotros”.

 

 

 

 

Fuente: World Economic Forum. We must move on from neoliberalism in the post-COVID era.

La vinculación de la tecnología para el cumplimiento de las estrategias de sostenibilidad de las organizaciones ha dado como resultado el aprovechamiento correcto de los recursos y mitigación de CO2.

Asimismo, la aportación que hace la digitalización en los procesos de compras se traduce en subastas y licitaciones libres de sesgos, permitiendo involucrar a las cadenas de proveeduría a empresas diversas, lo que a su vez puede traducirse en ahorros para la reinversión de proyectos con perspectiva sostenible y en el fortalecimiento económico de Pymes.


Por otra parte, la digitalización está permitido poner en marcha proyectos de automatización para la gestión de talento que permiten acompañar al capital humano en esta nueva era, generando mejores experiencias laborales.

A partir de la implementación de la tecnología más avanzada por parte de las instituciones, se ha dado paso a la posibilidad de entender y atender de primera mano y en tiempo real el sentir de los colaboradores durante las etapas más críticas de la pandemia, monitoreando su salud física y mental, así como el clima laboral. Aquellas compañías que no vean lo anterior como una respuesta para el bienestar social, el desarrollo económico y la creación de trabajos decentes, pondrán en riesgo su permanencia. 


De cara a 2021 y en el caso de las Pymes en México, el llamado es a la digitalización obligada. La tecnología tiene el potencial de fortalecer los modelos de negocio en distintos momentos y debe ser vista como una herramienta que permita aumentar la competitividad, monitorear y contribuir en favor del impacto medioambiental, gestionar los recursos y apoyar el desarrollo profesional de los colaboradores, todo con el fin último de generar bienestar en familias completas y sus ecosistemas.

En los primeros días de la emergencia sanitaria bastaba con un plan de contingencia, pero llegó el momento de transformar el panorama y abrirle las puertas al cambio. Las empresas, sin importar el tamaño, necesitan estrategias que tengan a la tecnología como habilitador de desarrollo.


Tenemos frente a nosotros la oportunidad única de trazar los caminos que nos acerquen al crecimiento sostenible, en beneficio del planeta y de todos los seres humanos. Y así lo han entendido ya grandes organizaciones en México, pues adoptaron la tecnología para el cumplimiento de sus metas.

Esta intrínseca colaboración entre innovación y  sustentabilidad se ve claramente reflejada en el informe Tecnología, llave para el desarrollo sostenible que presenta las experiencias de organismos que comprendieron que estos componentes juegan un rol crucial en el día a día del negocio.

Hoy contamos con las herramientas para ser rentables y hacer las cosas de la manera correcta. Los líderes debemos concentrarnos en influenciar el cambio, el futuro depende de la innovación y la tecnología. Elegir entre rentabilidad y sostenibilidad no es una opción: somos responsables de ambos.

 

Cristina Palmaka es presidenta de SAP América Latina. Puedes seguirla en LinkedIn

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