emprendedor
Regresar a la edición
Pantalla completa Compartir Accesibilidad Tamaño de texto
A- A+
Animaciones
Iniciar sesión
Lecciones

IDENTIFICA UNA PROBLEMÁTICA GLOBAL Y CRECE EXPONENCIALMENTE

Bioelements, una empresa que fabrica empaques biodegradables en seis países, es altamente rentable y tiene grandes clientes como Pepsico y Kimberly Clark.

Por: Franck Velázquez Swipe

Continua en la historia

Swipe Desliza a la izquierda para continuar

¿Sabes qué le pasa a una tortuga marina cuando se come las bolsas o empaques de plástico que dejas en la playa? Los plásticos que son afilados pueden rasgar sus órganos, mientras que las bolsas llegan a obstruir los intestinos y, al final, tienen dificultades para comer o terminan muriendo.

Ignacio es abogado. Mientras ejercía su profesión en Chile se dio cuenta de que la solución no estaba en la prohibición del plástico, sino en la búsqueda de alternativas sustentables. En ese problema encontró una oportunidad para emprender Bioelements, una empresa B certificada que fabrica empaques de plástico biodegradable para productos de consumo en retail y el sector industrial como bolsas y envases para salchichas, cervezas, refrescos y otros artículos.


A diferencia de los empaques de plástico convencional que llegan a degradarse entre 100 y 1,000 años, los productos de Bioelements tienen la capacidad de biodegradarse de seis a 20 meses, dependiendo de las condiciones ambientales a las que se expongan. Esto es posible gracias a las Resinas BioE que se utilizan en la elaboración de estos insumos, una innovación que Ignacio desarrolló junto con su equipo y la participación de varias universidades de América Latina.

El emprendedor explica que, con este biopolímero, que ya tiene 27 formulaciones, los empaques reducen su peso con el paso del tiempo. Se descomponen poco a poco al venir de materias primas que sirven como fuente de energía para los microorganismos, y la acción de agentes biológicos como hongos y bacterias. Por ejemplo, en una composta industrial tardan seis meses en biodegradarse, en un tiradero de ocho a 15 meses, y en el mar entre seis y 10 meses.


Para que tengas una idea del impacto que está generando, Ignacio dice que la empresa ha logrado una reducción del 60% en la emisión de gases de efecto invernadero en comparación con el plástico tradicional. Y no sólo eso. Actualmente produce alrededor de 10,000 toneladas de empaques biodegradables al año, el equivalente a cuatro veces el estadio Azteca en la Ciudad de México. ¡Imagínate cuántos plásticos convencionales se han dejado de usar!

Las claves del crecimiento

La startup logró un crecimiento importante desde que se fundó en 2014. Arrancó en Chile y luego se expandió a Brasil, México, Perú, Colombia, Argentina y Estados Unidos, siendo el territorio mexicano su mayor mercado. Aquí se producen casi 5,500 toneladas de empaques cada año.

En su cartera de clientes hay grandes compañías como Kimberly Clark y Pepsico, dos de las fabricantes y comercializadoras de productos de consumo más grandes del mundo. Y es una empresa altamente rentable con márgenes brutos y EBITDA de dos dígitos


Desde luego que el éxito de esta empresa no ha sido casualidad. Hay tres factores que según Ignacio han impulsado el crecimiento en ventas y clientes. El primero es que la startup se enfocó en atender un problema real de carácter global: La degradación ambiental por el uso inadecuado de plásticos. ¿Sabías que cada año producimos 430 millones de toneladas de plástico? De acuerdo con el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP), dos tercios de estos desechos terminan en los océanos e invaden la cadena humana alimentaria.

Afortunadamente, cada vez hay más empresas que toman consciencia del problema, por lo que han implementado prácticas de consumo responsable para reducir la huella de carbono que dejan sus productos. Por lo tanto, hay mayor demanda para los empaques ecológicos.


“Es importante entender cuál es el problema que estás atendiendo, si realmente das una solución o una alternativa. Cuando eso pasa es mucho más fácil crecer constantemente”, dice Ignacio. “Para crecer más rápido es importante entender a quién le vas a vender, y enfocar el desarrollo de productos en la venta. Al final el mercado te va a medir si el producto es bueno o malo. Si es malo se va a quedar ahí, pero si es bueno va a tener una rotación y te lo van a comprar”, agrega.

El consejo de Ignacio para los emprendedores es: “Encuentra un producto estrella y que tu fuerza de ventas se dedique a crecer esa base de clientes que te va a dar flujo de dinero constante. Luego invierte ese flujo en otros productos que te den posibilidades de vender más”.


Al principio Bioelements estaba enfocada en vender empaques para retail, y luego empezó a invertir en la producción de empaques industriales. La diversificación de productos y servicios también te permite alcanzar un mayor crecimiento al tener otras fuentes de ingresos, y conquistar nuevos mercados.

El tercer factor de crecimiento que le ha permitido tener un negocio más rentable, es las ventas por volumen. Recordemos que esta empresa vende grandes volúmenes de empaques a empresas de consumo, retail y del sector industrial. Y si consideramos el volumen de productos que elaboran y comercializan cada una de estas empresas, esto se traduce en mayores oportunidades de venta. Ignacio asegura que los márgenes brutos de la empresa suben cuando el volumen de venta es mayor.

El crecimiento de esta empresa no ha sido una tarea sencilla. Para Ignacio, la parte más desafiante ha sido dirigir y cohesionar a todo el equipo de trabajo que opera en diferentes países. A pesar de las dificultades, Bioelements ha salido adelante con éxito y se prepara para seguir creciendo. Actualmente la empresa continúa en fase de expansión sobre todo en México y Brasil y que el próximo año esperan aumentar la valuación además de seguir generando valor. Porque como dice Ignacio, aún falta mucho camino para recorrer.

También en esta edición

Compartir