Arte con enfoque social
“Un teatro, más allá de ser un lugar donde se presentan espectáculos, es un punto de reunión para la comunidad”, bajo esta premisa es como Óscar Carnicero, cofundador y director general de La Teatrería, define su pasión por crear y hacer crecer este espacio ubicado en la colonia Roma de la Ciudad de México, desde 2015.
Y no podía ser de otra manera, Óscar se ha desempeñado en el medio publicitario como director de Arte a lo largo de su vida profesional, mientras que su esposo, José Manuel López Velarde ha sido parte del crecimiento del teatro en México como director y escritor de diversas puestas en escena, entre ellas Mentiras El Musical.
Su amor por el teatro y por la colonia Roma –donde han vivido cerca de 20 años– impulsó a los emprendedores a abrir este sitio con la intención de presentar y producir obras para todo tipo de público. Dos veces al año abren convocatorias para que creadores envíen sus proyectos, que son elegidos por un comité de especialistas en teatro. A cinco años de subir la cortina, su oferta ha alcanzado hasta 30 producciones en cartelera en una misma temporada.
La labor no ha sido fácil. Óscar confiesa que la rentabilidad de un teatro depende de otros servicios alternos, en su caso, lo complementan con la concesión de una cafetería, cursos de canto, baile y actuación para niños, talleres de especialización técnica para actores profesionales, y próximamente la renta de espacios de coworking para 60 personas.
A pesar de su experiencia, emprender con un negocio de este tipo representó un reto para la pareja, “yo no sabía de teatro y José lo conocía desde el lado creativo, no sabíamos cómo se administraba”, recuerda Óscar, sin embargo, lo que tenían claro es que debía ser un espacio incluyente, donde mujeres, hombres, niños y miembros de la comunidad LGBT+ se sintieran seguros, y poco a poco las cosas se fueron ajustando.
Una de sus primeras políticas fue instalar baños sin género, “al inicio, sobre todo la gente mayor no entendía, pero ha funcionado y nos sentimos orgullosos de esta práctica que, aunque es sencilla, representa la inclusión a todos”.
La Teatrería se integra por dos salas de teatro, una con capacidad de 127 espectadores y la otra de 50 personas. Para los emprendedores, es importante que las obras que se presenten tengan contenido social, que “puede ser mero divertimento, pero debe impactar en algún sentido al público”.
Un ejemplo es la obra Conejo Blanco Conejo Rojo, un experimento teatral que invita a actores y líderes de opinión como Víctor Trujillo, Ludwika Paleta, Daniel Giménez Cacho, Ophelia Pastrana, entre muchos más, a pararse en el escenario y abrir un sobre cerrado que contiene el texto que actuará en ese momento, escrito por el dramaturgo de origen iraní Nassim Soleimanpour.