Los datos: una solución para el sector energético
Por: T7 International Group
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Al hablar de energía se tocan fibras sensibles de un agridulce tema. Si bien “la energía es ahora un bien necesario para el progreso económico, para el bienestar de la humanidad y representa uno de los pilares básicos del desarrollo sostenible de la población”, exactamente por esa misma razón los temas energéticos son el trasfondo de arduas discusiones y polémicas económicas, políticas, ecológicas, sociales y empresariales, en nuestro país y en el mundo entero.
Su generación causa grandes niveles de contaminación (70% de la generación es en plantas termoeléctricas que liberan al ambiente, en su proceso, azufre, óxido de nitrógeno y material particulado), con graves repercusiones en el planeta y la salud.
Existe ya un camino avanzado hacia tecnologías que utilicen fuentes renovables, como la energía solar, eólica, biomasa, hidráulica y oceánica.
Adicionalmente, el impacto en recursos físicos y naturales, así como los requerimientos de inversión para su generación y distribución son extremadamente elevados y, aun así, resultan insuficientes para proveer de este recurso a toda la población.
Existe ya un camino avanzado hacia tecnologías que utilicen fuentes renovables, como la energía solar, eólica, biomasa, hidráulica y oceánica, en busca de opciones que procuren una más amigable generación de energía. Sin embargo, es un camino muy largo y todavía falta largo trecho por recorrer.
| Datos, datos y más datos
“Los datos son la pieza central de todos los cambios que se están produciendo en este y en cualquier otro sector. Los datos son el nuevo petróleo”.
Hoy, los avances tecnológicos nos permiten extraer datos de todo. El Internet de las Cosas engloba aquellos dispositivos y objetos interconectados a través de una red (la mayoría de las veces el internet) que cuenta con la capacidad de interaccionar sin necesidad de la presencia humana.
“Los datos son la pieza central de todos los cambios que se están produciendo en este y en cualquier otro sector. Los datos son el nuevo petróleo”.
Algunos ejemplos de la vida cotidiana son los sensores de movimiento, que nos abren la puerta al acercarnos a entrar en una tienda, los relojes inteligentes, los dispositivos en el hogar, que se pueden encender, apagar o controlar desde un teléfono celular.
Para efectos del sector energético, estos dispositivos u objetos inteligentes son sensores que extraen información, como las caídas de tensión, las interrupciones de energía, la cantidad, calidad y magnitud de flujo, consumos y temperatura, en los diferentes puntos que conforman la red: centrales, líneas, subestaciones y consumidores.
| ¿Cuál es el valor del manejo de datos?
Hablando específicamente de México, resulta importante hacer hincapié en ciertas particularidades que representan cualidad y reto, simultáneamente, como lo son: la gran magnitud de su territorio, la gran complejidad topográfica y su amplia variedad de climas.
Haciendo una superposición mental de esta red de gran complejidad y enorme extensión, en la que generadores y consumidores intercambian la energía en tiempo real, como el sistema eléctrico actual, podemos percibir la elevada complejidad (por no decir imposibilidad) del acceso continuo a cada uno de sus diversos componentes para la verificación de su estado y operación óptima. Resultado: las grandes limitaciones, continuas fallas y elevados costos para conseguir control y funcionamiento óptimos.
A través de los grandes avances de las tecnologías en ciencia de datos, big data, la analítica y matemáticas avanzadas, obtenemos registros en tiempo real de puntos críticos, a distancia.
Hablando de México, resulta importante hacer hincapié en ciertas particularidades que representan cualidad y reto, como lo son: la gran magnitud de su territorio, la gran complejidad topográfica y su amplia variedad de climas.
Por medio de nuestro software realizamos procesos de contextualización, categorización, cálculo, corrección y condensación de los datos, permitiendo sistemas de detección de fallas, insights y argumentos visuales, enriquecidos con un profundo conocimiento sobre cada uno de los elementos que conforman estas redes, y esto de manera concentrada y de fácil lectura.
Con este conocimiento, adquirido a través del tiempo, podemos determinar patrones habituales de comportamiento y proyectarlos a futuro, lo que nos posibilita predecir comportamientos.
Finalmente, con estas tecnologías del conocimiento de datos, también hemos conseguido implementar automatizaciones para dar respuesta remota a incidentes y fallas.
Podemos asegurar y brindar el control, la optimización y grandes ahorros de todos los recursos, físicos, humanos y financieros involucrados, de punta a punta, de manera estructurada, consolidada, ajustada a este caso de uso específico. AN
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