Sucesos como la inauguración del aeropuerto Felipe Ángeles (AIFA), la consulta popular sobre la revocación de mandato y más recientemente la discusión y votación sobre la Reforma Eléctrica, sugerida por el Ejecutivo, han conducido a que otros fenómenos importantes no consigan la reflexión que merecen.
Y no porque los expuestos anteriormente no sean relevantes; de hecho, tienen implicaciones de gran valor tanto a favor como en contra del desarrollo político y económico de México. Sin embargo, dichos hechos han minimizado la atención hacia variables macroeconómicas urgentes, como la inflación en nuestro país.
Esta se aceleró mucho más de lo esperado durante la primera quincena del pasado mes de abril, pues los precios al consumidor subieron 7.72% durante los primeros 15 días, respecto del año anterior, según datos del INEGI. Es importante señalar que esta cifra no se había observado en poco más de dos décadas.
La situación e implicaciones serán más delicadas aún, tanto para las organizaciones como para las personas físicas, dado que el mismo mal se presenta en el país vecino del norte. De hecho, lo mas probable es que, para cuando leas estas líneas, la tasa de interés en los Estados Unidos haya aumentado en 50 puntos.
El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) dejó muy en claro, hace unos días durante su participación en un evento organizado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que ante el repunte de la inflación de los últimos meses (por cierto, está en su mayor nivel de los últimos 41 años) un alza de 50 puntos en la tasa de referencia resultaría una opción más que viable.
Corre la opinión de que Banxico, durante este mismo mes de mayo, contempla un anuncio sobre su decisión en política monetaria; de hecho, la mayoría de los analistas prevé que el mensaje será referente a un incremento a la tasa de interés de referencia de 50 puntos.
El cáncer silencioso de la inflación arrastra el poder adquisitivo de la población, por lo que se requiere detenerla a toda costa, tanto más que mayores incrementos a las tasas de interés ejercen presiones sobre el tipo de cambio y originan menor inclinación al consumo a través del crédito.
Lo cierto es que la salud de la economía nacional no es positiva, como lo evidencia el descenso en las proyecciones del crecimiento del PIB para este 2022, lo que es la mejor radiografía al respecto.
Hablando de la salud, donde las cosas son diferentes es en la industria farmacéutica, la cual manifiesta signos muy alentadores, tanto en sus finanzas y proyectos de inversión, como en sus planes de colaboración.
Para conocer más a fondo lo que en esta fundamental actividad viene sucediendo durante los dos últimos años (por la COVID 19), Alto Nivel entrevistó en exclusiva a los presidentes tanto de la AMIF, como de Canifarma, y a otros 5 CEO de farmacéuticas de calidad y de reconocimiento mundial. Seguramente, después de leer este reportaje te sentirás aliviado.
Otro tema de gran relevancia que hemos preparado para ti en esta edición versa sobre la industria automotriz y, en particular, las autopartes. De hecho, México se ha convertido en uno de los proveedores más relevantes a nivel internacional.