| Construido en tan solo 886 días
El pasado 21 de marzo fue inaugurado el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, ubicado en Zumpango, Estado de México, y que es una de las tres obras faraónicas del presidente Andrés Manuel López, junto con la refinería de Dos Bocas, en Tabasco; y el Tren Maya.
Este complejo aeroportuario, que se presume de austero, moderno y funcional, y que vino a sustituir al multimillonario y polémico proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), impulsado por la administración del ex presidente Enrique Peña Nieto, que ya tenía un avance del 30% y que fue cancelado por López Obrador tras una consulta nacional organizada por él mismo y en la que el 69.9% votó por la construcción de un aeropuerto en la base militar de Santa Lucía, tiene tres grandes retos en el corto plazo: concluir las obras de conectividad para disminuir los tiempos de traslado al complejo aeroportuario a más tardar en 2023; convencer y atraer al mayor número de pasajeros, negocios y aerolíneas posible; y transportar 5 millones de pasajeros en 2023.
“El programa maestro de desarrollo contempla que en 2022 estemos llegando a 2.4 millones de pasajeros y en 2023 a 5 millones. Esto, obviamente, a través de un trabajo de convencimiento y de ofrecer mejores condiciones que en otros aeropuertos para que [las aerolíneas] se vengan para acá”, explicó Isidoro Pastor Román, director general del aeropuerto Felipe Ángeles, durante la conferencia de prensa previa a la inauguración de dicho complejo aeroportuario.
Pero no solo será a través de un trabajo de convencimiento y de ofrecer mejores condiciones como se pretende atraer a más aerolíneas y pasajeros. El directivo dejó en claro que quienes deseen tener más horarios de despegue y aterrizaje o nuevas rutas tendrán como únicas opciones venir aquí o ir a Toluca. ¿Qué significa esto? Cerrar la llave del AICM.
Hasta el cierre de esta edición, tres aerolíneas nacionales tenían operaciones en el nuevo complejo aeroportuario: Aeroméxico, Volaris y Viva Aerobus, las cuales ofrecen una oferta limitada de vuelos a destinos locales, todos ellos de bajo costo. También se realizan algunos vuelos privados, de carga y se ofrece un servicio de taxis aéreos. A nivel internacional, la única aerolínea con operaciones en el Felipe Ángeles es la estatal venezolana Conviasa. Sin embargo, Pastor Román adelantó que los vuelos internacionales de pasajeros a Estados Unidos iniciarán en el segundo semestre del año y que están en negociaciones con varias aerolíneas, entre ellas Delta y Copal Airlines.
Si la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), institución que se encargará de administrar, operar y explotar hasta 2072, tiene éxito, no solo será un proyecto financieramente viable (el gobierno federal inyectará recursos para mantener a flote la operación en 2022 y el próximo año), sino que estaría en camino de lograr su objetivo principal, terminar con la saturación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), al transportar 20 millones de pasajeros en una primera fase, 40 millones en una segunda fase y para el 2052 se estima preste servicios a un promedio de 90 millones de pasajeros, una cifra que deja entrever que el aeropuerto Felipe Ángeles relevaría al AICM como el principal complejo aeroportuario de la capital del país.
De acuerdo con estudios realizados por el gobierno federal, la capacidad máxima del AICM es de 45 millones de pasajeros al año, cantidad que se superó en 2019, al sumar más de 50 millones, que provocaron la saturación del aeropuerto capitalino, aunque el año pasado se registró una caída de 28.7%, con tan solo 35.8 millones de pasajeros atendidos, debido a la pandemia del COVID-19, lo que evitó una crisis. Así que más vale que el aeropuerto Felipe Ángeles funcione, porque no hay Plan B y su fracaso significaría un costo altísimo para el país.
Sobre todo, porque el proyecto del NAICM está muerto y enterrado, y sin posibilidades de revivirlo, luego de que el presidente López Obador se asegurara de ello al declarar el Lago de Texcoco como Área Natural Protegida con el carácter de Área de Protección de Recursos Naturales, tan solo un día después de la inauguración del Aeropuerto Felipe Ángeles. Actualmente, se construye el Parque Ecológico Lago de Texcoco.