| Inseguridad carretera se nos ha ido de las manos
A partir de 1999, cuando se desintegró la Policía Federal de Caminos, la inseguridad en carreteras se agravó. Esta institución estaba encargada de proteger las vías federales terrestres. Sus oficiales estaban muy bien preparados y equipados, tenían una disciplina férrea y conocían bien las zonas en las cuales se robaba mercancía. Si bien existían delitos al autotransporte de carga, eran menores.
Después de que el expresidente Miguel de la Madrid desintegrara este cuerpo policiaco, la desaparición de policías se volvió una moda. Cuando un nuevo gobernante asumía el poder, desaparecía las policías de sus antecesores y creaba nuevas organizaciones. Felipe Calderón creó la Policía Federal y el Servicio de Protección Federal. Enrique Peña Nieto desarrolló Gendarmería. Andrés Manuel López Obrador deshizo la Policía Federal.
Este ambiente de incertidumbre ha hecho que los policías más preparados y experimentados abandonaran sus carreras. Quienes gobiernan designan a sus jefes de policía y eso genera desorden, debido a la falta de protocolos para ascender en la escalera jerárquica y desarrollar una carrera. Además, la mayoría de los policías son corruptos. La Guardia Nacional que opera en carreteras está conformada por gente muy joven, sin experiencia. Y, lo más grave: no tienen capacidad de choque para enfrentar a la delincuencia.
A partir de 1999, cuando se desintegró la Policía Federal de Caminos, la inseguridad en carreteras se agravó.
Durante el gobierno de Calderón, se contabilizaron 29,590 robos a transportistas. Con Peña Nieto, 27,997. En lo que va de la administración de López Obrador llevamos 49,180. Y estos son únicamente los robos denunciados. Si todos se declararan, las cifras crecerían en 80%.
Tristemente, la inseguridad carretera se nos ha ido de las manos, y no vislumbro una solución de corto plazo. Los candidatos a la Presidencia dicen que tienen programas para erradicarla, pero no nos dicen sus planes ni cuánto nos van a costar. De hecho, al día de hoy no sabemos cuánto nos cuesta la Guardia Nacional, comparado con el PIB.