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Capital Humano

LA RUTA PARA ALCANZAR EL BALANCE VIDA – TRABAJO

A nivel global se lleva a cabo un proceso de rearquitectura del empleo en el que se está priorizando el bienestar en el trabajo y en la vida. Para lograrlo, el modelo híbrido destaca como la mejor alternativa.

Por: Renata Maldonado Swipe

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La frontera entre la vida y el trabajo se difuminó aún más durante los dos años y medio que llevamos de pandemia, lo que aceleró y modificó de forma drástica los esfuerzos de las empresas para garantizar el bienestar de sus colaboradores.

Aunado a ello, la emergencia sanitaria derrumbó algunos mitos sobre el equilibrio vida–trabajo: las labores del hogar y el cuidado de los hijos se entremezclaron con las juntas de trabajo vía Zoom.

Esto provocó que los colaboradores tuvieran jornadas extenuantes, de entre nueve y 12 horas, según el estudio Home office en México en tiempos de Covid, elaborado por la Asociación de Internet Mx, en colaboración con OCC Mundial. Y eso tuvo –y sigue teniendo– consecuencias.


De acuerdo con el Índice para una Vida Mejor, elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México tiene uno de los niveles más bajos en el balance vida–trabajo. Nuestro país obtuvo una calificación de 1.1, en un rango de 0 a 10, con lo que se colocó en la posición 39 del ranking, de entre 40 países estudiados.

Por esa y otras razones, ahora mismo, a nivel global, se lleva a cabo un proceso de rearquitectura del empleo, en el que se está priorizando el bienestar en el trabajo y en la vida, pues se infiere que, en la era postpandemia, ambas responsabilidades estarán imbricadas.


Cientos de empresas, sin duda, siguen operando así, con prácticas reaccionarias, fruto de una cultura organizacional anclada a los valores del siglo pasado. No obstante, a largo plazo ese desfase se puede pagar caro: la alta rotación de personal, la desmotivación de los empleados, la ausencia de capacitación y planes de carrera, y un clima laboral tóxico pueden impactar en la rentabilidad de cualquier negocio, como señala un estudio de la Universidad de Warwick, que analiza la felicidad y la productividad y dice que un empleado feliz es un 12% más productivo.

Por esa razón, el ideal hoy en día es alternar entre ambas modalidades de trabajo: presencial y virtual.


El home office cinco días a la semana –como se creería tras el confinamiento– no es el modelo preferido por los mexicanos. ¿La razón? Considero que la cultura organizacional se respira, se vive y se reproduce en los pasillos, en los intercambios cotidianos, en los aprendizajes en equipo.

Estoy convencida de que debemos reanudar las labores presenciales (cumpliendo a cabalidad con todas las medidas sanitarias), pero, de forma simultánea, redoblar la apuesta por la flexibilidad.

En Natura & Co apostamos por el modelo híbrido y empoderamos a nuestros colaboradores: cada uno de ellos elige la modalidad que prefiera. Puede trabajar desde casa dos veces a la semana u ocho veces consecutivas al mes, según prefiera. Esa apuesta es el resultado del aprendizaje que nos dejó la pandemia, lo cual nos fortalece como organización de cara al futuro.


El objetivo es construir un entorno laboral que privilegie el bienestar a nivel individual, grupal y organizacional. El performance de nuestros colaboradores no se mide en horas trabajadas, sino a través de los objetivos alcanzados. Por tanto, si alguno de nuestros colaboradores tiene que salir de la oficina (o de casa), para recoger a su hijo, puede hacerlo sin ningún problema y, después, retomar sus pendientes.

El camino no ha sido fácil. Llegar ahí nos tomó tiempo, en el que –antes– brindamos a nuestros colaboradores una explicación detallada sobre las razones de los cambios, los beneficios que conlleva y el rol de cada uno de ellos en el proceso. Y eso lo logramos gracias a la revalorización del departamento de Recursos Humanos (RH) tras la pandemia.


Recordémoslo: al interior de las compañías, RH fue la primera línea de combate frente a la Covid–19. Ante los directivos e inversionistas, las áreas de capital humano, al sortear la crisis y garantizar la sobrevivencia del negocio, ganó credibilidad. Sin embargo, no podemos regodearnos de ese “triunfo”, sino aprovechar una posición inmejorable para promover mejores prácticas.

Según el reporte de Delloite 2021 Global Human Capital Trends: Special Report, la proporción de ejecutivos que “‘no confiaba’ en RH se redujo de manera significativa del 26 % en 2019 al 12 % en 2020.

*Renata Maldonado es directora de Recursos Humanos en Natura & Co México

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