MENOS PROPÓSITOS Y MÁS ACCIÓN
Para conseguir lo que nos proponemos, son necesarios los hechos en lugar de promesas.
Por: Claudia Sheppard
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Por supuesto que me encanta celebrar la Navidad y el Año Nuevo. Son momentos de encuentro y convivencia muy emotivos, que quedan para siempre en nuestra memoria.
Con lo que no estoy de acuerdo es con la idea de que, cada vez que estrenamos un año más, debemos hacer promesas y propósitos. Sí, propósitos como “bajar de peso”, “ahorrar dinero”, “aprender algo nuevo” o “viajar más”, por decir solo algunos ejemplos.
Uno alcanza lo que se propone a través de acciones… No de propósitos. La realidad me ha enseñado que, para conseguir lo que nos proponemos, son necesarios los hechos en lugar de promesas.
Además, ¿de qué sirven los propósitos, si no los cumplimos? ¿cuántas veces nos proponemos lo mismo, porque no perseveramos?
¿Por qué ocurre eso?
La realidad es que muchas promesas se desvanecen en la rutina diaria. Es fácil caer en la tentación de posponer nuestros objetivos, esperando que la magia de la motivación nos impulse más tarde.
¿Qué pasaría si en lugar de depender de la motivación espontánea, adoptamos el enfoque emprendedor, de pasar del deseo a la acción? El emprendimiento, en esencia, es la transformación de ideas en hechos concretos que generen valor. Grandes emprendedores han demostrado que el éxito no se encuentra en las palabras sino en la ejecución.
Echemos un vistazo a algunos ejemplos reales de emprendimiento que han transformado sueños en realidad.
Elon Musk, el visionario empresario detrás de SpaceX y Tesla, no solo habló de revolucionar la industria automotriz y aeroespacial, sino que tomó medidas concretas para lograrlo.
Oprah Winfrey, icónica presentadora y empresaria, no se limitó a soñar con su éxito; trabajó incansablemente para construir un imperio mediático que hoy inspira a millones.
Mi recomendación es que, más que pensar en propósitos, pienses en acciones. Y que lo hagas como piensa en emprendedor, quien se distingue por adoptar una mentalidad proactiva.
El emprendimiento implica enfrentar desafíos, aprender de los fracasos y persistir en la búsqueda de objetivos a largo plazo.
No esperes a que lleguen momentos perfectos. No existen. Lo que existe es la oportunidad permanente de cambiar. En lugar de simplemente desear, hay que actuar. Establecer metas claras y definir pasos concretos para alcanzarlas.
Mi invitación es clara: emprende.
Asume las responsabilidades que esto implica. Y este año, deja de lado las promesas vacías. El emprendimiento no es solo una opción, es un camino hacia la realización personal. No esperes otro año.
Un abrazo…
Claudia Sheppard es emprendedora mexicana, estratega y mentora de negocios, CEO y Fundadora de The Latin Powerhouse. Escríbele a [email protected] y síguela en Ig: claudiamsheppard
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