El currículo basado en habilidades
Por: Sergio Porragas
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Vivimos en un mundo en rápida evolución y de transformación tecnológica. Los retos económicos, sociales y medioambientales cambian y, de la misma manera, los nuevos modelos de trabajo y educación.
La revolución digital, el impulso de la educación en línea, la inteligencia artificial y el big data se volvieron fundamentales al momento de aislarnos por la pandemia de la COVID-19 y han impactado la manera en la que aprendemos, en la que se imparten conocimientos y en la que se entregan contenidos.
La revolución digital, el impulso de la educación en línea, la inteligencia artificial y el big data se volvieron fundamentales al momento de aislarnos por la pandemia y han impactado la manera en la que aprendemos.
De acuerdo con el informe realizado por la Cumbre Mundial para la Innovación en Educación, los sistemas educativos de todo el mundo sufrirán grandes modificaciones de aquí a 2030. Una de sus predicciones señala que el currículo estará personalizado a la medida de las necesidades de cada estudiante y se valorarán las habilidades personales y prácticas, más que los contenidos académicos.
Lo anterior va alineado a lo que están requiriendo las organizaciones, pues cada vez les dan más valor a las competencias de su equipo de trabajo y buscan contratar colaboradores que tengan experiencia, pero también habilidades.
| Mezcla de habilidades
En un contexto pospandemia, las empresas buscan a un candidato que tenga las competencias que se requieren hoy en día, una mezcla de habilidades blandas, que son las socioemocionales y que son las que más aprendimos con la experiencia de la pandemia, como resiliencia, tolerancia a la frustración, adaptabilidad al cambio, inteligencia emocional.
Otras son las habilidades técnicas o tecnológicas que, sin duda, nos vimos obligados a aprender durante la pandemia también con la experiencia, con capacitaciones de parte de las empresas o con tutoriales en internet. Las habilidades duras se refieren a las especializadas del puesto de trabajo; estas, al igual que las otras, se van adquiriendo en el mismo puesto de trabajo; pero también, muchas veces, a través de certificaciones.
Las empresas buscan a un candidato que tenga las competencias que se requieren hoy en día, una mezcla de habilidades blandas, que son las socioemocionales.
De esta manera se está hablando de que tanto el reskilling como upskilling pueden dotar a los empleados de nuevos conocimientos para cubrir las necesidades de los negocios. Recordemos que la formación en upskilling busca enseñar a un colaborador nuevas competencias para optimizar su desempeño en el puesto que desempeña; el reskilling busca formar a un empleado para un nuevo puesto de trabajo.
Si una persona desea cambiarse de puesto no es necesario que estudie otra carrera, pero sí tiene que entrenarse y aprender otras habilidades; un título universitario es importante y válido porque brinda las bases de nuestra vida profesional, de cómo estudiar, nos da experiencia de aprendizaje; pero cuántas personas tienen talento que no necesita un título, que pueden estudiar en línea habilidades y aspirar a un nuevo puesto de trabajo.
| Replantear el título universitario
El título universitario se tiene que replantear: una persona puede ser contratada en una empresa por sus competencias, que no necesariamente son habilidades que enseñan en la universidad. Es por esto que las universidades deben estar a la vanguardia, adaptar su plan de estudios a las necesidades del nuevo mercado laboral e incluir el desarrollo de competencias y habilidades; los profesionistas, por su cuenta, deben responsabilizarse de su propio desarrollo, adquirir la habilidad de aprender permanentemente y tener en su currículo una cartera de habilidades, además de su experiencia laboral.
El título universitario se tiene que replantear: una persona puede ser contratada en una empresa por sus competencias, que no necesariamente son habilidades que enseñan en la universidad.
De acuerdo con un informe del Foro Económico Mundial, el 94% de los líderes empresariales espera que los empleados adquieran nuevas habilidades en el trabajo. Las razones son diversas, desde los cambios drásticos en la forma de trabajo, los avances tecnológicos que nos exigen la mejora de habilidades, la necesidad de mejorar la retención de los empleados al demostrar las empresas que están dispuestas a capacitarlos y la reducción de escasez de talento al reentrenar a un colaborador para que ocupe un puesto clave. AN
Sergio Porragas es director de Operaciones (COO) de OCCMundial.
@OCCMundial
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