UNA ESTÉTICA QUE SE CREÓ POR EL AMOR A LA FAMILIA
Miriam Bautista hizo crecer su marca, la replicó bajo el modelo de franquicia, integró nuevas líneas de negocios y traspasó fronteras con sus productos.
Por: Mairem del Río
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Luego de 18 años de trabajar en Recursos Humanos, enfocada en la capacitación de personal, Miriam Bautista, fundadora y directora general de Moms & Sons, dio el salto del mundo corporativo al emprendimiento. Ahora, cuenta con una franquicia de estéticas familiares y ha diversificado su negocio a través de su empresa, Grupo Bienestar, para ofrecer productos de belleza y cuidado personal, entre otros modelos de negocio.
Oriunda de Guadalajara, Jalisco, siempre se planteó una vida como trabajadora. “Me dijeron ‘ve a la escuela, saca buenas calificaciones, haz una maestría, consigue un buen trabajo y cuídalo’. Me enseñaron que mi vida era colaborar en el proyecto de alguien más, no liderar uno propio. Soy la única emprendedora en mi familia”, relata.
Para ella, “el gran reto de las mujeres llega cuando decidimos ser mamás. ¿Cómo combinar nuestra carrera profesional y nuestra realización personal con el cuidado de los hijos?”. Las largas jornadas laborales y los viajes de trabajo no le permitían estar suficiente tiempo con sus tres pequeños. “En ese momento sentí que la única opción que tenía era emprender”.
En 2010, tomó los 22,000 pesos de liquidación que recibió al renunciar a su empleo y los invirtió en su primera estética. Con solo dos sillas para corte de cabello y mobiliario básico en un local sencillo, la mamá emprendedora se volvió dueña de su propio negocio.
Actualmente, la empresa que ha formado gracias al apoyo de socios e inversionistas tiene 11 sucursales propias y ocho más bajo el modelo de franquicia. También maneja las barberías Eagle Men, el servicio a domicilio Beauty Go, la línea de productos de belleza para estéticas GBX y la marca Kanica, que exporta a Estados Unidos y se vende en Amazon.
Cree en ti y en tu proyecto
“La gente no sabe el sueño y la visión que tienes. Tiene que haber algo que te mueva más allá del dinero. Algo que te impulse a levantarte cuando llegan los problemas y te haga desear el éxito”, comenta.
“Es muy difícil desprenderte de una carrera corporativa y emprender con poco dinero. Muchos te ven con lástima: ‘pobre, mira lo que era antes y lo que es ahora’, me decían ‘no eres estilista’, ‘tu salón está muy feo’, ‘no tienes clientes’ o ‘si yo fuera tú ni lo abriría’. Pero cuando confías en lo que estás haciendo y sabes que es por un bien mayor, sales adelante”, asegura.
Además del apoyo de personas que le han apostado a su modelo de negocio, Miriam ha preferido prescindir de lujos para ahorrar el mayor dinero posible y reinvertirlo en sus proyectos. También ha echado mano de créditos bancarios, pero enfatiza que “es importante pagarlos en tiempo y forma antes de pedir otro, para no terminar con demasiadas deudas”.
Fortalece tu marca
Una vez que consolidó la cadena de estéticas familiares con varias sucursales, se acercó al despacho Gallastegui Franquicias para empezar a operar Moms & Sons bajo este modelo.
“Si quieres hacer dinero rápido, puedes vender muchas franquicias, pero debes ser muy prudente. Si no cuidas la calidad del servicio en todas, vas a dañar tu negocio. Es muy importante ver el modelo de franquicia como una manera de fortalecer tu marca, y no como una manera de enriquecerte rápidamente”, aconseja.
El modelo de franquicia
Uno de los puntos medulares es el manual de operación. “Tenemos que asegurarnos de que cada local sea un éxito para quien está invirtiendo, y también una forma de expansión para nosotros”, dice Miriam.
Afirma que la clave para tener un manual exitoso es actualizarlo contantemente. “Nosotros lo revisamos al menos cada tres meses, para agregar las mejores prácticas que ya se han implementado, eliminar lo que ya no esté funcionando y mejorar el documento. Es fundamental que sea un documento vivo, de lo contrario, habrá diferencias entre lo que está escrito y cómo operas realmente”.
Perfil del franquiciatario
“Debe ser alguien enfocado al autoempleo, que se comprometa a dedicarle de cuatro a cinco horas diarias al salón para garantizar que se respeten los procedimientos”, explica. “También es importante que el ingreso que tengan sea fundamental para su vida, que necesite generar ganancias y le importe tener éxito. No es un negocio que funcione para inversionistas que no quieran o puedan operarlo”.
La inversión inicial va desde 850,000 pesos hasta 1 millón 200,000 pesos. Esto incluye todo el mobiliario, un inventario inicial con valor de 200,000 pesos, la capacitación de todo el equipo de trabajo y uniformes, entre otros. El punto de equilibrio se logra a partir de los tres meses y el retorno de inversión llega entre 18 y 24 meses de operación. El franquiciatario se encarga del contrato y pago de la renta, así como de la remodelación del local.
Asesoría y acompañamiento
- Ubicación. La empresa realiza estudios de mercado para determinar qué puntos de venta le convienen al franquiciatario según el potencial de flujo de clientes con el perfil que buscan: mamás con hijos menores de 15 años y mujeres trabajadoras.
- Acondicionamiento del local. “Les damos el plano arquitectónico de cómo debe quedar la sucursal, recomendamos proveedores con los que ya hemos trabajado y supervisamos que el resultado esté acorde a los requerimientos”. Una vez que el local está remodelado, la empresa se encarga de montar el mobiliario y acomodar los productos.
- Capacitación. El franquiciatario recibe entrenamiento dos meses antes de abrir, y debe operar una sucursal de la empresa durante un mes, para conocer bien el manejo antes de inaugurar la suya. Una vez abierto el local una persona de la marca se queda con ellos un mes; posteriormente y de forma mensual, realizan reuniones para revisar resultados. También ofrecen asesoría técnica permanente directamente con la empresa.
- Reclutamiento de personal. El franquiciatario elige a su equipo con ayuda de la empresa. Se le envía una persona como líder y encargado de sucursal para hacer los filtros adecuados, según el perfil y conocimientos que requieren de un estilista.
Diversifica
Mientras Moms & Sons crecía, en 2014 la tapatía desarrolló la marca Kanica, nombrada en honor a sus tres hijos: Karla, Nico y Alejandra. Ésta surgió como una línea para niños con productos como gel y shampoo. Más tarde sumó jarabes y extractos de frutas, “todo inspirado en la nostalgia por México a través de sus olores, sabores e ingredientes naturales, como aguacate, sábila, guayaba y jamaica”.
“Detectamos que vender productos con marca propia era buen negocio y se complementaba con los salones de belleza”, cuenta. Entonces desarrolló GBX, una línea de productos de belleza que ahora distribuye en estéticas. A este siguió la barbería Eagle Man, donde los papás pueden ir con sus hijos, así como su servicio a domicilio Beauty Go. “Al final, todos se complementan”, afirma Miriam.
Exporta
La emprendedora cuenta que durante la pandemia de 2020 tuvo que cerrar todos sus locales, mientras seguía pagando sueldos completos, rentas y servicios. Pero la crisis fue un impulso para traspasar fronteras. “Te das cuenta de que tienes que buscar otros mercados y sales a buscar nuevos clientes y creces”.
Así, eligió Kanica para llevarla al mercado latino de Estados Unidos. Hoy en día está presente en 780 puntos de venta en ese país, en cadenas como Food4Less, Cárdenas, Talpa, Foods Co, Food Depot y Northgate Market, entre otros. Su marca también se vende en Amazon y está buscando nuevos mercados en otros países de Latinoamérica.
Miriam ha logrado lo que se planteó cuando pasó de alta ejecutiva a emprendedora. Además de tener tiempo para su familia e involucrar a sus hijos en el negocio desde el inicio, también apoya a otras mamás trabajadoras.
Los horarios son de 7:00 am a 2:00 pm, o de 2:00 pm a 8:00 pm. “Es decir, trabajas en la mañana o en la tarde, no todo el día, para que tengas tiempo de estar con tu familia”. También les ofrece capacitaciones sin costo en todo lo relacionado a servicios de belleza “para que sigan creciendo y puedan ganar más dinero”, y la facilidad de llevar a sus hijos al trabajo cuando sea necesario.
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