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UNA TIENDA DE SCRAPBOOKS QUE REPARTE APAPACHOS

Desde hace más de una década Nuri Reyes y Juan Torres emprenden negocios que llegan directo al corazón. Ahora lo hacen desde Apapachos by Disparatos, una tienda de scrapbooks.

Por: Ivett Rangel Swipe

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Dicen que de la necesidad nace el ingenio… Hace 11 años, en 2011, Nuri Reyes y Juan Torres estaban desempleados, pero con ganas de hacer algo, entonces encontraron un nicho de negocio importante, súper ambicioso: disfraces para niños: Disparatos.

Luego de varios años de operación, de invertir en un local comercial y de cerrarlo, este proyecto se ha transformado y se ha convertido en una nueva línea de negocio: una tienda virtual de scrapbooks, con el que llegan al corazón de las personas y preservan sus recuerdos.


Desde el inicio, la pareja se dio cuenta de que un emprendimiento exige contar con un valor agregado, algo que te distinga de la competencia y que además sea de alta calidad. Así surgió Disparatos, un nombre que los describía como algo ilógico, anormal, alegre. “Algo como Disparatos, que es, pero no es”, cuenta divertida Nuri.

Disparatos arrancó con una inversión de 25,000 pesos publicitándose en Facebook y, en menos de un mes, ya tenían un primer pedido: ¡40 tutús personalizados para enviar a Baja California!

“No teníamos costurera, ni dónde guardarlos, ni cómo enviarlos… No teníamos nada. Así que empezamos por lo básico: buscamos un local, lo armamos como un miniset para photoshoot infantil.

“Nos costó mucho trabajo encontrar una costurera porque son materiales difíciles de trabajar y nosotros, sin ser expertos, les enseñamos cómo hacerlos. Fuimos de los pioneros en el mercado de tutús para niñas y los personalizábamos al 100%”, recuerda Nuri.


El local no resultó del todo funcional. Los emprendedores reconocen que les sirvió solo para empacar y para que un par de clientes recogieran ahí su pedido, pues su negocio era esencialmente virtual. A decir verdad, Disparatos nació, creció y se mantuvo en Facebook y WhatsApp.

Su mayor diferenciador, era la atención que brindaban a sus clientes. Así como personalizaban los disfraces, también ofrecían distintos métodos de pago.

Nuri y Juan saben que las tiendas que tienen mayor éxito son aquellas que venden productos de calidad, pero también las que generen confianza al facilitar las operaciones.


Bajar la cortina

Dos años después, en 2013, los emprendedores decidieron cerrar Disparatos porque a ambos les surgieron buenas ofertas laborales en la iniciativa privada y relacionadas con sus respectivas profesiones.

Antes, intentaron mantener el emprendimiento con una empleada. “Angie, súper linda y movida, atendía la tienda física y virtualmente, pero los clientes nos seguían buscando a nosotros porque eran relaciones ‘de amigos’, ya conocíamos sus gustos y preferían esperarnos para incluso ser atendidos por las noches o en fines de semana”, recuerda Nuri.

Y hubo un problema más, nunca lograron armar su propio taller de costura. “Fuimos muy afortunados pues las ventas no se detenían, pero nuestra socia comercial se saturó. Nunca pensó que Disparatos le daría tanta buena suerte y trabajo, ella incluso ganaba más que nosotros, pues así fue el trato, pero un día simplemente decidió ya no trabajar más.


Emprendedores de segunda vuelta

“Fue difícil para nosotros tomar la decisión, pero bien dice el dicho: El que tiene tienda, que la atienda. Nuestras oportunidades profesionales se estaban abriendo favorablemente, por lo que con mucha tristeza cerramos nuestro amado Disparatos, nadie más que nosotros lo podía atender con tanto amor e ilusión, y eso no tiene precio de traspaso”, comenta.

Sin embargo, su espíritu emprendedor no se apagó, por el contrario. Inauguraron hace tres años una nueva tienda en línea de accesorios, Dale1Clic, que se promueve en Facebook y recién surgió Apapachos by Disparatos en Instagram, donde se invita a mantener vivos los recuerdos en scrapbooks.

“La cultura de la inmediatez hoy lo es todo, pero nada reemplaza la sensación de tener en las manos un álbum de fotos, donde con familiares y amigos se recuerdan los mejores momentos. Qué mejor que hacer una combinación de sentimientos con un poco de locura. Eso es Apapachos by Disparatos”, recalca Nuri.


Facilitar las ventas

Juan y Nuri aseguran que tanto para Dale1Clic como para Apapachos by Disparatos mantendrán la fórmula que los ha hecho ganarse la confianza de sus clientes: el trato es totalmente personalizado. 

Lo mismo sucede con las opciones de pago: transferencia SPEI desde cualquier institución financiera, depósito bancario, pago en efectivo o pago con CoDi®, que han descubierto que es fácil, rápido y no genera comisiones. 

CoDi® es la plataforma del Banco de México que permite que todas las personas con un celular y una cuenta en alguna institución financiera puedan realizar cobros y pagos fáciles, rápidos y seguros. 

Las operaciones con CoDi® pueden realizarse las 24 horas de todos los días del año. Además, el dinero te cae de inmediato. Los clientes solo tienen que  acceder a la app de su institución financiera, seleccionar la opción de pagar con CoDi®, escanear un código QR desde su teléfono y autorizar el pago. Esta opción es para todo tipo de negocio e incluso para profesionistas independientes. 


Un negocio donde la imaginación es el límite

Apapachos by Disparatos, aún naciente, es un negocio que empezó con una inversión de 20,000 pesos, material y equipamiento que Nuri tenía de Disparatos y otras iniciativas.

La emprendedora dice que requiere mucha inversión constante, pues la imaginación no tiene límites y hay un sinfín de herramientas para trabajar. Unas nuevas tijeras o perforadoras por probar… 

Así que lo único que esperan es que tengan tanta buena fortuna como Disparatos, porque no han dejado de estar disparatados o, quizá, con el paso de los años, solo lo estén un poco más. 

Y que la pandemia, que ha incrementado las ventas en línea (la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO) reportó que, en 2021, el comercio electrónico alcanzó 401,300 millones de pesos, un incremento de 27% respecto al 2020), les sirva también como impulso para este nuevo emprendimiento. 

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