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Estrategias

¿VALE LA PENA CONTRATAR UN COACH DE NEGOCIOS?

El 80% de las personas que reciben coaching incrementan su auto confianza, y el 62% mejora sus resultados.

Por: Claudia M. Sheppard Swipe

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Cuando empecé en el mundo de Coaching, había muchos tabúes alrededor de esta disciplina. Era común escuchar cosas como “son unos charlatanes”, “no sirven”, “no creo en eso”, “son vende humos”…

En Latinoamérica veían con recelo a esta profesión. O simplemente no se entendía con claridad cuál era su aportación a los negocios.

Me tocó abrir camino y enfrentarme a algunas críticas que, lejos de desmotivarme, me ayudaron a acelerar mi misión: ayudar a más personas a que lograran sus objetivos… Justo como como yo lo había vivido.

 


Durante mi carrera en el mundo corporativo, tuve la fortuna de tener grandes guías, personas con una extraordinaria trayectoria como empresarios o directivos.

Aunque valiosas (siempre estaré agradecida por todos sus consejos y testimonios), sus enseñanzas no fueron suficientes. Tuve que aprender muchas cosas en el camino del emprendimiento, que me tomaron 15 años de mi vida.


Mentor vs coach

La diferencia entre ambos es muy sencilla. El mentor es un experto que te ofrece asesoría, te orienta cuando lo requieras. Hay mentores especializados en temas financieros, tecnológicos, comerciales, por decir solo algunos. ¿Tienes dudas? Lo consultas. ¿Vas a tomar una decisión importante? Recurres a tu mentor y le pides una opinión.

¿Quién lo hubiera imaginado? El mejor secreto guardado de Silicon Valley ¡es un Coach!


Empresarios visionarios como Steve Jobs y Larry Page compartieron al mismo coach.

Su nombre era Bill Campbell. Era de una persona que, tras haber intentado -sin éxito- convertirse en un entrenador de fútbol americano, decidió entrenar a líderes empresariales.

Con su coaching, empresarios y directivos importantes consiguieron convertir sus negocios en compañías de un billón de dólares.

En su ideario, Campbell sostenía que solo se debía dar coaching a quienes fueran honestos y humildes, y tuvieran la voluntad de perseverar y trabajar duro, y de aprender continuamente.


En mi caso, los coaches y mentores con quienes he trabajado han sido clave en mi empresa y en los proyectos que he desarrollado.

Coincido con la idea de que un coach, en términos muy simples, es alguien que te ofrece una perspectiva diferente de tu negocio, que no esté contaminada por las ideas y prácticas de siempre.

Sus intervenciones a veces son como bombas de ideas nuevas que estallan en tu cabeza. Te sacuden. Te revelan cosas que no habías visto, incluso a pesar de que las tenías frente a tus ojos.


Muchos empresarios se apoyan en ellos para “pensar fuera de la caja”. Entienden que un coach no es alguien que decide por ellos, ni que impone sus ideas ni las comunica como instrucciones o reglas.

En cambio, lo que verdaderamente aprecian de un coach es su habilidad para conseguir que su coachee (o persona que recibe coaching) descubra por sí mismo las respuestas que busca.

Actúan bajo la idea de ayudarte a aprender a que tomes decisiones y hagas las cosas que quieres o necesitas.


Bien dicen que las personas “no vemos que no vemos”, es decir no estamos plenamente conscientes de todo. No somos súper-dotados. Es natural que se nos escapen cosas, que no tengamos respuestas para todas las preguntas. El coach es como “el tercer ojo” que nos ayuda a ver lo que estaba en nuestros puntos ciegos.

Porque nos ayudan a dirigir la mirada a lo valioso, lo urgente, lo peligroso, lo útil, lo trascendente. Puede contribuir a que tengas claridad, estrategia y hasta empoderamiento y auto confianza.

Todo dependerá de qué sea lo que busques.

Si estás emprendiendo o enfrentas un momento crucial en tu vida o negocio, un coach puede ser de enorme ayuda. Considéralo seriamente. Puede ser la diferencia entre intentar… y lograrlo.

Claudia M. Sheppard, emprendedora mexicana, estratega y mentora de negocios, CEO y Fundadora de The Latin Powerhouse. Escríbele a: [email protected] y síguela en Twitter: @claudiamshep

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