
Agravio, desigualdad y liderazgo: lo que revela el Barómetro de Confianza de Edelman
Por: Bernardo Sainz MartínezContinua en la historia

En IPADE Business School tuvimos el gusto de ser anfitriones de la presentación en México de los resultados del Barómetro de Confianza 2025 de Edelman, en el marco del 25 aniversario de este estudio global. Fue una valiosa oportunidad de reflexionar, junto con empresarios, académicos y representantes de la sociedad civil, sobre las tensiones más profundas que afectan hoy la relación entre instituciones y ciudadanos.
El Barómetro de Confianza 2025 de Edelman fue una valiosa oportunidad de reflexionar, junto con empresarios, académicos y representantes de la sociedad civil, sobre las tensiones más profundas que afectan hoy la relación entre instituciones y ciudadanos.

| Datos reveladores y preocupantes
En su edición 2025, el estudio se realizó en 28 países, incluyendo México, y recoge las percepciones de más de 33,000 personas. A lo largo de sus 25 años, el Barómetro ha documentado cambios significativos en la confianza institucional, acompañando momentos clave, como la crisis financiera global, la pandemia, el auge del populismo y la transformación digital.
En el caso de México, los datos son reveladores y preocupantes. Si bien las empresas se mantienen como la institución más confiable (67%), seguidas por las ONG (61%), los medios (54%) y el gobierno (47%), todas se encuentran en un rango medio en términos globales de confianza. Sin embargo, lo que más destaca este año es el alto nivel de agravio que se percibe tanto en la sociedad mexicana como en gran parte del mundo.
Lo que más destaca este año es el alto nivel de agravio que se percibe tanto en la sociedad mexicana como en gran parte del mundo.
El Barómetro también muestra una profunda polarización social. Destaca que quienes se sienten agraviados piensan el mundo en términos de suma cero: si otros ganan, ellos pierden. Esta mentalidad fragmenta el contrato social, debilita las posibilidades de cooperación y es terreno fertil para los discursos populistas.
El Barómetro de 2025, en pocas palabras, confirma un diagnóstico crítico: vivimos una crisis del capitalismo democrático, la cual no es meramente económica o institucional, sino que también es moral. Como ha argumentado el filósofo Michael Sandel, el modelo meritocrático ha generado una narrativa de ganadores y perdedores que alimenta el resentimiento.

| Soluciones reales
En este contexto, las empresas y otras instituciones enfrentan el reto urgente de ofrecer soluciones reales a los problemas de desigualdad y exclusión. El liderazgo empresarial, si quiere conservar legitimidad, debe ser más empático, cercano y comprometido con el bienestar colectivo. La confianza se debe ganar con acciones visibles, con empleos bien pagados, con formación para el futuro, con una cultura de respeto. En una sociedad agraviada, se requieren líderes que escuchen, que se acerquen, que validen las emociones del otro. Líderes que entiendan que el poder hoy se sostiene en la relación, no en la jerarquía.
La restauración del tejido social no es un lujo, es una apuesta por la democracia como modelo.
Como advirtió Robert Putnam, desde los años noventa, el capital social, esas redes de confianza y cooperación entre los ciudadanos, es el cemento que mantiene unida la democracia. Hoy, ese capital está erosionado. Recuperarlo exige reconstruir espacios comunes, fomentar la inclusión. No es una tarea que competa solo al gobierno o a las empresas, sino a todas las instituciones: medios, sociedad civil, escuelas y familias.
La restauración del tejido social no es un lujo, es una apuesta por la democracia como modelo. Porque, a pesar de sus defectos, la democracia liberal sigue siendo el sistema con mayor potencial para garantizar derechos, corregir desigualdades y defender la dignidad humana. En tiempos de agravio y desesperanza, defenderla exige acciones concretas, liderazgo con sentido humano, así como la reconstrucción del vínculo entre las instituciones y las personas. AN
Bernardo Sainz Martínez es profesor del área de Entorno Político y Social y director adjunto del Centro de Investigación en Responsabilidad Social (CIRES) de IPADE Business School