
De commodity a socio estratégico: el reto de la industria metalmecánica
La industria metalmecánica es uno de los pilares de la manufactura nacional. Sin embargo, su alto grado de fragmentación y la falta de inversión limitan su capacidad para capturar más valor. Manuel Nieblas, socio líder de la Industria de Manufactura en Deloitte Spanish Latin America, analiza sus oportunidades, desafíos y el camino para dejar de ser vista como una industria de bajo costo.
Por: Claudia CerezoContinua en la historia

Manuel Nieblas
Socio líder de la Industria de Manufactura en Deloitte Spanish Latin America

AN • Manuel, ¿cómo describirías la situación actual de la industria metalmecánica en México?
La industria está en una situación un poco complicada, principalmente por factores recientes como los aranceles y la incertidumbre económica. Esto ha provocado que esté algo detenida, a la espera de cómo evolucionen los mercados. Aunque crece, lo hace a ritmos bajos, y la expectativa es que continúe creciendo, aunque no al mismo nivel que la manufactura en general.
Después de la pandemia, que afectó mucho al sector manufacturero, ha habido una recuperación gradual, aunque con ciertos altibajos. La metalmecánica avanza, pero le falta mayor impulso, especialmente en inversión y apoyo. Este sector está compuesto mayoritariamente por pequeñas y medianas empresas (pymes). De hecho, según datos del INEGI, hay cerca de 80,000 compañías en la industria metalmecánica, muchas de ellas pequeñas, lo que dificulta la inversión en nuevas tecnologías.
En resumen, la industria crece de forma moderada y se espera que siga haciéndolo, pues es un motor transversal que impacta a otros sectores manufactureros. Cuando a la metalmecánica le va bien, también beneficia al resto de la industria.

AN • ¿Podríamos decir que la metalmecánica funciona principalmente como proveedora de otros sectores?
Exacto. La metalmecánica se centra en la fabricación de componentes y partes que luego utilizan otras industrias. No suele vender directamente al consumidor final, sino que es una base esencial para que otras industrias sigan creciendo.
Con los retos actuales en la cadena de suministro, muchas empresas buscan proveedores locales para reducir costos y mejorar la logística. Esto genera una oportunidad para que la metalmecánica se fortalezca. El desafío está en que, por lo general, el valor económico generado en la cadena productiva no se queda en la industria metalmecánica. Las mayores ganancias las obtienen las empresas que desarrollan el producto final, que tienen investigación, desarrollo y contacto directo con el consumidor. La metalmecánica suele ser vista como una industria de “commodities”, donde su valor no se refleja plenamente.
Para cambiar esto es clave que la metalmecánica invierta en investigación, desarrollo y tecnologías innovadoras. Así podrá generar más valor añadido y capturar una parte más significativa del beneficio económico.
Se debe fortalecer su capacidad para generar valor, romper con la idea de ser solo un proveedor barato y apostar por la innovación. Esto requiere apoyo, sobre todo del gobierno, a través de incentivos que faciliten la inversión en tecnologías avanzadas.
Dado que la mayoría son pymes, es difícil que puedan hacer estas inversiones por sí solas, especialmente en tecnologías como manufactura aditiva o industria 4.0.

AN • Además de inversión, ¿qué se necesita para que este sector capture más valor?
Lo fundamental es que la metalmecánica comprenda bien el mercado y a sus clientes. Cuanto más claro tenga qué busca el cliente final, podrá diseñar soluciones más adecuadas.
Por ejemplo, con la tendencia hacia vehículos eléctricos y movilidad sostenible, hay una fuerte demanda de materiales más ligeros. Tradicionalmente, muchas piezas se fabricaban en acero con procesos pesados y lentos. Ahora, la industria debe buscar aleaciones más ligeras o adoptar manufactura aditiva para producir piezas resistentes y seguras, pero más ligeras.
Además, tecnologías como la manufactura 4.0 y la impresión 3D permiten reducir tiempos de desarrollo y producción, agilizando el lanzamiento de nuevos productos. En procesos como el moldeo tradicional, hacer un molde puede tomar más de un año, pero con la impresión 3D se puede reducir significativamente.
También es importante invertir en automatización y mantenimiento preventivo. Aunque México sigue siendo competitivo en mano de obra, la reducción de costos en robótica hace que la automatización sea cada vez más atractiva y rentable, además de que mejora la seguridad en procesos que son riesgosos, como la fundición y el maquinado.
En definitiva, la clave está en entender las necesidades del mercado, hacer inversiones estratégicas en tecnología e innovación, y aprovechar las oportunidades.

AN • ¿Crees que sería necesario impulsar más la producción local? Quizá no debamos tanto exportar, sino producir aquí mismo lo que nuestra industria necesita.
Esa es una discusión muy válida, pero vale la pena recordar que cerca del 80% de la manufactura en México se destina a la exportación. Históricamente, nuestra industria ha estado orientada a mercados externos.
Creo que ese enfoque no va a cambiar; al contrario, debemos seguir impulsándolo. Lo ideal sería que pronto lleguemos a un acuerdo claro con Estados Unidos y Canadá. Se habla de que la renegociación del T-MEC podría iniciar este mismo año. Nos conviene que eso pase cuanto antes, porque mientras más rápido se defina, las empresas podrán planear a mediano y largo plazo, invirtiendo con mayor confianza.
México tiene una ventaja competitiva clara: estamos a unas horas del principal consumidor y fabricante mundial, que es Estados Unidos. Enviar un componente desde México a Estados Unidos toma días, mientras que hacerlo desde otras regiones puede tardar meses por barco. Este contexto puede fortalecernos, y es ahí donde debemos enfocarnos para aprovechar las oportunidades.
Sin duda, la globalización continuará, pero también veremos un fortalecimiento de la regionalización. Los clústeres en Asia, Europa y América se consolidarán para mitigar riesgos, como los que generan los aranceles.
Si la industria mexicana piensa en que sus productos pueden satisfacer demandas internacionales, automáticamente también estarán cubriendo las necesidades del mercado local.

AN • Manuel, mencionaste varias tecnologías: automatización, robótica, impresión 3D… ¿Cómo encaja aquí la inteligencia artificial (IA)?
La IA está prácticamente en todas partes. Ya se está aplicando en la industria, en áreas específicas: finanzas, costos, fabricación, mantenimiento predictivo. Por ejemplo, en lugar de esperar a que una máquina falle, los sensores monitorean su desempeño constantemente y la IA analiza esos datos para anticipar cuándo se debe hacer un mantenimiento.
También ayuda a hacer los procesos más eficientes, evitando cuellos de botella, que son comunes en la industria. Esto seguirá creciendo. En la industria metalmecánica, muchas soluciones serán genéricas, porque la industria es muy diversa y los jugadores desarrollarán modelos propios adaptados a sus necesidades.
Hay algunas compañías evaluando y haciendo pruebas, pero la implementación generalizada aún está en desarrollo. En logística hay más avances, pero en manufactura todavía falta camino. Creo que la adopción será más rápida en automatización y manufactura aditiva que en IA.

AN • ¿En qué sectores o áreas ves mayores oportunidades de crecimiento?
Veo tres subsectores con mucho potencial en la metalmecánica:
1. Fundición: aquí el enfoque es la sustentabilidad, especialmente en la reducción de emisiones contaminantes. Es un área que necesita trazabilidad y nuevas tecnologías para fabricar de forma más limpia.
2. Estructuras metálicas prefabricadas: cada vez más usadas en construcción y otras industrias. Hay una clara oportunidad de crecimiento aquí, ya que se promueven procesos más rápidos y eficientes.
3. Procesos como galvanizado o cromado: algunos están prohibidos en ciertos países por contaminantes, por lo que hay una oportunidad para soluciones nuevas, sostenibles, que cumplan con los requisitos ambientales.
En general, la industria tiene muchas oportunidades, pero es fundamental analizar dónde conviene invertir para obtener un retorno rápido. Esto es clave para que las pymes se animen a hacer esas inversiones. AN