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HAZ DE TU PASIÓN UN NEGOCIO

Ximena Mora y Omar Landa decidieron ser congruentes con su estilo de vida y crear un negocio fiel a sus principios. Así nació Rayito de Luna, una empresa comprometida con la regeneración y cuidado de el medio ambiente y el comercio justo.

Por: Marisol García Fuentes Swipe

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Ximena Mora Quintana y Omar Landa Abad lo saben, luego de manejar un emprendimiento de servicios y producción audiovisual, decidieron dar un giro al negocio y siendo congruentes con su estilo de vida crearon una marca ecosustentable.

Se trata de Rayito de Luna, una empresa mexicana que desde hace seis años fabrica desde la Ciudad de México productos de higiene y cuidado personal con finos ingredientes naturales, libres de químicos sintéticos, en procesos ecosustentables, empaques ecológicos retornables y con prácticas de comercio justo.

Hoy esta marca que emplea a siete personas se vende en City Market, Liverpool, tiendas como Grupo Olvera, en hoteles Four Seasons, hoteles en Los Cabos, Holbox, tiendas especializadas en cuidado personal sustentable y natural, su propio ecommerce y market places como Mercado Libre y Amazon.


Encontrar un nicho de mercado

Ximena y Omar son esposos y pareja en los negocios. En 2011 quisieron encontrar nuevas alternativas. “Me gustaba lo que hacía, pero ya no encontraba satisfacción del todo”, recuerda la emprendedora.

Los dos querían saber de dónde venía los productos que usaban: su ropa, alimentos, entre otros. En la tarea de encontrar opciones más sustentables para su propio consumo identificaron que en el tema de higiene y cuidado personal no existían opciones nacionales que pudieran ser 100% naturales y con trazabilidad.

Entonces Ximena decidió comenzar a elaborar sus productos de higiene: cremas, jabones, champús, entre otros y se dieron cuenta de que ahí podía haber una oportunidad de negocio. El primer paso fue compartirlo entre amigos y familiares, a quienes gustó el producto y así nació Rayito de Luna, que no se formalizó sino hasta tres años después, en 2015, con una inversión de 100,000 pesos.


Identificar el problema

Los aceites minerales y químicos sintéticos usados en productos de higiene y cuidado personal generan en su producción hasta 8.36 toneladas (Mt) de gases de efecto invernadero (CO2e), además su desecho tiene un impacto ambiental negativo muy fuerte: un litro de aceite mineral llega a contaminar hasta 4,000 litros de agua”, explica Omar, quien es químico de profesión.

Hasta un 70% del agua usada en su fabricación es desperdiciada. Son productos que millones de personas usan diariamente y no existen opciones en el mercado para disminuir ese impacto ambiental negativo. Ahí había una clara oportunidad de negocio.


Crear una oferta irresistible

Fueron tres años los que la pareja se dedicó a la formulación de sus productos. “Queríamos que las materias primas fueran nacionales y comenzamos a buscar proveedores y pequeños productores”, recuerdan. En 2012 el primer paso lo dio Ximena al empaparse en materia de cosmética natural. Lo hizo a través de cursos y buscando recetas para elaborar jabones en prensado frío, una técnica mantienen hasta el momento.

“Los procesos de producción son artesanales (a mano), no usamos maquinaría automatizada o industrial. La mayor parte son procesos en frío y los procesos con calor no sobrepasan los 55C. Aprovechamos 100% del agua usada en la fabricación de nuestros productos y es de recuperación pluvial”, comenta Omar.

Tampoco utilizan aceites minerales, ni químicos sintéticos, solo ingredientes naturales 100% puros, de los cuales verifican que su extracción y producción sea sustentable y su desecho no contamine. “Nuestros envases son de vidrio ámbar grado farmacéutico con decorado cerámico, son retornables y los empaques de nuestros jabones son de papel semilla y biodegradable, no usamos plástico”, aclaran.


Encontrar tu por qué

Ximena es periodista y comunicóloga de profesión por la UNAM. Reconoce que cuando comenzó en el mundo del emprendimiento las cosas no eran tecnológicas como hoy. Ella tuvo que asistir a varios cursos presenciales e investigar mucho en libros.

“En ese momento estaba buscando algo distinto que hacer con mi vida y que tuviera propósito. Nunca me había sentido tan conectada con el propósito de la producción audiovisual, ya que era mucho más difícil llevarlo al tema social y cultural”, recuerda Ximena. “Con el tema de cosmética natural empecé a encontrar algo que me daba ese propósito: el cuidado del medio ambiente, materias primas, la conexión con comunidades y el campo en México. Fue cuando todo hizo clic”.

Durante tres años Ximena desarrolló Rayito de Luna a la par de realizar producción audiovisual, en una asignación tuvo que cubrir un tema de emprendimiento social, donde se dio cuenta que se podía compaginar su pasión en temas sociales con los negocios. En 2015, se volcó de lleno a su nuevo emprendimiento lanzando las marcas Ms. Lady y Mr. Man. Sin embargo, considera que no fue sino hasta los dos últimos años, con la pandemia del covid-19, que los temas de conciencia social y cuidado al medio ambiente tomaron dimensiones serias.


Un proyecto sostenible

“La cosmética natural es un poco como la cocina buscando los mejores ingredientes y encontrando los mejores procesos”, dice Ximena. Omar aportó su conocimiento de la química aplicada para lograr los mejores productos. Sin embargo, no se volcó de lleno al proyecto, sino hasta 2015.

Actualmente la empresa trabaja con una economía circular y regenerativa. Ha creado una red de producción que trabaja desde el origen de la materia prima hasta el consumidor final. Supervisando que todo el proceso sea sostenible, ético, de alta calidad y fomentando el consumo responsable, creando vínculos y lealtad con sus clientes.

Además, otra prioridad de la empresa es el acceso a información y capacitación. “Es necesario fomentar el consumo responsable pero también la producción sustentable. Hay una creciente noción de que se debe de evitar el impacto ambiental negativo, pero no existen herramientas en la comunidad para lograrlo. Nosotros tenemos un programa de reducción de desechos, ahorro de agua y educación ambiental con nuestros colaboradores. Nos involucramos con proveedores para asesorar en sus procesos de producción y lograr que estos sean sostenibles y amigables con el medio ambiente, apoyamos con asesoría, equipo y prácticas de comercio justo”, comenta Omar.


Una empresa certificada

“Estamos comprometidos con la economía circular, todos nuestros procesos, desde la extracción de materias primas hasta el postconsumo de nuestros envases está bien medido para genere el menor impacto medioambiental o social”, dice Ximena.

Los emprendedores atribuyen la aceleración de su negocio a su participación en iniciativas como BBVA Momentum Generación 2017 y SVX Regenera 2018, donde obtuvieron mentoría y conocieron a Sistema B en México, el vínculo con B Corporation, para ser reconocida como Empresa B, una certificación que lograron en 2017 y que mide tu impacto social y ambiental.

El proceso para certificarte es largo, pero también te vincula con empresarios con quienes puedes compartir procesos y mejores prácticas, dice Ximena. El año pasado se recertificaron obteniendo una calificación muy alta: 136 puntos, frente a 83 de la primera vez, lo que los coloca en un muy buen lugar con sus prácticas a nivel nacional e internacional.


Adaptación continua

La empresa mantiene sus líneas Ms. Lady y Mr. Man bajo Rayito de Luna, que nacieron en 2015. Pero en el contexto actual de diversidad e inclusión estas marcas se unificarán bajo el sello Rayito de Luna. Hoy cuentan con 35 productos y una producción aproximada de 1500 litros de cremas y champús al mes.

Ximena y Omar dicen que el aprendizaje en esta pandemia fue brutal. “Entendimos que el crecimiento en nuestra empresa no puede ser acelerado como en otro tipo de industrias. Que para respetar nuestro propósito tenemos que irnos con calma, respetando cada fase, como en los procesos orgánicos naturales que son lentos. Aprendimos a ser pacientes y ahora incluso estamos más enfocados al decrecimiento que al crecimiento voraz que ha tenido el sistema”.

 


El futuro es local

Rayito de Luna está por lanzar una nueva línea llamada Simple y local, que es más accesible en precio para el público. Consta de cuatro productos básico: crema, jabón líquido, una brisa aromática y un serum facial. En esta línea todas las materias primas provienen del centro de México, donde trabajan con aceite de macadamia, coco, aguacate, y aceites esenciales de toronjil, cedrón y lavanda. Solo se va a distribuir en el centro.

“Nuestro crecimiento lo vemos regional. Simple y Local es el primer esfuerzo al 100% que estamos haciendo a nivel región y que tendrá un impacto ambiental todavía menor porque nuestras materias primas se encuentran en Ciudad de México, donde se realizará la distribución”.

Ximena es contundente, “lo que me ha ayudado a seguir con Rayito de Luna es tener claro mi propósito de vida y como persona. El negocio que inicies debe estar muy vinculado a ese procesos y que no vaya en contra de tu naturaleza. Toma en cuenta que el sistema económico ya no es el mismo de hace 10 años. Los negocios que van a tener trascendencia van a ser aquellos que sepan adaptarse al nuevo mundo y orden planetario”.

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