Cualquiera que se haya sentado en una mesa de póker, sabe que recibir un par de ases en las primeras dos cartas resulta una posibilidad muy alta de ganar la partida. Un jugador experimentado reconoce que, de no jugar atinadamente la mano, podría perderla, pese a las altas probabilidades iniciales de triunfo.
Algo similar está viviendo México, tanto en el sector de la manufactura como en la relocalización de procesos productivos hacia nuestro país. Con respecto a la manufactura, no es nuevo que nos hemos convertido en un jugador protagónico a nivel mundial en distintas industrias: automotriz, minera, espacial, agrícola y química son ejemplo de nuestro protagonismo.
Basta resaltar que la producción de bienes es pieza clave para el crecimiento económico y el desarrollo del país, al representar alrededor del 20.7% del Producto Interno Bruto (PIB) en el primer trimestre de 2024, emplear a más de 9 millones de trabajadores y ser el principal sector de destino de la Inversión Extranjera Directa (IED).
En 2023, la industria manufacturera captó 18,081 millones de dólares (mdd), equivalentes a 50.14% del total de la IED en México (35,292 mdd), un incremento de 42.2% respecto a lo captado en 2022 (12,711 mdd), de acuerdo con cifras del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP).
Estos datos duros son por demás relevantes; sin embargo, el camino hacia delante no será fácil, pues este año el sector ha presentado un menor dinamismo. El Indicador Multidimensional de la Manufactura BBVA (IMM BBVA) disminuyó 2.9% año contra año en abril (la cuarta caída consecutiva en lo que va del año), apuntando hacia una extendida ralentización del sector ante el menor dinamismo de la demanda externa, como comentó nos dijo en entrevista Saidé Salazar, economista principal de BBVA Research.
Adicionalmente, existen industrias como la automotriz –en las que México es una verdadera potencia mundial– que requieren evolucionar ante las innovaciones que presenta el sector a nivel global. El mundo está demandando cada día más autos eléctricos, híbridos o autónomos, por señalar algunos. Pero, ¿la producción realizada en México está avanzando a la par?
Si aspectos como los anteriores no son tomados en cuenta, el valor de uno de estos ases podría no ser tan afortunado, mientras otros competidores manejen mejor sus cartas.
Y esa misma reflexión debemos hacerla hacia el nearshoring, pues mientras la Secretaría de Economía (SE) identificó 370 anuncios de inversión, que significarían poco más de 110,000 mdd de ingresos para el país dentro de los siguientes dos o tres años, empresas de la jerarquía de Veolia (proveedor líder mundial de soluciones medioambientales) señalaban, hace unos días, que más del 70% de los grandes proyectos podrían perderse si no se resuelven los problemas del agua y de las energías limpias, que demandan las nuevas inversiones.
Por la relevancia de este gran par de ases que México tienen en la mesa y la importancia de manejarlos con atino y decoro, te presentamos dos interesantes reportajes: uno sobre manufactura y el otro sobre nearshoring, los cuales dejan en claro que nuestro país podría ganar mucho… o perderlo todo.
En lo personal, creo que el escenario pinta bien. Y si de pintar se trata, nadie mejor que PPG Comex, organización que, pese a su gran liderazgo y ventas anuales por 25,000 millones de pesos, no se confía y continúa instrumentando innovadoras estrategias. Sobre ellas, conversamos en exclusiva con su presidente Javier Sosa, así como con Claudia Contreras, Chief Marketing Officer para México y Centroamérica. ¡Por esta ocasión nos pintamos de colores!