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Reportaje

Alberto Peláez comunicador

Alberto Peláez es periodista, corresponsal de guerra, escritor y conferencista. Por 37 años trabajó como corresponsal de Televisa en España, documentando conflictos bélicos de gran envergadura, así como hechos de Europa, el norte de África y Medio Oriente.

Por: Ulises Navarro Swipe

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| Nadie puede contra el destino

Yo nací en Madrid, capital de España, entre micrófonos, cámaras, máquinas de escribir Olivetti y aparatos de fotos. Era una cosa muy normal en casa. Era algo muy particular, porque aquella España de los años 60 era en blanco y negro, muy gris, en donde si pensabas de manera distinta que el dictador, pues te metían en la cárcel. Pero en mi casa, mi padre fue un hombre muy libre pensador, Joaquín Peláez, y él nos enseñó desde muy niños lecturas que nos hicieron ver un poco más allá de aquella España. Mi padre viajó mucho, era periodista y abogado.

Entonces tenía un programa de radio que se llamaba Los Niños de la Operación Plus Ultra: escogían a 16 chicos de diferentes comunidades españolas, les daban una beca y les regalaban un viaje. Para nosotros fue una apertura de saber que hay algo más afuera. Mi padre fue con los niños de la Operación Plus Ultra a México, y entonces Jacobo Zabludovsky lo entrevista en un programa y se hacen muy amigos. En el año 1971, Jacobo llama a mi papá y le pregunta que si quiere ser corresponsal de un noticiero que se llamaba ‘24 Horas’. Así empezó a colaborar con el canal y se enamoró de México”.

AN Como empieza tu carrera

Desde los 5 años veía a mi padre Joaquín Peláez como un gran periodista y yo veía que hacía cosas que me gustaban mucho, como ver las cámaras de TV, el radio, las máquinas de escribir Olivetti, etc. Él me decía que contaba cuentos reales a la gente y yo dije que me quería dedicar a eso.


AN Cómo llegas a ser corresponsal de guerra

Fue circunstancial yo quería ser periodista, pero nunca corresponsal de guerra. En el 90, Sadam Hussein había invadido Kuwait y yo estaba de vacaciones aquí y había ido a Televisa a ver a mis compañeros.  En eso habla Jacobo y pregunta que quien quiere ir a cubrir la guerra. Yo tenía 25 años, sin hijos ni matrimonio ni nada; pero fue la circunstancia de que estaba en México y Sadam invadió Kuwait. Fue una circunstancia, y luego ya me gustó mucho y lo repetía.

AN ¿Cuántas guerras has cubierto?

AN ¿Has estado cerca de la muerte?

Muchas veces. La cámara no está prendida las 24 horas, pero yo iba de 1 mes hasta 8 meses a la guerra y fueron muchas las veces que vi cerca la muerte.

AN ¿Tu vida diaria cambia después de haber estado en la guerra y cerca de la muerte?

Vivo igual, pero entendiendo a los que tienen la vida y el valor, la empatía, la solidaridad, la amistad, ser más dadivoso, entender que a uno le puede pasar lo que le pasa al otro. Siempre pensamos lo que le puede pasar a los demás, pero no a mí y, si te pasa… ¿Quién les iba a decir a los ucranianos, hace dos años, que iban a estar en otras fronteras, pasando fríos de menos 15 grados? Las guerras me han transformado para ser una mejor persona.  Yo veía en mi padre que su éxito era ser muy culto, pero muy simpático,         muy agradable. Tenía enorme don de gente. Siempre fuimos gente muy normal y las guerras me humanizan más. Yo siempre he sido muy normal y así lo voy a ser. Es lo que me ha enseñado el periodismo y se lo he inculcado a mis hijos, que sean dadivosos, empáticos, porque uno no sabe cuándo estas en la piel de otro.


AN ¿Las guerras han cambiado o siguen siendo las mismas, donde hay un ganador y un perdedor, unos que viven y otros no?

La esencia de la guerra es la misma: es la negociación y ahí no gana nadie. Desde el punto tecnológico ha variado mucho: ahora son con armas nucleares y antes eran con piedras y flechas y arcos. En esencia sigue siendo la destrucción del ser humano; hay que ser muy necio para no entender que somos los seres humanos los que nos destruimos. El ser humano es el único ser vivo que practica la guerra. Los animales se matan para comer y alimentarse, como ocurre con los leones.

AN ¿El mundo está en riesgo o ya es muy normal que haya guerras, como ahora en Gaza o en Ucrania?

Yo no tengo duda de que jamás habíamos sufrido el índice de peligro que tenemos ahora; no entendemos que podría ocurrir una guerra nuclear y planetaria, y no lo entendemos porque no hemos vivido una guerra desde 1945 hasta la actualidad; pero no quiere decir que no vaya a pasar. Putin ya lanzo la amenaza de que, en algún momento, use armas nucleares. Israel también tiene armas nucleares, aunque no tantas como Rusia. Jamás habíamos estado tan cerca del averno, pero esa posibilidad no es remota y sí es existente. Hay una palabra que no se usa nunca, hasta que llega la guerra, y yo no quiero ser de mal agüero: esa palabra es ‘movilización´. en España, Francia e Inglaterra se habla de la movilización.  Ante esto, ¡qué quieres que te diga!

AN ¿Qué debemos entender por este concepto de movilización?

La movilización de soldados británicos, franceses, españoles…  pasando muchas cosas, no solo en la guerra.


AN ¿Hacia dónde va tu futuro? ¿Cuáles son tus planes?

Me estoy reinventando. Cuando salgo de televisa, me tengo que reinventar; aunque no es lo mismo a los 60. Pero así son las cosas: no queda más que accionar. Al principio estaba muy acartonado: meterme en la cama con Lucero, por ejemplo; ahora hago entrevistas a artistas, ahora viene el Coque Muñoz y me la paso muy bien, y es otra manera de hacer periodismo. Estoy en un programa de radio en Radiorama, todos los días. Doy muchas conferencias, emprendiendo en la cama…

AN ¿En dónde está el programa?

Esta en youtube, en albertopelaeztv, todos los sábados a las 11 en Telefórmula, los domingos a las 9 de la noche.

AN ¿Cómo ves nuestro país en este momento, en términos generales, no solo políticos, sino económicos?

México es un gran país. Yo me siento mexicano, aunque sea español. En España está muy de moda el concepto de la patria. México tiene una gran cultura y tradición en todos los aspectos, pero la historia pesa por encima de muchos países de América Latina, incluso abarca todo el mundo hispano, incluyendo España. No sería la misma, si no estuviera México, aparte de ser el puente natural de Europa y América Latina. El gran activo que tiene este país son los mexicanos. En economía no están tan mal; tenemos una inflación menor que la española y que Inglaterra. El peso, por la razón que sea, está fuerte. Hay una crisis de polarización política preocupante, que ahora ha sido mas fuerte y puede llegar a preocupar. Creo que la política debería ser más pensada, porque este país se merece la serenidad y el descanso. El país tiene que seguir avanzando y tiene que ganar quien decida la gente. El país debe seguir progresando.


AN ¿Cómo ves el periodismo en estos 30 años cuando antes no había celulares…? 

El periodismo es como el español, que está en constante evolución: no podríamos hablar, los que hablamos español, como en el siglo XII. Tenemos una evolución y eso está muy bien. El periodismo no puede seguir como las gacetas del siglo XIX, pero hay que saber ejercer el periodismo. Una cosa es tener los celulares, el internet, las redes sociales… Eso está muy bien, pero no todo el mundo es periodista.

AN ¿Qué crees tú que lleva a los líderes del mundo a la guerra, aun siendo personas inteligentes? ¿Es el dinero el que los motiva?

Tú lo has dicho. Los intereses creados los temas territoriales. En Irak el petróleo fue el interés y había miles de millones de reservas de petróleo. Ahora hay maneras distintas de hacer la guerra, pero sigue siendo ese mismo interés, porque los humanos no tenemos medida ni fin. Yo creo que todo está mal planteado desde el origen; por eso yo creo que es necesario un cambio de nivel político de alcance mundial. Todos dicen lo mismo, y eso está totalmente desgastado. Tenemos que ir a sociedades más justas y solidarias. No puede haber estos desequilibrios en el planeta, donde hay mil millones de personas que viven muy bien y 7 mil millones que viven muy mal. Esto es inaceptable.

AN ¿Cuáles son los valores que identifican a un buen periodista? Porque la profesión no es muy bien pagada que digamos.

Si alguien busca mucho dinero en periodismo que busque otra profesión, excepto los cuatro o cinco que hacen mucho dinero aquí. Te comprometes con la profesión, no con el dinero. Esta profesión te lleva a vivir de manera digna. Yo nunca he ejercido el periodismo para ganar mucho dinero.


AN ¿Qué sientes cuando llegas a cualquier lado y sabes que tienes el reconocimiento de todo el mundo, ya que tal vez algunos escriben de tecnología, de finanzas, de hoteles, etc., pero no cualquiera se para frente a las balas para transmitir algo que sientes?

Un enorme agradecimiento porque la gente es muy amable conmigo y, gracias a toda esa gente, yo soy Alberto Peláez no solo porque fui a las guerras. Soy un compendio de muchas cosas, pero sobre todo en agradecimiento a la gente, muy agasajado sin perder el piso. Eso es lo que mi padre me enseñó.

AN ¿Ves a tus hijos en mundo del periodismo y la comunicación como tú lo fuiste con tu padre?

Ellos nunca quisieron ser periodistas. Están en el mundo de la comunicación, pero es la actuación, el teatro. Esta es una profesión complicada en donde se trabaja días festivos, navidades, es un oficio que tenemos que amar y yo lo amaré hasta que muera.

Síganos en las redes sociales albertopelaeztv. Ahí van a encontrar entrevistas de la cama política internacional para comprender un poco al planeta Tierra y todo lo que está pasando.

AN ¿Qué tan difícil es entrevistar a la gente sin que nadie se moleste? 

La estupidez es como la gripe: se propaga con mucha facilidad. Yo lo hago en función de que alguien tenga algo que decir, sin importar que, de derecha o izquierda, rubio, güero… Cualquiera que tenga cosas que aportar es bienvenido siempre. No puedo detenerme a ver lo que piensan en las redes sociales; ni lo leo. AN

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