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Banca mexicana: solidez, cautela y oportunidades en 2025

Gustavo Méndez, socio líder de la Industria Financiera en Deloitte Spanish Latinoamérica, explica cómo la banca en México enfrenta un año de alta incertidumbre, pero también de expansión, gracias a su fortaleza estructural y al impulso del consumo interno.

Por: Alto Nivel Swipe

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Gustavo Méndez

Socio líder de la Industria Financiera en Deloitte Spanish Latinoamérica


| Una banca sólida

En un contexto de crecientes señales de alerta en la economía global, la banca en México inició 2025 con utilidades récord, liquidez sólida y una cartera de crédito resiliente. El reto ahora es navegar la incertidumbre sin perder dinamismo en un entorno donde el consumo interno sigue siendo motor clave.

Gustavo Méndez, socio líder de la Industria Financiera en Deloitte Spanish Latinoamérica, comparte su visión sobre los riesgos que deben vigilar los bancos —desde un nearshoring enfriado hasta el endurecimiento de los controles de cumplimiento— y las estrategias que marcarán la diferencia en un mercado que sigue ofreciendo oportunidades de crecimiento.

AN Gustavo, ¿cómo ves la banca en este momento, en un año complicado para México y para el mundo en general?

La banca tradicional en México presenta un caso distinto al de otras partes del mundo. Aquí, los principales bancos son extranjeros, y solo Banorte representa una institución mexicana entre los más grandes. En términos generales, los bancos tienen buen capital. Cerraron 2024 con utilidades récord una vez más, lo que les permitió iniciar este año con solidez en utilidades, capital y liquidez.

El reto principal para lo que resta de 2025 es la incertidumbre. Aunque todavía no ha ocurrido nada grave, existen señales de posibles retrocesos en la economía que podrían afectar la demanda de crédito. La preocupación más relevante para los bancos es el potencial aumento en los niveles de impago, por lo que prevalece una actitud cautelosa.


AN ¿Cómo ves el panorama hacia adelante? ¿Identificas focos rojos?

La incertidumbre es alta, pero hay elementos estructurales que no cambian. México tiene 130 millones de habitantes y una población joven, con una edad promedio de 30 años. Esa juventud implica una demanda constante de crédito: para adquirir un automóvil, una casa o formar una familia. Esa necesidad básica de financiamiento no desaparece.

Además, el negocio financiero es un negocio de inventarios: colocas créditos a plazos largos —15 años en el caso de las hipotecas, cinco años para empresas, tres años en créditos automotrices—, por lo que la calidad del inventario construido en el pasado es clave. Una cartera sólida brinda resiliencia para afrontar tiempos complicados, y los problemas económicos suelen revelar qué tan bien estructurado estaba ese inventario.

AN ¿Sigue siendo una oportunidad real el nearshoring o se ha enfriado?

Ese gran impulso que teníamos se ha enfriado. Con tanta incertidumbre, muchos jugadores han pausado sus decisiones hasta ver en qué terminan temas críticos como la guerra de aranceles y las negociaciones comerciales.

Nuestro economista en Deloitte, Daniel Zaga, publicó recientemente un análisis sobre los 10 principales productos que México exporta a Estados Unidos. Resulta revelador ver que, por ejemplo, los camiones son el segundo producto más exportado después de autopartes, y representan el 80% de las importaciones de camiones de Estados Unidos.

Mover un camión es muy diferente de mover un teléfono móvil: los costos de transporte son altos, lo que significa que, incluso con un arancel, seguimos siendo competitivos gracias a nuestra cercanía geográfica. Nuestra ventaja estructural —4,000 kilómetros de frontera— es algo que no cambia. Como solían decir: estamos “a un camión de distancia (one truck away)” de nuestro principal socio comercial.


AN ¿En qué áreas debe trabajar más intensamente la banca en este entorno?

Hay dos frentes de trabajo: ofensivo y defensivo. En la ofensiva, los bancos deben enfocarse en captar más clientes de forma eficiente y ofrecer productos diferenciados no solo por precio, sino por experiencia de usuario, servicio y facilidad de acceso, especialmente a través de plataformas digitales. Antes, la competencia era principalmente en servicio; hoy es en servicio, precio, experiencia de usuario y canales digitales intuitivos.

En la defensiva, la amenaza más seria proviene del riesgo de ser vinculados con actividades ilícitas, sobre todo ahora que Estados Unidos empieza a catalogar a ciertos cárteles como terroristas.

Muchos bancos en México tienen corresponsales en Estados Unidos, y si una investigación los vincula a movimientos de dinero ilícito, podrían perder de un día para otro esa relación, afectando gravemente su operación internacional. Por eso, el enfoque en cumplimiento se ha reforzado: conocer a fondo a los clientes, entender el origen de su riqueza, realizar visitas físicas a empresas y validar que las operaciones declaradas sean reales.

AN ¿Cómo se está enfrentando esta necesidad de mayor vigilancia?

La clave es hacerlo de forma inteligente y eficiente. No se puede depender solo de procesos manuales: se requiere de tecnología avanzada, análisis de datos y trabajo de campo. No basta con tener datos; es crucial comprenderlos y validarlos. Por ejemplo, no es suficiente que una empresa diga a qué se dedica: hay que verificarlo físicamente; constatar que realmente opera.

Además, es importante saber con quién trabajas. En un entorno donde los bancos tienen cientos o miles de proveedores, revisar la cadena de suministro se vuelve esencial.


AN ¿Esto implica costos adicionales?

Sí, inevitablemente implica mayores costos. Automatizar procesos y usar inteligencia de datos ayuda a hacerlo más eficiente, pero no elimina la inversión necesaria.

Aquí entra también la importancia de la colaboración entre bancos. Compartir información, usar listas negras comunes y monitorear redes de riesgo en conjunto permite proteger mejor al sistema financiero.

En ciberseguridad pasa algo similar. No existe protección infinita, y los atacantes siempre buscarán al jugador más débil. Como dicen algunos expertos, en ciberseguridad solo existen dos tipos de empresas: las que ya fueron atacadas y las que están por serlo. Por eso, además de invertir en protección tecnológica, también es indispensable blindar el factor humano: conocer bien a los empleados y tener controles internos sólidos.


AN Parece ser que el mundo digital está marcando el camino. Un ejemplo es Nu, que llegó a México y conquistó rápidamente una gran parte del mercado. Acaba de anunciarse que Nu obtuvo su licencia bancaria. ¿Cuál es tu opinión al respecto?

Aunque pasarán unos meses antes de que Nu empiece a operar plenamente como banco, este es un paso muy importante. Muchos se preguntan: si ya operaban como Sofipo (Sociedad Financiera Popular), ¿qué cambia tener una licencia bancaria? La diferencia es que ahora podrán ofrecer una gama mucho más amplia de productos financieros, lo que les permitirá atender mejor a sus clientes.

Además, ya cuentan con una base de 10 millones de clientes. Eso les da una enorme ventaja: el costo de adquisición ya está cubierto. Ahora su oportunidad está en el cross selling, es decir, en venderles más productos a los mismos clientes, con un enorme potencial de crecimiento.

Este modelo lo están replicando también otras compañías exitosas, como Mercado Pago y Spin by Oxxo, que vienen del mundo del retail. La clave es quién controla la relación con el cliente. Si ya tienes esa relación, es natural ofrecerle más productos, en este caso, financieros. Es impresionante cómo estas plataformas han crecido rápido en número de clientes y ahora buscan capitalizarlo con nuevos servicios.

AN Y ahora tendrán todavía más información sobre sus clientes, ¿no? Parten de conocerlos en el retail, de saber si les prestan o no, qué compran…

Exactamente. Tener acceso a esos datos de consumo permite aplicar inteligencia artificial y modelos predictivos para hacer ofertas mucho más personalizadas. Es como Netflix: ves una serie y enseguida te recomiendan qué ver después, basados en los patrones de otros usuarios similares. En el sector financiero será igual: identificar cuál es la “siguiente mejor oferta” para cada cliente.


AN Estamos a unos días de la 88ª Convención Bancaria. ¿Qué temas crees que dominarán la agenda? 

Creo que veremos una agenda de continuidad, enfocada en demostrar que la banca sigue siendo un pilar sólido para el desarrollo del país.

México y Brasil son los dos mercados más relevantes de Latinoamérica, y nuestro país sigue ofreciendo grandes oportunidades de crecimiento en todos los nichos: banca corporativa, pymes, banca de inversión, wealth management, entre otros.

Aunque hay incertidumbre por posibles desaceleraciones económicas, el tamaño del mercado mexicano, su integración con Estados Unidos y su diversidad sectorial seguirán impulsando oportunidades. El reto para los bancos será estratégico: identificar los sectores y segmentos que se verán menos afectados o que incluso puedan crecer en un contexto de cambio, y enfocar ahí sus esfuerzos. AN

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