| El problema es mayúsculo
Para cumplir con los requisitos de los negocios en la actualidad se requiere mayor agilidad de respuesta, colaboración en todo tipo de entornos de trabajo, además de flexibilidad en la operación y automatización.
En términos de seguridad cibernética, estamos atravesando el peor momento: el secuestro de datos o ransomware acecha a todo tipo de organizaciones, de acuerdo con el reporte Tendencias de protección de datos 2023, de Veeam Latinoamérica, proveedor de soluciones de protección y recuperación de datos.
El 85% de las empresas sufrieron al menos un ciberataque el año pasado. En 2021 fueron víctimas de un delito de este tipo 76% de las compañías.
Otro dato importante: 60% de las organizaciones tardan más de cuatro días en resolver un problema de seguridad, mientras que los ciberdelincuentes suelen aprovechar una vulnerabilidad en cuestión de horas, según el Informe anual sobre amenazas a la nube, de Unit 42, equipo experto en ciberseguridad de Palo Alto Networks y proveedor de soluciones de seguridad informática.
Ante este panorama, es prioritario que las empresas cuenten con una estrategia de protección de datos que les brinde la resiliencia que necesitan para hacer frente al ransomware y otras vulnerabilidades. No es cuestión de saber si serán atacadas o no, sino cuándo les tocará.
Mauricio González, vicepresidente de Ventas para Veeam Latinoamérica, explica que la estrategia de protección de datos debe incluir análisis y gestión de riesgos, soluciones de respaldo y recuperación adecuadas a los ambientes híbridos de la actualidad, con capacidades de automatización, con la granularidad (nivel de detalle) que requiera cada caso particular y con la flexibilidad necesaria para que las organizaciones tengan una protección a prueba de errores, caídas y ataques, basada en la inmutabilidad de los datos y en su recuperación inteligente.