| Una historia de éxito
México tiene un lugar especial en la historia de GE, pues fue el primer país, fuera de Estados Unidos, donde abrió oficinas. Desde 1896, cuando inició sus operaciones en el país, GE ha visto a México como un mercado clave. Tan solo un año después de haber llegado al país, la empresa instaló un poderoso alternador trifásico en la planta de Echavarría, una de las primeras grandes plantas hidroeléctricas de México.
Pocos años después, en 1902, GE ya tenía presencia en las minas de Guanajuato como proveedor de electricidad a través de generadores y transformadores. Años más tarde, en 1930, la compañía inauguró su primera planta de manufactura en Monterrey. Actualmente GE cuenta con cuatro plantas de fabricación en el país, un centro de servicio y un centro de operaciones globales en Monterrey.
A lo largo del siglo XX, GE también se consolidó como un actor clave en el desarrollo del sector salud, al colaborar con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) trayendo los primeros microscopios electrónicos, los electrocardiógrafos y la primera máquina de rayos X de nueva generación.
En 1960, inició su incursión en la aviación, al dotar de motores a la Compañía Mexicana de Aviación y Aeronaves de México (hoy Aeroméxico), para liderar el sector en América Latina.
Actualmente, GE genera gran parte de la electricidad de México: alrededor del 50% de la electricidad generada por gas utiliza la tecnología de GE Gas Power, lo que para finales de 2020 representó aproximadamente 20,000 megawatts de energía, mientras que GE Renewable Energy pronto alcanzará una base instalada de 450 megawatts de generación de energía eólica, suministrando energía limpia para un gran número de hogares mexicanos.