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Reportaje

Industria aseguradora: Políticas públicas, clave para aumentar nivel de aseguramiento en México

A nivel mundial, México se encuentra entre los países de la OCDE con menor penetración de seguros respecto a su PIB; solo el 2.4%, ocupando el número 28 de 38 naciones. El nivel de aseguramiento es bajo incluso comparado con otros países de nivel de desarrollo similar, como Chile (3.8%), Brasil (3%) y Colombia (2.9%).

Por: Ulises Navarro y Sergio Castañeda Swipe

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| Se olvida la importancia de los seguros

En 2023, fenómenos naturales como tormentas severas en Estados Unidos y Europa, granizos gigantes en Italia, huracanes como Idalia y Otis, en México, y sequía en el Canal de Panamá, ocasionaron pérdidas económicas cuantiosas que, incluso, superarían los 350,000 millones de dólares (mdd).

Y este año podría ser igual de peligroso. De acuerdo con el informe “Revisión de Catástrofes Naturales”, elaborado por WTW, el fenómeno de El Niño continuará todo el 2024, con implicaciones en los patrones meteorológicos globales, alterando significativamente las precipitaciones y provocando sequías o inundaciones, afectando así la disponibilidad de agua.

Con temperaturas globales aumentando en las próximas décadas, los especialistas de WTW alertan que probablemente se verán más temporadas como la del 2023, marcadas por una alta proporción de tormentas que se intensifican rápidamente, por lo que se necesitan urgentemente estrategias de preparación para mitigar los impactos de tales fenómenos impredecibles y tormentas devastadoras.

En este escenario, la industria aseguradora, sin duda, juega un rol importante en la protección del patrimonio de las familias y de las empresas. Tan solo el año pasado, los daños asegurados por catástrofes naturales a nivel mundial superaron los 100,000 mdd por cuarto año consecutivo, ajustados a la inflación. En México, el sector asegurador contribuyó con pagos de siniestros superiores a los 500,000 millones de pesos, entre ellos los ocasionados por Otis.


| El sector crece, pero a cuentagotas

A pesar del alto nivel de riesgo por fenómenos naturales que enfrentamos a nivel mundial y en nuestro país, y los esfuerzos del sector asegurador por incrementar la cultura de la protección financiera, el nivel de aseguramiento en México sigue siendo bajo: autos particulares 33%, viviendas de manera voluntaria 6%, seguros de gastos médicos 10% de la población y seguros de vida individual 19% de las personas económicamente activas, subraya la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) en su documento “México Asegurado: propuestas de politica pública de la industria de seguros para brindar proteccion financiera a toda la sociedad”.

A nivel mundial, destaca la Asociación, México se encuentra entre los países de la OCDE con menor penetración de seguros respecto a su PIB: solo el 2.4%. Ocupando el número 28 de 38 naciones. El nivel de aseguramiento es bajo incluso comparado con otros países de nivel de desarrollo similar, como Chile (3.8%), Brasil (3%) y Colombia (2.9%).

Norma Alicia Rosas Rodríguez, directora general de la AMIS, reconoce que no ha habido un avance muy relevante en el nivel de aseguramiento en México en los últimos años. “En los años noventa, el porcentaje era del 1% y hoy estamos en 2.4%”.

| Los riesgos se incrementan

En entrevista con Alto Nivel, la ejecutiva comenta que para incrementar esa participación en el mercado y en la economía en su conjunto, se requiere también de políticas públicas y de una mayor cultura de la protección financiera y de la prevención. “En los países de la OCDE la penetración promedio de los seguros es del 9% con respecto al PIB. Ahí se ve la gran brecha que tenemos respecto a otros países que tienen esta protección como parte intrínseca de sus políticas públicas y de la propia cultura”.

Sobre el segundo punto, el de la protección y prevención, subraya, hoy, no se tiene mucha conciencia o no se le da importancia a lo realmente importa, como lo es la salud, la seguridad y la de nuestros bienes, como lo son la casa, el auto, el negocio, las empresas. “La AMIS ha hecho diversas encuestas para entender por qué las personas no se aseguran, y en muchos casos tiene que ver con la cultura del mexicano, la falta de prevención, el pensar que a otros les va a pasar, pero a mí no. Muchas veces no somos conscientes de los riesgos a los que nos enfrentamos día con día en el trabajo, en el hogar, en la escuela, cuándo manejamos, cuando viajamos de negocios o de vacaciones, cuando nos enfermamos”.

| Los 5 ejes centrales

En AMIS, menciona Rosas Rodríguez, estamos convencidos de que a través de tres principios básicos: colaboración público-privada, apego al Estado de Derecho y el fortalecimiento de las instituciones, se puede contar con políticas públicas benéficas para el desarrollo del país. “Por ello, desarrollamos un documento conformado por 5 ejes temáticos con propuestas concretas en los que el seguro tiene un papel fundamental para contribuir al bienestar de la población, además de plantear una agenda transversal para promover una visión integral, sostenible e inclusiva desde el sector asegurador”.

El primero, dice, es el acceso a la salud con calidad. “La pandemia por Covid-19 puso a prueba la capacidad de respuesta de los sistemas de salud, colapsando por algunos momentos la disponibilidad existente y aumentando de manera importante el gasto de bolsillo por parte de las personas, que en 2022 ascendió a 49% del gasto total en salud.

Esta situación, menciona, pone en evidencia los grandes desafíos epidemiológicos y demográficos que nuestro país tiene por delante: aumento de la población de personas adultas mayores, alta incidencia de enfermedades crónico- degenerativas, incremento en la demanda de atención médica especializada, de calidad y durante largos periodos de tiempo, así como una necesidad de reforzar la viabilidad financiera de los sistemas de salud para garantizar el acceso a toda la población”.

¿Cuál es la solución? Asociaciones público-privadas. La AMIS propone la participación de los seguros privados en el financiamiento de la salud y como complemento a los servicios de salud público, y atención privada a trabajadores inscritos en la seguridad pública.

| Segundo y tercer eje

Es la protección a víctimas de siniestros viales. “México es el único integrante del G20 y de la OCDE que carece de una política pública que proteja a las víctimas de siniestros viales. Actualmente, 7 de cada 10 vehículos (37.3 millones) no tiene ningún tipo de seguro para garantizar la protección a víctimas de siniestros viales”.

La solución, indica el organismo empresarial en su documento, es reducir la vulnerabilidad de las personas implicadas en hechos viales, responsables y víctimas, a través de mecanismos de protección financiera como el Seguro de Responsabilidad Civil Vehicular que les permita reparar o indemnizar los daños causados a terceros, ya sea en su persona, en sus bienes materiales o patrimoniales.

La AMIS propone extender la obligatoriedad del seguro de protección a víctimas de siniestros viales a través de su inclusión en la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial y, su respectiva homologación en la Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte Federal.

El tercer eje, menciona Rosas Rodríguez, es la resiliencia ante desastres. “México ocupa el lugar 23 entre los países con riesgo catastrófico alto por eventos de la naturaleza; el 45% de su territorio y el 31% de su población están expuestos a más de un riesgo por fenómenos naturales, lo cual vulnera a cerca de 77 millones de personas.”

La solución que propone la AMIS es el aseguramiento como herramienta de transferencia de riesgos; impulsar el subsidio al seguro agropecuario para incrementar la resiliencia de los productores de bajos ingresos y promover que todos los estados cuenten con un Estudio de Gestión Integral de Riesgos.

| Ejes complementarios de la estrategia

El cuarto eje, es la protección económica para el retiro. “El actual sistema de protección social, enfocado en incentivar el ahorro por parte de las personas trabajadoras, enfrenta importantes retos para ofrecer condiciones de ahorro suficientes que permitan un retiro digno ya que las contribuciones obligatorias, en este momento no son suficientes”.

La solución que plantea la AMIS son los planes personales de retiro, que garantizan que las personas tengan una pensión durante su retiro y hasta su fallecimiento. Para ello, se requiere ampliar el alcance y modalidades de las rentas vitalicias para incrementar el monto de las pensiones y la oferta disponible a través de esquemas de cuentas de retiro voluntarias ofrecidas vía nómina.

El quinto y último eje, añade la ejecutiva, son los seguros inclusivos. “En nuestro país solo 1 de cada 5 personas cuenta con la protección de un seguro por lo que, ante una eventualidad7, las personas se ven obligadas a utilizar sus ahorros, recurrir a préstamos informales, reducir su consumo o incluso vender su patrimonio, lo que los pone en condiciones de vulnerabilidad económica, impidiendo la movilidad social ascendente que toda persona busca dentro de la sociedad”.

La solución, explica la AMIS en su documento, son los seguros, un mecanismo que permite que los individuos, las familias y las pequeñas empresas, puedan superar los eventos que a lo largo de la vida pueden afectar su vida, salud o patrimonio, así como su posibilidad futura de generar ingresos.

| Perspectivas positivas

Por lo pronto, la industria aseguradora atraviesa un buen momento. Pese a la baja penetración de los seguros en el país, la industria tuvo un año positivo, con un crecimiento de poco más del 12%, donde las primas relacionadas con Vida y Salud fueron las que mejores resultados obtuvieron y siguen creciendo de manera importante este año, subraya Rosas Rodríguez, “Estamos saliendo de etapas complicadas, como la pandemia de la COVID-19, que generó mucha conciencia entre las personas y en la necesidad de contar con un seguro”.

Entonces, añade, para un sector asegurador cuyo crecimiento está muy ligado al de la economía, que el año pasado creció entre 3.4 y 3.5%, el que el sector haya avanzado cuatro veces más, significa que la industria está teniendo un mayor dinamismo

Hicimos una encuesta con los directores generales de la AMIS y en base a sus respuestas, se estima que el sector crezca entre 7 y 8% en 2024.

Uno de los detonadores de este crecimiento, considera Rosas Rodríguez, será la digitalización de las compañías de seguros, las cuales se vieron forzadas a acelerar la adopción de nuevas tecnologías, debido a la pandemia.

“El salto hacia la parte digital tuvo que ser más rápido para atender a los clientes, a los agentes de seguros, comenzaron a plantearse si sus plataformas tecnológicas y los sistemas con los que trabajaban funcionaban o no para poder dar una respuesta rápida a las necesidades que se tenían por la pandemia; así que la gran mayoría comenzaron a invertir en nuevas tecnologías. Además, los nuevos clientes, la gente jóven, ya no quieren escuchar un rollo de 40 minutos de un agente, sino contratar un seguro de manera rápida”, concluye. AN

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