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Opinión

CONTRA LOS SESGOS DE GÉNERO

La primera persona que debe sacudirse los sesgos de género (como pensar que solo servimos para ciertas tareas), somos nosotras mismas.

Por: Claudia M. Sheppard Swipe

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Recientemente tuve la oportunidad de participar en un movimiento súper interesante que se llama DMI Decididas, el cual fue creado por tres emprendedoras sobresalientes: Olguita Segura, Karina Ojeda y Bárbara Arredondo.

Este año asistieron empresarias, activistas, políticas, deportistas y líderes sociales fregoncísimas, como Valeria Moy, directora del Instituto Mexicano para la Competitividad; Mariana Gutiérrez, directora de la liga MX femenil, y Mónica Ramírez, fundadora de Justice for Migrant Women, entre muchas otras.


A mí me tocó la oportunidad de moderar un panel sobre “sesgo de género”, en el que participaron Gus Huerta, de Bluebox; Liliana Olivares, de Adulting, y Ana Karen Ramírez, de Epic Queen.

El problema es que no siempre nos apoyamos en la experiencia de otras personas e intentamos resolverlo todo como podamos. Por ejemplo, en el evento conocí a mujeres con historias fascinantes, auténticas líderes. Seguramente tú también has tenido la oportunidad de conocer a mujeres que lucharon decididamente por hacer realidad sus sueños… ¡Y la rompen!

El testimonio de sus logros es un poderoso reforzador de optimismo. Y una fuente generosa de conocimientos, prácticas y lecciones aprendidas que vale la pena aprovechar.


También es inquietante saber que las organizaciones siguen pensando que las mujeres no tenemos capacidad para ocupar puestos directivos. Solo el 33% de esos puestos los ocupamos nosotras en México. En otros países el porcentaje es todavía menor.

Claro que las cosas han cambiado en los últimos años, pero aún nos falta mucho por avanzar.


Si quisiera resumir las lecciones más valiosas que aprendí de este evento, esta sería mi lista:

  1. Emprender no solo es una manera de ganar dinero y volverte independiente. Es una excelente forma de crecer en tu vida e inspirar a otros a salir adelante. Detrás de un buen emprendimiento hay una excelente persona. Cuando conozcas a una emprendedora, considera que ha tenido que superar más problemas y barreras que muchos hombres para alcanzar sus metas. Aprende de su ejemplo, su tenacidad, su deseo de romperla.
  2. Conectar con otros es más que hacer networking. Es conocer nuevas perspectivas, aprender de los demás y compartir lo que sabes y haces. Conectarte con otras personas es saludable, muy enriquecedor personal y profesionalmente. Por ejemplo, muchos de mis aprendizajes más valiosos los he tenido en mis interacciones con clientes. Sus alegrías, angustias, retos e innovaciones son conocimientos que ningún libro me va a dar jamás.
  3. Autosabotearse. Muchas veces, cuando acompaño a mis clientas en sus proyectos de emprendimiento, descubro que su principal reto es dejar de auto boicotearse. No confían en sí mismas, se sienten insuficientes, no se toman en serio. La primera persona que debe sacudirse los sesgos de género (como pensar que solo servimos para ciertas tareas), somos nosotras mismas.

Estas son solo unas reflexiones de mi experiencia. Sigo muy emocionada y motivada. Ojalá pueda contagiarte algo de mis emociones…

Por lo pronto, te invito a que conozcas más de la organización DMI Decididas y, si eres o estás considerando emprender, recuerda que no estás solo o sola.

Eres parte de una comunidad de líderes con todo el potencial de transformar el mundo.

Bienvenida, bienvenido.

Claudia M. Sheppard, emprendedora mexicana, estratega y mentora de negocios, CEO y Fundadora de The Latin Powerhouse. Escríbele a: [email protected] y síguela en Twitter: @claudiamshep

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