| Aprovecha el día
Hoy te propongo hablar de la fascinante manufactura relojera suiza Perrelet, cuyos orígenes se remontan al año 1777. Su fundador, Abraham-Louis Perrelet, es considerado como precursor del primer movimiento automático e inventor del primer podómetro creado en 1780.
La presencia de Perrelet ha sido constante en el mercado aplicando su tecnología Turbine que patentó en 2009 y que permite animar con movimiento las esferas de esta colección. En el corazón de los relojes de esta colección se encuentra obviamente la turbina, la cual se inspira en los sistemas de propulsión de los motores aeronáuticos, diseñada con 12 álabes o aspas de aluminio anodizado negro que giran automáticamente alrededor de un eje central cada vez que la muñeca haga un movimiento, produciendo un asombroso efecto óptico lúdico y divertido al dar la ilusión de movimiento a una subesfera interior. Las 12 aspas deben ensamblarse con un equilibrio perfecto y girar sobre la esfera con cada movimiento de la muñeca y detenerse cuando se haya agotado la energía cinética proporcionada por la muñeca.
En este contexto, te estoy presentando su nuevo reloj Turbine Skull Perrelet referencia A1093/S1, el cual, al girar vertiginosamente la turbina, esta empieza a dar vida y movimiento con gran realismo a la figura de una calavera en tono plateado que está grabada en relieve en la subesfera inferior. Perrelet ofrece dos variantes del Turbine Skull, una con una subesfera negra y una segunda con una subesfera azul. Los álabes de la turbina se presentan en azul o negro, a juego con el color de la subesfera seleccionada.
La temática de la calavera tiene un gran sentido filosófico pues invoca la realidad de la naturaleza humana. En la juventud, cuando la carne es fresca y los miembros son flexibles, la vida parece un recurso abundante; sin embargo, con el inicio de la vejez, la silueta de la Parca se puede ver en la distancia, acercándose cada vez más con cada año que pasa.
El aforismo “Carpe Diem” que significa ‘aprovecha el día’, resume maravillosamente la importancia de maximizar cada momento precioso que presenta la vida. Paradójicamente, el reloj de la calavera celebra la vida, recordando a su portador, una vez más, que el tiempo es fugaz y que la vida debe disfrutarse al máximo. Así tenemos un reloj que, siendo inofensivo para los no expertos, con un movimiento de muñeca, revela una representación artística de una calavera, evocando pensamientos filosóficos sobre la vida misma.