Fintech: el reto de sostener la confianza del mercado
Por: Claudia CerezoContinua en la historia
Imagina esta escena: millones de mexicanos que nunca habían pisado una sucursal bancaria hoy pueden abrir una cuenta desde su teléfono, enviar dinero en segundos o pagar con una tarjeta que existe únicamente en la pantalla. Ese cambio cultural y tecnológico no vino de la banca tradicional, sino de las fintech, un sector que está pasando de la periferia al centro de la economía digital mexicana.

Ese cambio cultural y tecnológico no vino de la banca tradicional, sino de las fintech, un sector que está pasando de la periferia al centro de la economía digital mexicana.
| ¿Un verdadero motor de la economía digital?
El Reporte Fintech México 2025, elaborado por la Asociación FinTech México en colaboración con Deloitte, señala que nuestro país ya es el segundo ecosistema más grande de América Latina, con cerca de 1,000 empresas en operación y un crecimiento anual de 20%. El año pasado estas compañías captaron 865 millones de dólares en capital de riesgo; es decir, el 74% de toda la inversión desplegada en México. Y se proyecta que para 2027 cerca de 86 millones de personas usen sus servicios.

Quienes logren integrar varias soluciones en un modelo de one stop shop tendrán más probabilidades de consolidarse.
Aunque las cifras impresionan, los periodistas de negocios sabemos que los números por sí mismos no bastan. Pensemos: ¿qué tan sólido es este sector para sostener su crecimiento y convertirse en un verdadero motor de la economía digital?
La primera respuesta está en la regulación. De las casi 1,000 fintech en operación, apenas 84 cuentan con autorización de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). Este dato revela que más que un obtáculo administrativo, la regulación ha sido un filtro importante: quien no demuestra orden, cumplimiento y disciplina queda fuera. Y en un sector que maneja capital y datos sensibles no puede ser de otra manera.
La segunda respuesta se encuentra en la seguridad. Si pensamos como un ciberatacante, la ecuación es clara: ¿cuánto cuesta vulnerar una fintech, en comparación con lo que cuesta protegerla?
Invertir en blindaje digital es el costo de permanecer en el juego. Cada peso destinado a la protección es un seguro de supervivencia. Sin confianza, ninguna empresa financiera prospera.
El tercer punto es quizá el más crítico: el modelo de negocio. Muchas fintech se concentran en la inmediatez de las transferencias o en pagos rápidos, pero eso no garantiza utilidades. La rentabilidad llega con la capacidad de diversificar con eficacia: tarjetas de crédito, monederos digitales, activos virtuales, esquemas de refondeo… Quienes logren integrar varias soluciones en un modelo de one stop shop tendrán más probabilidades de consolidarse.
| La visión de los líderes
Pero la diversificación no debe confundirse con dispersión; hay que identificar qué productos realmente generan valor y cuáles diluyen recursos. Aquí es donde entra la visión de los líderes. Alberto Djemal Cassab, CEO de la fintech mexicana Klu (que, por cierto, ha sido autorizada por la CNBV como Institución de Fondos de Pago Electrónico), lo resume así: “La autorización no hace al negocio. Este debe construirse y ser rentable”. Lo que importa es agregar valor real, cuidar a los clientes y producir un rendimiento sostenible.
Te cuento que yo misma soy usuaria de una fintech. Pedí mi tarjeta en minutos, sin papeles ni filas, y desde la app controlo todo, desde rastrear cada movimiento hasta bloquearla. Si yo, que estoy acostumbrada a la banca tradicional, hice el cambio con facilidad, piensa en lo que significa para quien nunca ha tenido acceso formal a un banco.

La diversificación no debe confundirse con dispersión; hay que identificar qué productos realmente generan valor y cuáles diluyen recursos.
Por eso, el auge de estas empresas no debe verse únicamente como un fenómeno financiero, sino cultural. Refleja que los mexicanos ya no aceptamos procesos pesados ni mala atención. Queremos rapidez, seguridad y control. También muestra que existen emprendedores capaces de levantar capital, diseñar tecnología de alto nivel y competir con instituciones financieras históricas.
Sin embargo, su permanencia dependerá de que estas fintechs no se conformen con prometer, sino que demuestren con hechos que pueden sostener la confianza de millones de mexicanos, cumplir con la regulación y traducir innovación en rentabilidad. Solo así podrán consolidarse como actores estables y transformar de forma duradera el ecosistema financiero del país. AN
Claudia Cerezo es editora en jefe de Alto Nivel y periodista especializada en tecnologías de la información.