AN • Además de la ética, ¿cuáles son otras de las preocupaciones de los líderes empresariales hoy en día?
Una gran preocupación es la innovación. Las empresas tienen que ser más innovadoras cada día. La pandemia nos enseñó que las cosas pueden cambiar en cualquier momento y, si no somos innovadores, no seremos capaces de reaccionar ante cualquier evento disruptivo. La innovación va ligada con la flexibilidad para que la organización pueda moverse con agilidad.
Otros temas en la agenda de los líderes empresariales son la transformación digital y la ciberseguridad. La pandemia nos llevó a una mayor demanda de datos para la toma de decisiones y las estrategias futuras. La mayoría de las empresas experimentaron esta demanda y la transformación digital hizo –y sigue haciendo– que los negocios dependan más de la data.
La sostenibilidad, el talento y su gestión son otros asuntos importantes. Y con sostenibilidad no solo me refiero al cuidado del medio ambiente y sus recursos, sino al papel de las organizaciones para trabajar con las comunidades y generar prosperidad y crecimiento económico. El reto de las empresas es impulsar un desarrollo de la sociedad más homogéneo.
Por último, los líderes empresariales están preocupados por la percepción que tiene la sociedad de sus negocios. Les preocupa cómo los ve la gente en cuanto a sus aportaciones al bienestar social. No está en duda el hecho de que las empresas realizan múltiples acciones para crear un mundo mejor, pero a veces no se dan a conocer. Los empresarios tienen una preocupación legítima, sobre todo quienes aportan valor y beneficios, como generación de empleos y riqueza.
AN • Por último, ¿cuál es el legado que quieres dejar como líder de Deloitte en México y la región?
Mi trabajo para hacer que la organización permanezca por su cultura y su talento. Que la empresa sea reconocida por su talento conjunto. Llevamos poco más de 175 años generando un impacto significativo a nivel global, trabajando duro y comprometidos por hacer una diferencia real. En todo este tiempo, nuestra organización ha crecido en escala y diversidad, pero nuestra cultura y valores compartidos se han mantenido igual.
Para nosotros, “bueno” no es suficiente. Apuntamos a ser los mejores en todo lo que hacemos para ayudar a los clientes a alcanzar sus objetivos, hacer una diferencia positiva en la sociedad y maximizar el éxito de nuestra gente.
En México, reitero, por cuarto año consecutivo hemos sido reconocidos como la firma de servicios profesionales con la mejor reputación, de acuerdo con Monitor Empresarial de Reputación Corporativa (Merco). AN