
¿FATIGA EMOCIONAL? ¿CÓMO PREVENIRLA?
La fatiga emocional puede mermar tu desempeño, pero, sobre todo, comprometer tu salud física y mental.
Por: Daniela RamosContinua en la historia

Este estado se puede presentar en todos los ámbitos de nuestra vida, incluido el laboral, en donde las constantes presiones, un mal ambiente de trabajo o cualquier detonante de estrés, podría terminar en fatiga emocional que impactará negativamente el bienestar y desempeño o disminuirá los índices de motivación.

¿Cómo detectar si tienes fatiga emocional?
Es importante detectar y atender este estado para así evitar cualquier afectación en tu vida laboral. Estas son algunas de las señales que podrían indicar que los altos niveles de estrés te llevaron a tener fatiga emocional:
- Energía muy baja y estar constantemente cansado
- Falta de motivación
- Dificultades para concentrarse
- Irritabilidad y poco autocontrol
- Necesidad de estar aislado
- Ánimo decaído
- Nerviosismo constante
- Dolor de cabeza
- Dificultad para dormir
- Súbitos aumentos o pérdida de peso
Estos son sólo algunos de los síntomas que se presentan comúnmente en las personas con fatiga mental y que especialistas como los psicólogos pueden ayudar a diagnosticar con mayor certeza.

Estos son sólo algunos de los síntomas que se presentan comúnmente en las personas con fatiga mental y que especialistas como los psicólogos pueden ayudar a diagnosticar con mayor certeza.
- No temas hablar: si el ritmo de trabajo te está sobrepasando y afectando, no dudes en hablarlo para tratar de gestionar mejor la carga laboral.
- Tiempo personal: el trabajo es importante, pero también lo es el autocuidado. Realiza actividades que te ayuden a sentirte bien a nivel físico y mental, designa momentos del día para ejercitarte, meditar, practicar algún hobby; las actividades fuera del trabajo contribuirán a disminuir los síntomas o la probabilidad de tener fatiga emocional.

- Pausas: el acelerado ritmo de vida y de trabajo puede hacer que pases horas haciendo una misma actividad, es necesario comenzar a incluir descansos breves que te permitan despejar la mente y recargar energías. Aprovecha estos momentos para hacer respiraciones profundas.