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Opinión

Liderar con propósito y escuchar con generosidad

Por: Ricardo Rodarte Swipe

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Hemos aprendido en las organizaciones, en los últimos dos o tres años, que nuestros colaboradores deben estar al centro de las decisiones estratégicas, ya que sin su participación y productividad sería imposible impulsar los negocios y, menos aún, sacarlos adelante en tiempos adversos.

El año pasado tomaron fuerza dos fenómenos relacionados con la permanencia y estabilidad de los empleados en las organizaciones: la gran renuncia y la renuncia silenciosa.

A pesar de que muchas empresas ya trabajan en tener un enfoque humano, aún falta mucho por hacer. El año pasado tomaron fuerza dos fenómenos relacionados con la permanencia y estabilidad de los empleados en las organizaciones: la gran renuncia y la renuncia silenciosa. Recordemos que el primero está relacionado con las renuncias masivas de empleados en sus trabajos por hartazgo o falta de motivación; aunque este fenómeno se está dando en mayor medida en países como Estados Unidos, en México también se está experimentando o, por lo menos, los colaboradores tienen la intención de hacerlo; lo que en el contexto de nuestro país no es fácil, mientras no se cuente con un nuevo empleo seguro.

| Renuncia silenciosa

Asimismo, el otro fenómeno llamado renuncia silenciosa o quiet quitting es una llamada de atención a aquellos trabajadores que no se esfuerzan por cumplir con las funciones de su puesto, con el fin de poner límites a las empresas y hacer que se respeten sus tiempos personales y el balance entre vida y trabajo.

El punto es que hay una ola de cansancio, hartazgo, burnout, que nos exige a los líderes a realmente seguir gestionando la operación de nuestras empresas o negocios con enfoque humano. No solo las áreas de Recursos Humanos, sino el cuerpo ejecutivo de las organizaciones debemos continuar diseñando nuevas estrategias, más allá de retener a nuestro mejor talento humano, sino trascender en ellos.

¿Cómo hacerlo? Centrémonos en la manera de liderar, que no solo es labor de los directivos y gerentes, sino de cualquier colaborador que sea cabeza de equipo o de proyectos. Busquemos ser líderes con propósito.

Hay una ola de cansancio, hartazgo, burnout, que nos exige a los líderes a realmente seguir gestionando la operación de nuestras empresas o negocios con enfoque humano.

Un líder con propósito, desde mi punto de vista, busca inspirar y motivar a los colaboradores, más allá de decir qué debe hacerse y cómo debe hacerse. Debe estar interesado en el lado humano de cada uno de ellos, escuchar sus necesidades o motivaciones personales y ayudarles a cumplir con sus propios propósitos.

Ya aprendimos que el liderazgo tradicional y obsoleto de estandarizar necesidades e intereses de los trabajadores no funciona ni es efectivo; menos en estos tiempos en que los colaboradores buscan algo más allá de recibir un salario por su trabajo y quieren sentirse que son parte fundamental de la organización.

Un líder con propósito buscará siempre evolucionar, ser un ejemplo de desarrollo y forjar relaciones auténticas con su equipo a través de la empatía, y también de la escucha con generosidad.

| Escuchar con generosidad

De acuerdo con un texto del Foro Mundial de Davos, escuchar con generosidad es la habilidad que más necesitamos en el nuevo mundo laboral para forjar conexiones profundas y genuinas con interacciones verdaderamente significativas, que al final generen dedicación y el compromiso de los colaboradores. “La generosidad se basa en la comprensión de cómo estamos conectados como individuos con el bienestar de los demás y de la humanidad”.

No dejemos nuestro “enfoque humano” solo en el papel: lideremos con propósito, escuchemos con generosidad y aterricemos acciones concretas que cumplan el objetivo de cuidar el bienestar de nuestros colaboradores.

De esta manera, propone estar plenamente presentes y atentos al momento de comunicarnos con un colaborador, dejar a un lado los prejuicios y juicios y, al contrario, ser empático y comprensivo, tomar la oportunidad de escuchar para aprender y escuchar más allá de las palabras.

Es así que no dejemos nuestro “enfoque humano” solo en el papel: lideremos con propósito, escuchemos con generosidad y aterricemos acciones concretas que cumplan el objetivo de cuidar el bienestar de nuestros colaboradores en todos los aspectos, de modo que se sientan felices, motivados y con propósitos personales claros y en beneficio de su organización. AN

 


Ricardo Rodarte es director general de OCCMundial. Es egresado de Administración de Empresas y Finanzas de Texas A&M University y tiene una certificación en Contabilidad Administrativa.

@OCCMundial

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