| Lavado verde y nuevos estándares de divulgación de sostenibilidad
Hacer afirmaciones engañosas o inexactas sobre el desempeño ambiental de los productos y servicios –lo que se conoce como greenwashing o lavado verde– estará cada vez más en la agenda de los reguladores, empresas, consumidores y activistas.
A medida que las sociedades reconocen el tamaño de la crisis climática y de los ecosistemas naturales, así como el papel que desempeña el consumo en la aceleración del daño, todos prestaremos más atención a la forma en que responden las organizaciones. Por esta razón, las comunicaciones empresariales sobre sostenibilidad deben ser claras, precisas y fundamentadas.
Los reguladores cada vez son más estrictos y cuidadosos, y los clientes y consumidores más demandantes de una comunicación responsable, que no solo incluya información sobre las ambiciones y el desempeño de las empresas, sino también pruebas de que sus intenciones corresponden a sus acciones.
Un ejemplo de cómo los criterios ESG se están endureciendo en el mundo son las medidas anunciadas por la Securities Exchange Commission (SEC) de Estados Unidos. El año pasado, este organismo anunció una serie de medidas para sancionar a aquellas corporaciones que falseen información respecto de la implementación y acciones en materia de ESG.
La primera víctima de la nueva regulación de la SEC fue BNY Mellon Investment Adviser, que en mayo de 2022 pagó 1.5 millones de dólares (mdd) por hacer declaraciones erróneas de fondos ESG. Según la SEC, la unidad de gestión de inversiones de Bank of New York Mellon Corp. insinuó en varias declaraciones que todas las inversiones en sus fondos se habían sometido a una revisión de calidad ESG, aunque no siempre fue así.
Goldman Sachs Gr Asset Management Group Inc. también pagó una multa de 4 mdd, porque la SEC consideró que sus fondos mutualistas no cumplían con los estándares ESG que exige Wall Street.
En Europa, las autoridades están, asimismo, adoptando una postura activa para investigar y sancionar el lavado verde de las empresas. Por ejemplo, la Competition and Markets Authority (CMA), de Reino Unido, a finales de enero de este año anunció que examinará las afirmaciones de sostenibilidad sobre una gama de productos, como alimentos, bebidas, productos de limpieza y artículos de tocador. La CMA analizará reclamaciones, en la tienda y en línea, para evaluar si los fabricantes de estos productos cumplen con la ley del consumidor del Reino Unido.